Читать книгу Fisiología, entrenamiento y medicina del baloncesto (Bicolor) - Julio Calleja González - Страница 10
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Carga externa en baloncesto.
Variables e indicadores
J. Calleja (1), J. Lekue (1), X. Leibar (1), N. Terrados (2)
(1) Centro de Perfeccionamiento Técnico. Departamento de Cultura. Dirección de Deportes del Gobierno Vasco. Federación Española de Baloncesto.
(2) Unidad Regional de Medicina Deportiva del Principado de Asturias. Fundación Deportiva Avilés. Departamento de Biología Funcional de la Universidad de Oviedo.
1. INTRODUCCIÓN
En este capítulo, a través del análisis de las demandas físicas que exige el baloncesto, se pretende exponer y recopilar la información escrita en lo referente a los indicadores externos de los que se dispone para analizar los requerimientos físicos del juego en función de los puestos.
Los contenidos se encuentran estructurados en los siguientes puntos:
•Análisis de los jugadores.
•Tiempo de acción/pausa.
•Número de acciones durante el transcurso de los partidos.
•Duración de los desplazamientos.
•Velocidad de acciones y desplazamientos.
•Distancia recorrida.
•Tipo e intensidad de desplazamientos.
2. ANÁLISIS DE LOS JUGADORES
En la literatura se definen cinco posiciones claramente diferenciadas en función de la posición ocupada en la pista de juego, tanto en defensa como en situación de ataque.
•Base.
•Escolta.
•Alero.
•Ala-pivote.
•Poste (pivote).
Cada jugador, en función del puesto ocupado, desarrollará unas funciones específicas dentro del terreno. De la misma forma, cada jugador de baloncesto presentará unas características propias (Lorenzo, 2000).
2.1. BASE
Habitualmente son los jugadores cuya principal misión en el terreno es la dirección del equipo. Sus características se definen en los estudios que analizan las diferentes posiciones del juego (Colli y Faina 1987, Hernández Moreno et al., 1988, Cañizares y Sampedro, 1993). Normalmente son los deportistas de menor estatura dentro del equipo. En una investigación desarrollada por Lentini et al. (1986), se estimó que los bases podrían situarse en una situación intermedia ectomórfica, pero también con perfil mesomórfico. Jelilic et al. (2002) observaron que los bases presentaban medidas más bajas en un elevado número de variables cineantropométricas, concluyendo que su distribución era mesomórfica en un grupo de jugadores junior de elite europea. En los trabajos presentados por Soriano y Galiano (1998) se determinó que el porcentaje graso subcutáneo era de un 10% para los bases.
Colli y Faina (1987) realizaron un trabajo con deportistas de primer nivel de la liga italiana de baloncesto; concluyeron que el jugador que juega en la posición nº 1 o de base recorre aproximadamente 3.500 metros (m) en cada partido jugado. Esa cantidad se compone de 1.175 m recorridos a ritmo lento (1-3 m/s), 1.125 m a ritmo medio (3-5 m/s) y 1.200 m a ritmo rápido (> 5 m/s).
Sin embargo, en otro estudio realizado por H. Moreno et al. (1988), los metros recorridos en cada partido oscilaban en torno a los 6.104. Si hiciéramos una comparación diferenciando partidos de nivel nacional e internacional, el base recorre una distancia de 3.775 m, de los cuales un 43% se realiza en todas las acciones defensivas. Riera (1986) obtuvo datos parecidos en su estudio, en el cual evaluó la distancia recorrida por el base en un total de 5.913 m, con predomino del ritmo medio.
Con relación al número de acciones de salto realizadas por los directores del juego (acciones de coger rebotes, luchas, etc...), observamos en los estudios los siguientes datos.
En el trabajo anteriormente citado, el jugador nº 1 realiza un total de 27 saltos durante la competición. H. Moreno et al. (1988) cuantifican en 25 el número de saltos con un grupo de jugadores de la liga ACB.
Por otro lado, Cañizares y Sampedro (1993), en su estudio con jugadores de primera línea nacional, describieron 31 saltos por partido, coincidiendo con otros autores, situando el promedio de los mismos en 27 saltos durante la competición, dependiendo de las características y del nivel del deportista, así como de la propia competición.
2.2. ALERO
El alero es el jugador conocido como “3”, cuya definición en la pista viene determinada por el juego lejano al aro. Su característica más evidente es el tiro, aunque también es un jugador que tiene capacidad para penetrar a canasta y en determinados aspectos del juego ayudar en el rebote. Suelen ser jugadores próximos a los 2 m de estatura, con un biotipo ectomorfo y longitud de palancas, aunque en función de las ligas y el origen de los deportistas encontramos múltiples diferencias.
Miller y Bartlett (1994) observaron las diferentes acciones del alero en el transcurso de la competición.
•Posición estática ..................................26,9%
•Caminando...........................................39,6%
•Corriendo ............................................18,6%
•Driblando o esquivando ..........................10%
•Saltando...................................................0,8%
Con relación a la distancia recorrida por cada uno de los aleros en la pista, en los trabajos desarrollados por Colli y Faina (1987) cuantificaron en 4.150 m los recorridos por los aleros, de los cuales 1.300 m se realizaban a un ritmo lento (1-3 m/s), 1.800 m a ritmo medio (3-5 m/s) y 1.050 m a ritmo rápido (> 5 m/s).
