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Teoría de la Dependencia

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En lo que va de esta sección del capítulo se analizan casos en los cuales los funcionarios son esclavos de su propio egoísmo, cuando sacrifican bienestar popular para ser reelectos, o de su propio bolsillo, cuando cometen actos de corrupción. Pero en el mundo en desarrollo también se desarrollaron esquemas con funcionarios esclavos de gobiernos y sectores privados extranjeros. Según este enfoque, no se trata tanto de que los funcionarios sean perversos, sino de que –particularmente si completaron sus estudios en universidades ubicadas en el Primer Mundo– sus cerebros fueron lavados, por lo cual al volver a sus países actúan sin reinterpretar lo que estudiaron a la luz de las realidades existentes en sus países de origen. Ejemplo: abren la economía sin prestarles atención a las consideraciones de segundo mejor.

Dentro de esta perspectiva se destaca la denominada “Teoría de la Dependencia”, que se inserta dentro del desarrollo del capitalismo periférico, reseñada en Palma (1987). La dependencia como una teoría de la “inhibición” del desarrollo capitalista en la periferia se centra en el hecho de que la independencia política de las naciones atrasadas no siguió el pronóstico de Karl Heinrich Marx y Rosa Luxemburgo, de que una “revolución democrática burguesa” era un elemento esencial del proceso de emancipación capitalista.

La dependencia como análisis de procesos capitalistas específicos, enfoque desarrollado por Fernando Henrique Cardoso y Enzo Doménico Faletto, presenta a las economías periféricas como una parte integral del sistema capitalista mundial, en un contexto de internacionalización creciente. La dependencia es una de las características de los “determinantes generales” del sistema capitalista mundial. En la periferia las sociedades están estructuradas a través de estructuras desiguales y antagónicas de organización social.

En cuanto a la dependencia como una teoría del “desarrollo del subdesarrollo”, André Gunder Frank afirmó: “Rechazo la idea de un subdesarrollo ‘original’, una sociedad ‘tradicional’, y por consiguiente el esquema de ‘etapas del desarrollo’. Mi lectura alternativa, planteada en 1963, es la del desarrollo del subdesarrollo. En tal año escribí: ‘Subdesarrollo no es simplemente ausencia de desarrollo. Antes del desarrollo no había subdesarrollo’” (Frank, en Arestis y Sawyer, 1992).

“Fue uno de los críticos más severos de las teorías del desarrollo que vieran la luz durante la década de 1960. Utilizó los términos ‘centro’ y ‘periferia’, de Raúl Prebisch, para expresar relaciones jerárquicas, y afirmó que como el sistema capitalista tiene alcance mundial, el desarrollo de los centros y el subdesarrollo de la periferia son dos caras indispensables del mismo fenómeno, el capitalismo global, quedando la revolución como única alternativa” (Beaud y Dostaler, 1995).

El desarrollo es, en sí mismo, un proceso social; aún sus aspectos puramente económicos trasparentan la trama de relaciones sociales subyacentes… El enfoque de la dependencia analiza los problemas del “desarrollo económico” a partir de una perspectiva de interpretación que insiste en la naturaleza política de los procesos de transformación económica… La novedad de la hipótesis no está en el reconocimiento de la existencia de una dominación externa –proceso evidente–, sino en la caracterización de la forma que asume y de los efectos distintos, con referencia a las situaciones pasadas, de este tipo de relación de dependencia sobre las clases y el Estado.36

Para permitir una interpretación global del desarrollo es necesario estudiar desde el inicio las conexiones entre el sistema económico y la organización social y política de las sociedades subdesarrolladas. No solo en ellas y entre ellas, sino también en relación con los países desarrollados… En este sentido hay que distinguir entre la situación de los países subdesarrollados con respecto a los que carecen de desarrollo. La situación de subdesarrollo se produjo históricamente cuando la expansión del capitalismo comercial, y luego el capitalismo industrial, vinculó a un mismo mercado economías que, además de presentar grados diversos de diferenciación del sistema productivo, pasaron a ocupar posiciones distintas en la estructura global del sistema capitalista… Hay que analizar cómo se constituyeron los grupos sociales internos que lograron definir las relaciones hacia fuera que el subdesarrollo supone. (Cardoso y Faletto, 1969).

En los países subdesarrollados el sistema productivo está esencialmente determinado por las relaciones internacionales… La primera consecuencia de la dependencia consiste en preservar al sector exportador tradicional, lo cual en el plano político implica el mantenimiento del poder por parte de las oligarquías tradicionales decadentes. En países donde estos sectores están controlados por el capital extranjero, esto significa la remesa al exterior de altos beneficios. La industrialización no ofrece perspectivas esperanzadoras… Los intentos de analizar el atraso como el fracaso para asimilar los modelos avanzados de producción, o la modernización, no son nada más que ideología disfrazada de ciencia… La dependencia de los países latinoamericanos no puede ser superada sin un cambio cualitativo de sus estructuras internas y de sus relaciones externas… Todo indica que lo que cabe esperar es un largo proceso de fuertes confrontaciones políticas y militares, que conducirá a los países a un dilema: gobiernos de fuerza, que le abrirán las puertas al fascismo, o gobierno revolucionarios populares, que le abrirán las puertas al socialismo. Las soluciones intermedias (propuestas por CEPAL, UNCTAD, BID) probaron, en esta realidad contradictoria, ser vacías o utópicas. (Dos Santos, 1970).

No estamos en la década de 1970, no solo en términos calendarios, sino también en términos de la globalización real y financiera, la multiplicación de los efectos de contagio y demás. Todo ello requiere la correspondiente actualización. No solo el eje principal del análisis económico tiene que ponerse a tono con las actuales circunstancias, sino también los cuestionamientos globales.

Política económica para decidir en tiempos difíciles

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