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Día 4 de junio de 1967
ОглавлениеDía apretadísimo, que, para colmo de urgencias, no he comenzado hasta las 5,40. Mañana viaje a Malagón, para la tanda de ejercicios de las religiosas.
Termino de expresar la idea iniciada anoche: la lectura de suyo bastaría; sin embargo, dada la limitación de nuestras facultades, y su variedad, ha de completarse con la conversación, que, por su naturaleza más sensible, suele estimular nuestras facultades en direcciones, ordinariamente impasibles en el estudio privado. La capacidad de objetarse a sí mismo, aun de acoger las dificultades que nos presenta el libro, es muchas veces muy roma. Se aguza, en cambio, en la charla con un buen contradictor. No obstante, esto mismo no está exento de peligros, pues ante la objeción más llana y modestamente lanzada, el amor propio se excita, y la ira, o el mero afán de superación, entenebrecen el entendimiento en vez de agudizarlo. La charla, la observación, son tan sólo, por lo general, complementarias. Únicamente ciertas personas, muy especialmente, y muy ricamente dotadas, poseen la potencia de reflexionar por su cuenta, y alcanzar, por propia Minerva, las conclusiones rectas, que las obras de los buenos autores nos brindan, en forma inmediatamente asimilable.