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Instituciones

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“En los últimos años aumentó de manera significativa el análisis de la elección racional de las instituciones, a raíz de la creciente evidencia de la importancia que estas tienen en la determinación de los resultados económicos” (Greif y Kingston, 2011).

“Las instituciones son restricciones creadas por el ser humano para estructurar la interacción humana. Algunas son formales (las reglas, las leyes, la Constitución); otras, informales (normas de comportamiento, convenciones). En conjunto definen la estructura de incentivos de las sociedades y de sus economías… No hay nada automático acerca de la evolución de las condiciones que permitirán la existencia de transacciones con bajo costo, en los mercados impersonales, que son esenciales para las economías productivas” (North, 1994).

“Las instituciones no siempre son creadas para resultar socialmente eficientes; con frecuencia son creadas para defender los intereses de quienes tienen poder de negociación para modificar las reglas” (Dixit, 1996). “Según [Friedrich August von] Hayek, las reglas evolucionan hacia la optimalidad… Las instituciones desarrolladas como una respuesta eficiente a determinadas circunstancias pueden persistir aunque se hayan transformado en ineficientes… El problema de diseñar instituciones eficientes no consiste en elegir reglas que minimicen los ‘costos’, sino en alinear los incentivos para generar el máximo beneficio posible” (Greif y Kingston, 2011).

El enfoque no requiere que las personas sean siempre “racionales”, o que las instituciones elijan de manera racional. La perspectiva basada en la elección racional genera una teoría de la cual surgen predicciones empíricamente refutables, con respecto a las instituciones que podrían prevalecer en determinada situación… Esto implica un par de cosas: cómo son seleccionadas las instituciones y cómo se motiva a la población para que se inserte en patrones institucionalizados de comportamiento. Un enfoque, el de “instituciones-como-reglas”, enfatiza la importancia de la teoría de la selección de instituciones; otro, el de “instituciones-como-equilibrio”, privilegia la importancia de la teoría de la motivación… Ambos enfoques son complementarios.

La clave del enfoque “instituciones-como-equilibrio” es que el comportamiento y el esperado comportamiento de los otros, más que las reglas en sí, es lo que en última instancia induce a que la gente se comporte como lo hace… La corrupción que se desarrolla dentro de ciertos sistemas políticos en el mundo no se debe a la ausencia de reglas que la califican como un delito, sino a las particulares regularidades del comportamiento… En dicho enfoque las reglas son instituciones y las instituciones son las reglas… En el enfoque “instituciones-como-reglas” las creencias influencian el comportamiento a través de su impacto en las reglas. Según North (2005) “la clave para entender el proceso de cambio pasa por la intencionalidad de los participantes en promulgar el cambio institucional y su comprensión de las cuestiones en juego”. (Greif y Kingston, 2011).

El enfoque institucional reúne un conjunto de ideas, planteadas, desarrolladas y diseminadas principalmente por Ronald Harry Coase, Douglass Cecil North, Mancur Lloyd Olson, Oliver Eaton Williamson y Kamer Daron Acemoglu.23

Coase

En 1991 le otorgaron el Premio Nobel de Economía, “por su descubrimiento y clarificación del significado de los costos de transacción y los derechos de propiedad, sobre la estructura institucional y el funcionamiento de la economía”. No sorprendentemente, su conferencia Nobel (Coase, 1991) se titula La estructura institucional de la producción. Su reputación se basa en dos artículos, publicados en 1937 y 1960.

