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8 «¿A QUIÉN LE AMARGA UN DULCE?»

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En cierta ocasión el nutrólogo Jean Mayer dijo: «Prácticamente, la única cosa buena que puedo decir del azúcar es que sabe bien».

Al igual que cientos de investigadores, citaré los inconvenientes del azúcar, tanto del azúcar común como de los otros azúcares refinados. Incluso, cabe decir que la miel, alimento natural rico en minerales y vitaminas, ha de tomarse con prudencia, ya que cualquier tipo de azúcar de rápida asimilación tomado con frecuencia puede provocar agotamiento suprarrenal por excesiva estimulación de los niveles de adrenalina. No obstante, si con la miel hay que ser prudente, con los azúcares y repostería industrial hay que decir: ¡peligro! Veamos algunas razones:

• Son calorías vacías. Es decir, no aportan proteínas, lípidos, minerales, vitaminas o fibra.

• En el metabolismo del azúcar se consumen importantes cantidades de vitaminas del grupo B y minerales, especialmente calcio.

• El consumo de azúcar y repostería favorece el aumento del nivel de triglicéridos y la obesidad.

• Los desórdenes homeostásicos y endocrinos, como resultado del consumo diario de azúcar, pueden provocar hipoglucemia reaccional, además de todo lo que conlleva: nerviosismo, irritabilidad, depresión, agotamiento, infecciones bacterianas, etc.

Cuando el consumo es superior a 50 g diarios durante largo tiempo, los problemas se multiplican. Y no pensemos que es tan difícil sobrepasar esta cantidad en nuestra sociedad edulcorada. Simplemente, sumando el azúcar añadido a 2 o 3 cafés, el azúcar de 2 o 3 productos industriales azucarados (galletas, bollería, etc.), un poco de chocolate, alguna bebida refrescante o zumo de frutas (la mayoría contienen hasta un 30-40% de azúcar), podemos llegar a los 100-150 g/día. Por ejemplo, 3 galletas María, 10 g, una pequeña tableta de chocolate, 35 g, un refresco de cola, 25 g, endulzar un café, 1520 g. Sobran las palabras.

A continuación, citaré algunos estudios relevantes en este sentido:

• La ingesta de azúcar se asocia con el riesgo de padecer colelitiasis (piedras en la vesícula).

Instituto Nacional de Salud

Pública de Bilthoven (Holanda).

• El azúcar, junto con la grasa saturada (presente en casi toda la repostería industrial), aumenta el riesgo de padecer cáncer de estómago.

CORNEE, J.; POBLÉ, D.; RIBOLI, E., ET AL.

«A casecontrol study of gastric cancer

and nutritional factors in Marseille, France»

Eur. J. Epidemiol., 11: 55-65 (1995).

• El consumo de azúcar entre comidas estimula la proliferación de las células epiteliales del intestino y favorece la formación de cánceres.

Instituto de Investigación Farmacológica

Mario Negri de Milán (Italia).

Por otro lado, se ha encontrado esta misma relación al estudiar a 35.215 mujeres de Iowa (EE.UU.).

• Los huesos se vuelven frágiles y quebradizos si se sigue una alimentación rica en grasa y azúcar.

Universidad de California del Sur, Los Ángeles

(EE.UU.).

• Las adolescentes embarazadas que consumen mucho azúcar dan a luz niños de menor peso.

Universidad de Nueva Jersey (EE.UU.).

• El consumo frecuente de azúcar, junto con la poca ingesta de fibra, aumenta el riesgo de padecer la enfermedad de Crohn. SAILER, D. «Crohn, disease, gallstone, cancer»

Z. Ernahrungswiss., 29 (Suppl.1):39-44 (1990).

El azúcar que se encuentra en los alimentos de manera natural (fruta, frutos secos, etc.) siempre va acompañado de fibra, que atrapa el azúcar de índice glicémico elevado para ser excretado sin exacerbar el sistema nervioso, inmunológico y osteoarticular. Así que si piensas que la vida es triste sin los dulces y repostería, yo te contesto que no existe un placer más dulce que gozar de una buena salud.

Que tus alimentos sean tu medicina

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