Sin embargo, H. Moreno (1988) aportó datos distintos a los anteriores. En sus investigaciones con deportistas de la liga española, observó recorridos totales de 5.632 m en aleros. Posiblemente esta discrepancia venga determinada por la diferencia de nivel entre las ligas española e italiana.
Las acciones de salto durante la competición también las han estudiado algunos autores en la literatura científica. Así, Colli y Faina (1987) cuantificaron 32 acciones de salto por partido. En contraste, otros estudios encuentran valores sensiblemente superiores, como 71 saltos de media por partido (H. Moreno et al., 1988).
Se observan diferencias significativas entre los trabajos presentados por los diferentes autores, que una vez más muestran las notables diferencias existentes en la máxima categoría del baloncesto entre ligas europeas.
2.3. POSTE
El pívot es por excelencia el jugador que ocupa espacios cercanos al aro distinguimos dos roles dentro de esta posición. Por un lado (poste o center) es el jugador más alto y juega en la posición nº 5. Normalmente son jugadores de talla muy elevada, por encima de los 2 m y 8 cm. Actualmente en EE.UU. existen jugadores que juegan en esta posición con estaturas superiores a los 2 m y 15 cm.
El biotipo de este modelo de deportista es mesomorfo y en algunos casos endomorfo, en el cual el factor peso y fuerza relativa son determinantes. Por otro lado, tenemos el nº 4 que es un jugador más bajo. Los jugadores en esta posición son ligeramente más bajos, en torno a los 2 m y 5 cm, pero con características sustancialmente diferentes. Su biotipo es mesomorfo habitualmente.
Siguiendo con el análisis de los jugadores, se observa en el pívot un recorrido menor en la totalidad de las acciones. Es el jugador que recorre menos cantidad de metros.
En los trabajos de Colli y Faina (1987) se cuantificó en los jugadores interiores (nº 4 y nº 5) una distancia recorrida de 2.775 m por partido, de los cuales 350 m se realizaban a un ritmo lento, 1.700 m a un ritmo medio y 725 m a ritmo rápido. Sin embargo, H. Moreno, en el trabajo que publicó el mismo año, aportó datos superiores (5.552 m), prácticamente el doble de la distancia que mostraban los datos del grupo de Colli y Faina.
En el mismo estudio se observaron 100 acciones de salto; sin embargo Colli y Faina únicamente cuantificaron 32 saltos por partido. Son diferencias significativas, que una vez más muestran los diversos niveles de competición entre ambas ligas profesionales.
Tabla 1.1. Distribución del esfuerzo por cuartos para un alero (Laroche et al., 2002).
Otros autores, como Janeira y Maia (1998), Gradowska (1974) y Araujo (1982), también aportaron diferentes datos sobre saltos realizados en competición, aunque sin especificar las diferencias entre puestos (Tabla 1.2).
Tabla 1.2. Número de saltos de media por partido en diferentes estudios.
Figura 1.1. Jugador del Proyecto Siglo XXI de la Federación Española y CPT-G. Vasco realizando un salto durante un entrenamiento. Fotografía de Juan Flor.
En un estudio publicado recientemente por Rodríguez et al. (2003) se analizaron 16 partidos de la liga ACB durante la temporada 2000/ 2001. En el trabajo, los autores observaron algunos aspectos relacionados con el salto que hasta entonces no se habían estudiado, tal y como se muestra en la tabla 1.3.
En el mismo estudio también se observó que a lo largo de los 16 partidos estudiados se realizaron 1.013 saltos con un pie y 4.070 con dos pies. Además, en las secuencias de ataque se ejecutaron 3.116 saltos, mientras que en defensa únicamente se contabilizaron 1.943.
En resumen, podemos concluir que en la literatura existen diferencias sustanciales en el número de acciones de salto propuestas por diferentes autores, posiblemente debido a las distintas poblaciones estudiadas, así como la diversidad de ligas en la que se han realizado los mismos, con relación al puesto (española, italiana). En aquellos trabajos que únicamente aportan datos medios de acciones de salto en competición en ligas menores (polaca, portuguesa), las diferencias no han sido significativas, siempre teniendo en cuenta que son trabajos realizados con la reglamentación antigua en la que los partidos duraban 2 tiempos de 20 min cada uno, a excepción de un estudio presentado por Rodríguez y colaboradores (2003). Por lo tanto, creemos que es necesario cotejar estos datos con estudios realizados con deportistas que participen en competiciones con la nueva reglamentación de 4 tiempos de 10 min.
3. TIEMPO DE DURACIÓN DEL ESFUERZO Y PAUSAS
Conocer nuestra disciplina con relación a la distribución de los tiempos de duración y pausa de cada una de las acciones, es determinante en el análisis del juego (Lorenzo, 2000).
Dal Monte (1987) definió que el 16% de los períodos de juego en baloncesto tienen una duración menor de 20 s durante un partido.