En La naturaleza de la empresa (Coase, 1937) afirmó que “los economistas pensamos el sistema económico siendo coordinado por el mecanismo de los precios, y a la sociedad no como una organización sino como un organismo. Esta descripción no corresponde a lo que ocurre dentro de las empresas, donde las transacciones de mercado son sustituidas por la acción del empresario-coordinador, que dirige la producción… Si un asalariado se mueve del Departamento Y al X, no lo hace por un cambio de precios relativos, sino porque su jefe se lo ordena… ¿Por qué existen las firmas, en una economía de mercado? Porque utilizar el mecanismo de los precios es costoso… Es improbable que las empresas existan en ausencia de incertidumbre… ¿Por qué no toda la producción es realizada por una única empresa? Porque a medida que aumenta su tamaño, suben los costos de organización. Las empresas crecen hasta que el costo de realizar una operación dentro de ellas iguala el costo de realizarla afuera”.24

Brillante idea, como muestra la experiencia. Es más, en algunos casos –el de la fotocopiadora, por ejemplo– genera una dinámica, cuando el responsable de una empresa, horrorizado por el desperdicio que genera el hecho de que cuando la máquina está en la empresa los empleados actúan como si fotocopiar fuera gratis, decide tercerizar el servicio. Pero al tiempo, horrorizado por la cuenta que le llega de la empresa tercerizada, vuelve a instalar una fotocopiadora dentro de su empresa. En la década de 1980 el servicio de cafetería del MIT estaba a cargo de Marriot, porque como me dijo Rudiger Wilhelm Dornbusch, “nosotros sabemos dictar clases, no preparar café”.

A veces la decisión de tercerizar no tiene tanto que ver con la tecnología, o la toma de decisiones individual, cuanto con razones impositivas o judiciales. ¿Quién se hace cargo de un accidente laboral, la empresa contratista o la que realiza determinada tarea? Aquí también se plantea una cuestión dinámica, porque la tercerización de ciertas labores, para los tribunales del trabajo, no siempre elimina la responsabilidad de la empresa que contrató el trabajo.

En El problema del costo social Coase (1960) afirmó que se necesita un cambio de enfoque, abandonando el propuesto por Arthur Cecil Pigou, de penalizar a quien genera deseconomías externas, y alentar a quien genera economías externas. En sus palabras:

Si la empresa A afecta de manera negativa a la B, la verdadera cuestión es: ¿se debe permitir que A deteriore a B, o que B deteriore a A? Cuando no existen los costos de transacción, la asignación de los recursos será la misma, haya o no compensación por los daños ocasionados. Porque en dicho contexto lo único que se necesita es que los derechos de propiedad estén bien definidos y que los resultados de las disputas legales sean fáciles de pronosticar. Si se piensa a los factores productivos como derechos, surge claramente que el derecho a generar efectos negativos (como la creación de humo, ruido u olor) también es un factor de producción. De la misma manera que podemos utilizar una porción de tierra para impedir que algún otro la cruce, estacione su auto o construya su casa, también la podemos utilizar para impedirle una vista, silencio o aire puro.25

La monografía “tuvo una influencia inmensa entre los abo­gados, pero no entre los economistas. Donde aparecen los costos de transacción surge naturalmente la importancia del sistema legal. En los mercados no se transan cantidades físicas, sino el derecho a realizar ciertas acciones” (Coase, 1991).

El “teorema” de Coase tiene una implicancia nítida e importante: antes de encargarle al Estado que solucione el problema, redúzcanse los costos de transacción para ver si las partes no pueden ponerse de acuerdo. Mi ejemplo preferido: un edificio de departamentos linda con un terreno baldío. Por imposición de las autoridades municipales, la pared medianera no puede tener aberturas, “una pérdida de bienestar derivada de una decisión pública”, diría Coase. Él recomendaría, por ejemplo, que los dueños de los departamentos se reunieran con el propietario del terreno y que negociaran que hasta que este último construyera un edificio, los primeros pudieran instalar ventanas sobre la pared medianera, pagándole al dueño del terreno los impuestos municipales, o afrontando los gastos para mantenerlo limpio.

“El enfoque de los costos de transacción no provee un encuadre analítico, sino una conceptualización poco precisa, para sistematizar los varios modelos existentes… Muchas prácticas empresariales, aparentemente ineficientes, analizadas en profundidad se explican como intentos para enfrentar difíciles costos de transacción… Es necesario mejorar y profundizar la teoría política estándar referida a los resultados ineficientes” (Dixit, 1996). “El teorema de Coase tiene que ver con la responsabilidad, depende de que alguien sea responsable o no, de los daños que pueda causar… La ley de propiedad determina quién es dueño de algo, pero el mercado determina cómo será utilizado… La gente no contamina porque le guste contaminar. Lo hace porque es más barato producir de esa manera. La manera más barata de producir es el lado bueno, la pérdida de valor que tenés por contaminar es el lado malo. Hay que comparar los dos. Esa es la forma de mirarlo” (Coase, en Hazlett, 2001).

