Читать книгу Vida de Apolonio de Tiana - Filóstrato - Страница 13
9. La posteridad: Apolonio y Cristo
ОглавлениеFue el teólogo alemán Baur 98 el primero en afirmar que el propósito de Filóstrato al escribir la Vida de Apolonio no fue otro que contraponer un santo pagano a la figura de Cristo. La idea tuvo escaso eco, y ya Kayser 99 la rechaza, aunque algunos estudiosos se adhirieron a ella 100 . Parece más probable la opinión elaborada, entre otros, en los estudios de Chassang, Reville y De Labriolle 101 , según la cual los elementos que aproximan la Vida a las narraciones evangélicas se deben más bien, de un lado, a la existencia en la sociedad pagana de la época de la misma tendencia a la fe en el milagro que iba luego a propiciar la gran aceptación del cristianismo, y de otro, al carácter típico de las narraciones milagrosas. En efecto, la posesión demoníaca, por ejemplo, es un rasgo común en la antigüedad, y el exorcista que expulsa a los demonios era ya una figura familiar a la sociedad pagana 102 . Hay por tanto que concluir con Solmsen 103 que la idea de Baur es algo que pertenece ya al pasado. Es más, como señala Dodds 104 , se registran en época de Filóstrato diversos intentos de absorber el cristianismo en el establishment o, al menos, admitirlo en coexistencia pacífica con el paganismo, intentos de los que pueden ser ejemplo la invitación a su corte de Julia Mammea, madre del emperador Severo Alejandro, al cristiano Orígenes, o el dato, ya referido, de que el propio emperador tenía estatuas de Apolonio y de Cristo en su capilla privada 105 . Todos estos datos indican para la época más una coexistencia que una competencia entre paganismo y cristianismo.
La utilización de Apolonio como modelo para restar importancia a Cristo se produjo, sin embargo, pero posteriormente. Así, Porfirio, en su tratado Contra los Cristianos 106 admite que los cristianos realizaron maravillas, pero niega valor a tales éxitos, aduciendo que paganos como Apolonio y Apuleyo fueron capaces de obrarlas también. Más violento es aún Hierocles, gobernador de la época de Diocleciano y autor de un libro titulado Los Amantes de la Verdad , en el que se propone demostrar que Apolonio fue más sabio y milagroso y mejor exorcista que Jesucristo. A la formulación teórica de su enemistad por el cristianismo acompañó asimismo sus hechos, y así fue uno de los instigadores de la Gran Persecución de Diocleciano y Galerio contra los cristianos, y, como gobernador de provincia, un activo colaborador en la misma. Contra él escribe un tratado Eusebio 107 , en el que trata de sostener la tesis de que Apolonio era un charlatán y un mago y que sus éxitos se debían a la intervención de los malos espíritus. Curiosamente rebate avant la lettre a Baur al asegurar que antes ningún anticristiano había puesto a Apolonio como rival de Jesucristo. En esta disputa intervendrán otros ilustres teólogos antiguos, como Orígenes 108 , pero lo más curioso es que sus ecos no se apagaron hasta muy tarde. Así, por ejemplo, Bowersock 109 refiere cómo Charles Blount se propuso publicar una versión completa al inglés de la Vida de Apolonio , pero, tras la publicación en 1680 de los dos primeros libros, se le hicieron ver los peligros en contra de la religión cristiana que comportaba esta obra y se le convenció de que no continuara. Asimismo señala cómo, aún en 1809, el reverendo Edward Berwick se ve obligado a dar explicaciones de sus motivos para publicar una traducción completa de esta obra, contestando a un historiador de la época demasiado pacato en sus referencias a Apolonio.