Читать книгу Pinceladas del amor divino - Erna Alvarado Poblete - Страница 7
2 de enero El tiempo es la materia de la que está hecha la vida
Оглавление“Él, en el momento preciso, todo lo hizo hermoso; puso además en la mente humana la idea de lo infinito, aun cuando el hombre no alcanza a comprender en toda su amplitud lo que Dios ha hecho y lo que hará” (Ecl. 3:11).
Una de las frases más célebres de Shakespeare dice: “Tan a tiempo llega el que va demasiado deprisa como el que se retrasa demasiado”. Esta referencia me lleva a pensar en la declaración del sabio Salomón: “En este mundo todo tiene su hora; hay un momento para todo cuanto ocurre” (Ecl. 3:1), quien después describe el quehacer humano a través del tiempo y de la vida.
Hoy, 2 de enero, estamos en el amanecer de un año nuevo. Vivir es un privilegio y el tiempo es la herramienta de la que disponemos para disfrutar de ese privilegio o, por el contrario, para desperdiciarlo. Los segundos, los minutos, las horas, los días, las semanas y los años llegarán y se irán inexorablemente; es imposible retenerlos, revivirlos, ahorrarlos o guardarlos. Lo único que marca la diferencia es el uso que hagamos de ellos.
El tiempo es semejante a un tranvía sin paradas: solo podremos viajar en él si somos perseverantes, emprendedoras, oportunas y eficaces; y, sobre todo, si tenemos una visión. Son muchos los que se quedan varados en los fracasos y las vicisitudes propias de la existencia; sin embargo, tomadas de la mano de Dios podemos correr y, a pesar del cansancio, tener alas como de águilas (ver Isa. 40:31). Tal es la promesa de Dios y él la cumplirá en nosotras si confiamos con humildad en su dirección.
En este año que comienza, recuerda:
Sé tú misma, pero que ese “tú misma” sea lo mejor de ti.
Aprovecha al máximo cada hora, cada día y la etapa de la vida en la que estás.
Busca lo bello en las cosas sencillas y serás feliz.
Dondequiera que vayas, marca la diferencia en favor del bien y la integridad.
Ama a los tuyos, pero más con hechos que con palabras.
Agradece lo que otras personas hacen por ti.
Toma decisiones sabias, para lo que es imperioso consultar a Dios.
Recuerda que Dios te ayudará en todo lo que emprendas.
Ora, ora y ora en todo tiempo, lugar y circunstancia.
¡Vive en plenitud!