“¿Por qué importa el proceso político en el que se desarrolla la política económica? En el mundo planteado por el teorema de Coase es irrelevante, pero dicho teorema no describe la realidad, sino que es una idealización para explicar por qué la realidad difiere del ideal. En las relaciones económicas el teorema de Coase falla por la existencia de ‘costos de transacción’” (Dixit, 1996). Ocurre exactamente lo mismo con el análisis de la igualación del precio de los factores (Samuelson, 1948 y 1949) y la independencia del valor de una firma con respecto a su estructura de financiamiento (Miller y Modigliani, 1958; Modigliani y Miller, 1961). Al mostrar las condiciones bajo las cuales se dan los citados resultados, Samuelson en un caso y Modigliani y Miller en el otro, explicaron por qué nada de esto se verifica en la práctica.

North

En 1993 compartió con Robert William Fogel el Premio Nobel de Economía, “por haber renovado la investigación en historia económica, aplicando la teoría económica y los métodos cuantitativos para explicar el cambio económico e institucional” (Comité Nobel, 1993). “Fogel es principalmente el empirista; North, el gran teorizador” (Goldin, 1995). “Es uno de los principales economistas que enfatizó que hay que prestarle mucha más atención a la estructura institucional de la sociedad, y en particular al sistema de derechos de propiedad, para explicar el diferente crecimiento económico de los países” (Libecap, 1992);26 “es uno de los grandes arquitectos de la ‘nueva historia económica’, donde las instituciones juegan un rol esencial” (Beaud y Dostaler, 1995).27

“Coase (1937 y 1960) realizó la conexión crucial entre instituciones, costos de transacción y teoría neoclásica” (North, 1994). “Los trabajos de Armen Albert Alchian, Steven Ng Sheoug Cheung, Harold Demsetz y otros pusieron sobre la mesa la cuestión de los derechos de propiedad y los costos de transacción. North se encaramó sobre estos precursores y planteó una teoría de las instituciones, mostrando su relevancia para la historia económica… Su contribución no es una idea única, sino un concepto básico que fue mejorando y expandiendo de manera continua a lo largo del tiempo, y que mostró su utilidad al ser aplicada a la historia económica” (Myhrman y Weingast, 1994). “Según North (1990) el cambio institucional es path-dependent (dependiente del curso que adoptó en el pasado)” (Greif y Kingston, 2011).

“La evolución de su pensamiento sobre costos de transacción, derechos de propiedad e instituciones políticas, se refleja claramente en North (1981)… Notó la siguiente paradoja: ‘La existencia del Estado es esencial para el crecimiento económico, pero el Estado es la fuente del declino económico fabricado por el hombre’” (Libecap, 1992). “Herbert Alexander Simon fue pionero en tratar de persuadir a los cientistas sociales, para que examinaran la percepción subjetiva del protagonista, acerca de cómo funciona el mundo” (North, en Breit y Spencer, 1995).

En su conferencia Nobel (North, 1994) afirmó:

La teoría neoclásica es simplemente una herramienta inapropiada para analizar y prescribir políticas que induzcan el desarrollo… Este ensayo se ocupa de las instituciones y el tiempo. Modifica la teoría neoclásica, reteniendo el supuesto fundamental de escasez, pero modificando el supuesto de racionalidad. Le adiciona el elemento temporal… Hay que desmantelar el supuesto de racionalidad para enfocar de manera constructiva la naturaleza del aprendizaje humano. La historia demuestra que las ideas, las ideologías, los mitos, los dogmas y los prejuicios tienen importancia… Las instituciones son restricciones creadas por el ser humano para estructurar la interacción humana. Algunas son formales (las reglas, las leyes, la Constitución), otras informales (normas de comportamiento, convenciones). En conjunto definen la estructura de incentivos de las sociedades y de sus economías… No hay nada automático acerca de la evolución de las condiciones que permitirán la existencia de transacciones con bajo costo, en los mercados impersonales, que son esenciales para las economías productivas.

