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CAPÍTULO DOS Insomnio en Tomás Moro El vecino del presidente
Оглавление«Me asomé a un ventanal grande y vi cómo se abrían los portones y salían como cohete unos autos y dije: “Seguro ahí va Allende. Entonces esto va en serio”. Mi casa estaba en la esquina de Tomás Moro con Volcán Llaima»1.
Alrededor de las seis de la mañana de ese martes 11, el periodista Leonardo Cáceres recibió una llamada telefónica de un colega que le avisó de un levantamiento en Valparaíso y que le aseguró que el Golpe era inminente. Los rumores sobre una alzada del Ejército se habían multiplicado en los últimos meses, por eso el traslado del presidente en horas de la madrugada era la confirmación de que el momento había llegado. Cáceres era vecino de Salvador Allende, vivía justo al frente de la casa presidencial en el número 237 de avenida Tomás Moro. Horas después ambos se encontrarán cuando el presidente llame a radio Magallanes para pronunciar sus últimas palabras a los trabajadores de Chile.
Leonardo Cáceres y su esposa, la periodista Gabriela Meza, se visten rápidamente y parten hacia el centro de Santiago a sus respectivos puestos de trabajo.
Gabriela era subdirectora de la revista Paloma 2 y trabajaba en Quimantú 3 , por eso nos fuimos en citroneta hasta la Plaza Italia. Allí ya había un cerco de militares y nos dijeron que teníamos que desviarnos hacia el norte. Entonces me bajé del auto y Gabriela siguió hasta la editorial, que estaba al lado de la Escuela de Derecho, en Pío Nono, mientras yo seguí hasta la calle Estado, en dirección a la radio 4 .