Читать книгу Carne y hueso - Jonathan Maberry - Страница 4
ОглавлениеNOTA DEL AUTOR
Esta novela lidia, en parte, con el fenómeno del duelo. Benny, Nix, Lilah, Chong, todos tienen una razón para estar de duelo; todos perdieron algo muy importante. La gente que dejaron en Mountainside estaba traumatizada, como lo está la gente con la que se encuentran en Ruina. El duelo, en sus muchas formas, es uno de los temas que une los cuatro libros de esta tetralogía.
Mientras yo escribía este libro, falleció una gran y querida amiga mía. Leslie Esdale Banks (conocida como L.A. Banks), una prolífica autora de novelas de amor, criminales, paranormales y thrillers, perdió la batalla contra una rara forma de cáncer. Conocí a Leslie desde la escuela secundaria y fuimos colegas en el Club de los Mentirosos, un grupo de escritores dedicados a promover la literatura y el amor por la lectura. Leslie era muy humanitaria, un fiero intelecto y una de las personas más alegres que haya tenido la enorme buena fortuna de conocer.
Más o menos al mismo tiempo también falleció mi cuñado, Logan Howe. Era un hombre bueno y decente.
Luego de que ellos murieran, me parecía doloroso y difícil aceptar que el sol seguía brillando, que los pájaros cantaban en los árboles y el mundo giraba sin ellos. Así es el duelo. Resistirse o negarlo no hace ningún bien. Duele fingir que no duele. Parece extraño, pero es verdad.
Sé que muchos de los lectores de este libro han experimentado el duelo, o lo harán. Es humano que duela, pero todos los dolores sanan con el tiempo. La mejor manera para vivir el duelo es celebrar todas esas cosas que hacía la persona fallecida cuando vivía. Ésa es la luz a seguir. Eso es lo que hicimos mis amigos y yo cuando Leslie murió. Lloramos, pero también organizamos una fiesta y contamos historias fantásticas y reímos. Sé —claro que lo sé— que Leslie también reía con nosotros.
Y… hablar al respecto. Como Benny, Nix, Lilah y Chong hablan sobre su duelo en estas páginas. Encontrar alguien que escuche. Siempre hay gente dispuesta a escuchar. Siempre.
Si estás teniendo problemas para lidiar con el duelo, por favor pide ayuda. A tus padres, parientes, amigos, maestros, entrenadores, o a alguien en tu centro de culto. La gente va a escuchar, y el sufrimiento es algo que todos compartimos. No permitas quedarte a solas con él.