Olson

En 2000 afirmó que “el ingreso por habitante de los países más ricos es más de 20 veces el de los países más pobres. No hay forma de explicar la pobreza extrema ignorando la forma en que las naciones son ‘desgobernadas’. ¿Por qué algunas economías de mercado son pobres, y otras son ricas? En todos los países hay comerciantes despiertos, que atienden con deferencia. ¿Por qué si los mercados generan prosperidad, no lo hacen en los países pobres? Porque para capturar las ganancias del comercio tiene que haber un sistema judicial y político que fuerce a cumplir los contratos, proteja la propiedad privada y facilite la existencia y el uso generalizado del mercado de capitales. En la actualidad prácticamente todos los economistas [y probablemente también quienes cultivan otros campos del saber] están de acuerdo en que las sociedades tienen mayor probabilidad de prosperidad cuando hay claros incentivos para producir y apropiarse de las ganancias de la cooperación social, a través de la especialización y el comercio”.

Williamson

En 2009 compartió el Premio Nobel de Economía con Elinor Claire Ostrom. Según el Comité Nobel, mereció el galardón “por su análisis de la gobernanza económica, especialmente qué tareas se realizan dentro y cuáles fuera de cada empresa… Argumentó que los mercados y las organizaciones jerárquicas, como las empresas, representan organizaciones de gobernanza alternativas, que enfocan de manera diferente la resolución de los conflictos. El problema de los mercados es que alientan el regateo y el desacuerdo, el problema con las empresas es que sus directivos abusan de su poder”.28

Enseñó que mercados, empresas, asociaciones, agencias y hasta familias deben ser analizadas desde el punto de vista de la resolución de los conflictos… A comienzos de la década de 1970 [particularmente en Williamson, 1971] argumentó que a veces las organizaciones jerárquicas dominan los mercados porque constituyen una manera más eficaz para solucionar los conflictos… Cuando la tendencia al regateo es sustancial, no hay garantía que el acuerdo final sea inmediato o eficiente… Su idea principal se basa en dos factores: no hay necesidad de formar empresas cuando no hay limitaciones en los contratos, y tampoco la hay cuando compradores y vendedores pueden fácilmente encontrar a sus contrapartes. Las empresas emergen cuando las transacciones son complejas y no estandarizadas, y cuando las partes que realizan la transacción son mutuamente dependientes. Por ejemplo, cuando las partes tienen activos que solo son valiosos dentro de cierta relación (por eso, cuando están distantes, hay integración vertical entre una mina de carbón y una generadora de electricidad que lo utiliza como insumo)… Según él, las grandes corporaciones existen principalmente porque son eficientes, al aprovechar las economías de escala. (Comité Nobel, 2009).

Acemoglu

Junto con James Alan Robinson, en 2012 publicaron Por qué fracasan las naciones, exitoso trabajo de divulgación de la importancia de las instituciones en los resultados económicos. En sus palabras: “Los habitantes de Corea del Sur tienen niveles de vida similares a los de España o Portugal; los de Corea del Norte, parecidos a los de los países africanos al sur del Sahara: en promedio, la décima parte de los de aquellos. Esta diferencia no existía antes de la Segunda Guerra Mundial, sino que resulta de haber elegido diferentes formas de organizar sus economías… Las instituciones económicas inclusivas promueven la actividad económica, el crecimiento de la productividad y la prosperidad económica; las instituciones económicas extractivas, lo contrario. Durante el siglo XVII el ingreso de los españoles cayó; el de los ingleses, aumentó”. El capítulo dedicado a la Gloriosa Revolución inglesa de 1688 me pareció mejor que el análisis del caso argentino.29

Política económica para decidir en tiempos difíciles

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