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La justicia y el
Derecho Internacional
En Grecia, Themis primitivamente era la Titánide correspondiente al planeta Júpiter y representaba a la Justicia. También simbolizaba a una voluntad superior al hombre, un orden natural y cósmico.
Se la representaba como una ninfa con una balanza en la mano derecha, mientras que se sostenía la túnica con la izquierda. Con Zeus, de quien era su segunda esposa, tuvo una hija, Astrea, a quien le encomendaron administrar justicia en la Tierra, pero se hastió de la conducta humana, pues la falta de armonía era contraria a su naturaleza, por lo cual se ganó un lugar en el cielo, en la constelación de Virgo. Su balanza dio lugar posteriormente a la constelación de Libra.
Los romanos identificaron a Themis con Fas, que representaba todo lo justo lo correcto y lo lícito por voluntad de los dioses. Por lo contrario, lo ilícito, injusto e incorrecto se lo llamaba “nefas”.
La unión de Themis y Zeus también dio origen a las 3 Horas: Diké (la justicia), Eunomia (el orden) e Irene (la paz). Diosas del equilibrio y la armonía vitales. Valores que sustentan la convivencia y crean el bienestar entre los hombres.
Diké implacable enemiga de la violencia, está en un plano más terrenal, ya no simboliza la justicia divina; es el producto de la razón y la experiencia humana. No sólo encarna, sino administra justicia. Igual que a Astrea se la simboliza como una doncella con un manojo de espigas de trigo en una mano y sosteniendo una balanza en la otra. Ninguna de ellas tiene vendados los ojos.
Diké se corresponde mejor con la diosa romana Ivstitia, que estaba presente en todos los lugares donde se administraba justicia. Simbolizada como una ninfa armada de casco y escudo, que sostiene una balanza de platillos en la mano izquierda, mientras que entre la mano y brazo lo hace con una cornucopia de la abundancia (joya del Maestro de Banquetes). Expresión del bienestar y la prosperidad que trae aparejado el orden y equilibrio de la justicia. Está acompañada de un león representando a la fuerza. No tiene venda en los ojos, ni tampoco va armada de una espada.
La representación de la Justicia fue mutando. Algunos artistas en el siglo V le habían suprimido la cornucopia, y le agregaron la compañía del león, dotándola de una espada en su mano derecha, manteniendo la balanza en la izquierda. Otras representaciones posteriores incluso le cambian la balanza por el libro de las leyes. Algunos autores opinan que recién al comienzo de la edad contemporánea, con la revolución francesa, se le vendan los ojos.
Actualmente ya no se ve a la Justicia como una diosa. En la mentalidad antropocéntrica occidental actual, es sólo una mujer con gesto adusto, con los ojos vendados que sostiene una balanza de dos platillos en la mano izquierda unidos por una rama horizontal de la cuál penden. Estos son símbolos de los opuestos, que están separados, para que la balanza pueda funcionar, y unidos para que pueda funcionar.
En otra mano sostiene una espada de doble filo, la razón que penetra la dualidad para discernir, defender y castigar. Es el poder del discernimiento que nos permite introducirnos a través de capas de confusión y falsas imágenes para revelarnos una verdad más central.
La venda en los ojos estimamos que fue necesaria cuando a la diosa se la bajó al nivel terrenal, para que no se deje llevar por el ilusorio mundo exterior de los sentidos, evitando el error de juicio que estos puedan inducir. Pero no tenemos que olvidar que a esta justicia humana al vendarle los ojos también la privaron de la Luz. Ulises, también hizo privar de un sentido a sus compañeros, tapándoles los oídos, y se hizo amarrar al “mástil central” de la nave para evitar que el canto de las Sirenas los confundiera. Edipo se arrancó los ojos para poder ver con los sentidos internos. Ambos conocían sus debilidades.
En nuestra casa de gobierno, la Casa Rosada en el 2° piso del frente oeste, la Justicia está representada con una escultura a ambos lados del ventanal central. La situada a la derecha, la diosa está de pie, con la mirada al frente, sin venda en los ojos, con el libro de las leyes en la mano izquierda, y la mano derecha apoyada en el mango de la espada sosteniendo, una balanza de dos platillos (irónicamente, no cuelgan de la barra horizontal porque, seguramente, han quedado pegados con pintura a la espada). A la izquierda se encuentra otra diosa vestida con una túnica dejando ver un pecho descubierto. Apoya su mano derecha en una fasce romana.
Veamos entonces la clásica definición de Ulpiano: “Es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo que es suyo”, que se traduce de los tres preceptos del derecho “vive honestamente, no hagas daño a nadie y da a cada uno lo que corresponde”.
Ahora, con la ayuda de los símbolos, nos resulta sencillo entender la Justicia como una necesidad humana para mantener la armonía y el equilibrio en la sociedad, un valor indispensable para la convivencia en una comunidad civilizada. Por supuesto, que en esa convivencia opera el derecho interno y en la comunidad internacional, el Derecho Internacional.