Читать книгу Extrañas criaturas - José Güich Rodríguez, Alejandro Susti - Страница 34
ОглавлениеSoy tan sencilla, casi rústica que al sol y a la luna me atrevo a repetir que un corazón es caracol.
Mantengo intrigados a mis lectores que se deleitan entendiendo y averiguando en las esquinas del futuro. Me divierte la diversa pasión de los niños por mis antiguas ambigüedades y nuevas analogías. Y no me arredra el bostezo torpe de los jóvenes que menosprecian la cándida invención de mi palabra.
Mis historias comprenden manuscritos del aire y ámbares parsimoniosos que, adivinos de lluvia, deambulan en los recovecos del idioma.
Yo y mis lectores vamos tomados de la palabra buscando llaves que iluminen el desierto correr de mis preguntas.
Despisto a los oyentes como espigas en los sueños oscuros que van en busca de lágrimas nocturnas entre árboles huraños.
Me es dulce la respuesta correcta, pero sufro si alguien interrumpe la alegre armonía de mi discurso. Aunque arcaica, los términos estrechos de un prematuro acierto —o equívoco— me sacan de quicio y, si esto acontece, dejo a quien me escucha con las manos vacías.
(La adivinanza)
De Adivinanzas.