Читать книгу Pensamientos y algunos recuerdos - Horacio García - Страница 19

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Hoy es una tarde gris, llovizna y hace frío, típica del invierno, me siento al teclado, mi cable a tierra, el lugar donde dejo fluir las palabras, escribo y siento a la vez, es como una conexión con mi interior y con quien leerá quizás mi escrito, disfruto de pensar que otro pueda compartir este momento, una intimidad que permiten las palabras, que genera la posibilidad de ser uno con el lector y en un pequeño instante compartir un cálido lugar de espacio y tiempo. Una historia, una reflexión, un comentario, hoy no, nada más tengo ganas de sentirme conectado, sé que hay una luz, una energía que nos une, que se expande y quería gozar de esa sensación, no un goce físico, sino espiritual, el roce de las almas, que nos desnuda y nos muestra tal cual somos, vulnerables a veces, con temores otras, a lo mejor sueños, pero siempre es hermoso descubrirlo. La verdadera belleza reside en el interior y muchos la guardamos en lo profundo y mostramos al mundo una coraza, en casos para sentirnos seguros, fuertes y en otros por miedos, baja estima o quizás traumas, recuerdo haber dejado salir una lágrima hace muchos años cuando murió un amigo, disimulada rápidamente, porque los hombres no lloran, conceptos de crianza y costumbrismo, pero que en definitiva no volví a hacer. Confesión conmigo mismo, seguramente la más difícil, conversar con uno requiere tiempo, porque conocemos nuestros secretos, no existen el engaño o la mentira, el disfraz y menos la complacencia. Qué buen momento para detenernos, solo un instante, cerrar los ojos y sentirnos, un ejercicio de contemplación, que quizás pueda alguien hacer conmigo, en silencio, dejar que el tiempo no corra, que las imágenes como en una película pasen frente a nosotros, ser partes del todo, la energía presente puede sentirse, un calor que recorre el cuerpo y una sensación de paz, equilibrio y armonía. me sumerjo en un océano de luz donde todos podemos ser. Si alguien pudo sentirlo, fuimos uno un segundo. Dice un viejo adagio “yo y mi padre somos uno y uno con Dios es la mayoría y esa mayoría somos todos y a la vez uno con el universo”.

Bueno, solo eso, soy fan de Serrat y él dice “hoy las musas han pasao de mí”, quizás es mi caso o tal vez no...

Pensamientos y algunos recuerdos

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