Читать книгу Protocolo para la organización de actos oficiales y empresariales. - Juan de Dios Orozco López - Страница 11
2.4. El islam y el protocolo
ОглавлениеParece que el islam es la religión que más mandamientos tiene relacionados con los modales, la etiqueta y la cortesía.
Hay numerosos relatos en los escritos sagrados de esta religión que detallan extensísimos catálogos de normas para las relaciones sociales, además de especificar los rituales que deben seguirse antes, durante y después de las ceremonias.
La religión musulmana orienta a sus practicantes hacia la perfección espiritual y presencial. Todos los musulmanes deben cuidar su presencia y comportamiento público “distinguiéndose por su apariencia, vestimenta y comportamiento decente y buenas acciones, para que sea un buen ejemplo y un digno portador del grandioso mensaje que le transmite a las personas[7]”.
Para un buen musulmán, es inseparable la naturaleza interna de la persona de su apariencia, procurando un equilibrio entre las exigencias de cuerpo, mente y espíritu.
Menciono, a continuación, algunas de las normas de conducta que un buen musulmán debe cumplir:
“Si alguno de vosotros quiere bostezar, que trate de evitarlo tanto como le sea posible[8]”. El bostezo es la muestra inequívoca de aburrimiento y, por lo tanto, pone de manifiesto que lo que acontece carece de interés.
“Menciona el nombre de Allah, come con la mano derecha, y come de lo que está directamente delante de ti[9]”. La izquierda es una mano impura en el islam y por eso, tanto el saludo llevado a cabo por los hombres como cualquier otra acción pública se practican con la mano derecha. En cuanto a la obligación de comer “[…] de lo que está directamente delante de ti”, parece que es un requerimiento social para evitar entorpecer a los demás.
“El creyente se lleva bien con las personas y ellas se sienten cómodas con él. No hay beneficio en el que no se lleva bien con las personas y con quien ellas no se sienten cómodo”[10]. La amabilidad y la benevolencia son condiciones exigibles para el buen musulmán.
“El musulmán nunca se olvida que el islam lo anima a cuidar su apariencia y vestirse con ropa limpia cada vez que reza, y que también le advierte de no excederse en eso convirtiéndose en un esclavo de su apariencia”[11].