Читать книгу Escrito en la orilla - Guillermo Izaguirre - Страница 6
Presentación
ОглавлениеEste libro es el fruto del trabajo de un seminario presentado en la Fundación del Campo Lacaniano en 2018 y 2019. Especialmente quiero agradecer a quienes sostuvieron con su intercambio, con mayor persistencia, dicho seminario: Gustavo Garófalo, Graciela Guilis, Gabriela Insúa, Magdalena Klappenbach, Leonarda Kozakiewicz y María Teresa Vercesi, y también a quienes asistieron y participaron con menor asiduidad. El motor de su realización fue una pregunta: ¿en qué lengua se psicoanaliza en la cuenca del Plata? Pregunta que me llevó, quizá por mi formación, a un reclamo, un lamento: ¡ah! ¡Si Jacques Lacan hubiera recorrido desde las alturas de un vuelo de avión las cuencas de los ríos de América: el Hudson, el Misisipi, el Orinoco, el Amazonas o la del Río de la Plata! Si hubiera, a partir de ese supuesto viaje, compuesto un texto como Lituraterre escrito a partir de su viaje de Japón a Francia pasando por Siberia.
Sostengo la siguiente hipótesis: la conquista latina y anglosajona de América significó una catástrofe que destruyó las civilizaciones originarias. A partir de esa evidencia considero la siguiente analogía sobre el litoral de América del Sur: la cuenca del Río de la Plata está constituida por tres grandes ríos, el Paraguay, el Paraná y el Uruguay –con nombres guaraníes–, que imagino tendidos entre el infinito de la selva y el infinito del mar, como lo concibió Juan José Saer en sus novelas, que equivalen a tres cuerdas tendidas que pueden ser consideradas como tres anillos cerrados en el infinito. Quedaron desanudados y para anudarlos hacía falta un cuarto elemento. Supongo que antes de la llegada de los españoles fue la cultura guaraní la que se nutrió en esos ríos, y escribió sus mitologías y sus historias en esas orillas. Destruida esa cultura, los tres anillos se soltaron; pero creo que hubo un reanudamiento con las culturas que se constituyeron más tarde en esas orillas, donde se tejieron historias, relatos, imaginerías, literatura, pinturas, música, poesía, cine, teatro, rebeldías, matanzas, guerras, destrucción, con lenguas mezcladas y entre lenguas construidas. Todo ello es lo que nutre los psicoanálisis que se realizan en sus costas. ¿Con qué lenguas?
El presente libro es el recorrido por esas obras desarrolladas en las orillas. No solo muchas orillas, también entrecruzadas, dispares, complejas, con miles de vericuetos desconocidos, secretos y que alojan misterios. Misterios que solo se pueden develar en la singularidad del recorrido de cada uno de quienes habitan esos territorios acuosos. Cada uno escribe, habla, construye con sus manos y con el barro estas nuevas culturas. Por ejemplo, una ciudad, Resistencia, capital de la provincia del Chaco, aloja centenares de esculturas de centenares de artistas que se formaron con el barro. También la música con la tonalidad y melodía de los cursos de agua y los accidentes, suaves, de su geografía: chamamés, chamarritas, chacareras…
Este paisaje aloja numerosas lenguas. Desde las originarias que nunca se extinguieron y persisten hasta ser mayoritarias en algunas zonas, y no solo el guaraní, también muchas otras que viven a pesar de las matanzas a las que fueron y son sometidas: las lenguas de los wichis, qom, pilagás y muchas más. Mezcladas con las de quienes vinieron desde lejanos lugares: castellanos, portugueses, judíos de Europa Oriental, escandinavos, ingleses, irlandeses, franceses, italianos, alemanes, ucranianos, rusos, árabes, turcos.
Un paciente relata en su análisis que en la zona donde vivía en su infancia se hablaba cuatro lenguas y sus sueños, recuerdos y fantasías se nutren de ellas. No es una excepción.
Realicé un recorrido que puede considerarse análogo al atravesamiento de las tierras, los ríos, los bañados, las costas y las poblaciones del litoral, incluyendo una travesía a lo largo de los ríos Paraná y Paraguay en un crucero paraguayo, realizada por un grupo de profesionales y artistas y cuyo informe fue publicado en un texto notable con el nombre de Paraná Ra’anga.
Recorrí varios textos que me fueron llevando hasta la obra de Rodolfo Kusch y pasando por algunos escritos de la orilla: de poetas, cuentistas, novelistas, músicos, escultores, pintores, cineastas, fotógrafos y otros en busca del horizonte fluvial con estas nuevas culturas litoraleñas.
Me fui dejando llevar por lo que iba leyendo, deslizándome en la superficie, sin un plan preestablecido ni por caminos de un mapa construido por otros. La organización del escrito fue dándose imperceptiblemente a partir de lo que recorría, haciendo camino al andar y construyendo, como en Demian de Hermann Hesse, las huellas de un sendero.
Continué con otra pregunta que me fue llevando a lo que pienso que es el psicoanálisis e intenté inmediatamente recorrer, con alguna minuciosidad, los escritos que abren los Escritos y los Otros escritos de Jacques Lacan: el “Seminario sobre la carta robada” y Lituraterre.
Este recorrido tiene sus equivalencias con mi formación y, por lo tanto, con mis análisis. Es entonces momento de reconocer a mis maestros en psiquiatría y en psicoanálisis: Eduardo Mahieu, Paulino Moscovich, Rafael Paz, Valentín Baremblit, Carlos Guillermo Bigliani, Lea Nuss, Oscar Masotta, Juan Carlos Cosentino, Juanqui Indart, Jean Allouch, Delia Elmer y a quienes ocuparon el sillón de analistas: Clara Espeja, Alberto Fernández y Norberto Ferreyra. Y especialmente a los que se analizaron en transferencia conmigo, a mis alumnos y a todos aquellos con los que compartí enseñanzas y aprendizajes en los grupos de estudio, en las supervisiones, en los intercambios sobre clínica, en las instituciones y a los que asistieron a mi seminario. En especial quiero traer el recuerdo de alguien que fue muy importante y hoy no está entre nosotros, la querida amiga Nélida “Mimi” Halfon.
Agradezco especialmente a Graciela Guilis, quien me supo escuchar con paciencia, a Daniel Riquelme y Estela Maldonado, quienes me aportaron su generosa lectura, y a Diana Blumenfeld por su lectura, correcciones y sugerencias.
Recorrido indispensable de mi experiencia para poder efectuar el viaje que este libro pretende realizar por las orillas del litoral.