Tabla 1.3. Análisis de tipos de saltos por partido en equipos de ACB (Rodríguez et al., 2003).
Figura 1.2. Jugador del Proyecto Siglo XXI de la Federación Española y CPT-G. Vasco realizando un salto durante un entrenamiento. Fotografía de Juan Flor.
En los estudios realizados por Colli y Faina (1987) y H. Moreno (1988) se obtuvieron las siguientes conclusiones:
•El 52% de los tiempos de juego oscilan entre 11-40 s.
•El 42% de los tiempos de pausa también oscilan entre 11 y 40 s, en los cuales las acciones son preferentemente cambios, faltas personales, tiempos muertos, balones que salen del campo, etc.
•La pausa con duración superior a 4 s se corresponde generalmente con tiros libres y tiempos muertos.
•Las duraciones de tiempo de juego superiores a 1 min son poco frecuentes.
•El tiempo de juego tiene consecuencias sobre el tiempo de pausa, si el primero aumenta el segundo también.
•La única diferencia que se observa en los estudios presentados entre ambos autores radica en el porcentaje sobre el tiempo total. Colli y Faina (1987) concluyeron en sus estudios que el 52% de los tiempos de participación rondaban los 11-40 s. Sin embargo H. Moreno (1988) determinó que el 72,1% del tiempo total de juego oscilaba entre 0 y 40 s.
Tabla 1.4. Tiempos de esfuerzos y pausas en baloncesto (Colli y Faina, 1987).
Cometti (2002), en su libro sobre preparación física en baloncesto, presenta los datos anteriormente expuestos sobre características detalladas de los diferentes esfuerzos producidos en baloncesto (figura 1.3).
Blanco (1987), por su parte, concluyó que en sus estudios el 60% de los tiempos de juego eran inferiores a los 30 s.
Carreño et al., (1998) realizaron un estudio cuyo objetivo era el análisis de las secuencias de juego en dos ligas de baloncesto españolas (ACB y EBA). Los resultados más relevantes obtenidos en él muestran que el tiempo total de posesión del balón en liga ACB es significativamente superior al de la liga EBA.
Figura 1.3. Diferentes esfuerzos producidos en baloncesto (Cometti, 2002).
Hoffman y Mares (2000) comunican que se desarrolla una acción de intensidad cada 21 s, el equivalente al 15% del tiempo total de juego. Papadopoulos et al. (2002), después de analizar 42 partidos de liga y 18 partidos internacionales, llegan a la conclusión de que el 88% de las acciones de juego están compuestas por 16 s de acciones y 17 s de recuperación. Por consiguiente, se propone un entrenamiento de resistencia inter-válico específico, acomodado a este esfuerzo, con 16 s de trabajo y 20 s de descanso. Finalmente, Apostolidis y su grupo de trabajo concluyeron que el 22% del tiempo total de partido se desarrolla a intensidad moderada, el 65% son actividades de intensidad superior a la carrera y el resto (13%) muy intensas.
Tabla 1.5. Tiempo de juego y pausa durante el partido (Zaragoza, 1996).
Barrios (2002) publicó un estudio donde compara los valores de participación y pausa obtenidos bajo la reglamentación actual con los observados por Sampedro y Cañizares (1993) y H. Moreno (1988) el cual refleja que el 73,5% de los tiempos de participación oscilan entre 0 y 40 s y que el 72,8% de los tiempos de pausa duran entre 0 y 40 s, siendo la relación de tiempo de juego-tiempo de pausa actualmente de 1 y 1. Esto no hace más que refrendar la idea de que en el baloncesto actual es tan importante la pausa, entendida ésta como la capacidad de recuperación, como la ejecución de las diferentes acciones.
Podemos concluir que en general se da una relación directa entre el tiempo de esfuerzo de acciones y las pausas en proporción de 2/1 y 1/1 (20-40 s/ 10-20 s, 10-20 s/10-20 s, 20-40 s/20-40 s), durante la competición en baloncesto, según aportan los estudios publicados hasta la fecha por los diferentes autores, aunque todos contemplan los 2 tiempos de 20 min.
4. FRECUENCIA DE ACCIONES
La frecuencia de acciones realizadas durante el juego es otro de los aspectos que más se han estudiado en los deportes de conjunto por diversos grupos de trabajo (Reilly et al., 1990; Colli y Faina, 1987). En baloncesto, los estudios aportados son numerosos y se han citado anteriormente.
H. Moreno (1988), en un trabajo realizado durante la competición ACB con un grupo de jugadores, observó que se realizan un total de 88 acciones de ataque y otras tantas en defensa. Por su parte, Colli y Faina (1985) publicaron otro artículo con jugadores de la Liga italiana y obtuvieron 71 acciones de media por partido.
En el mismo trabajo se comunicó el porcentaje realizado en cada una de las diferentes acciones técnicas así como la distribución de las mismas (7% de tiros, 22% de pases, 66% de botes).
McInnes et al. (1995), estudiaron a un grupo de jugadores australianos, que durante los partidos ejecutaban un total de 1.000 acciones de cambio de movimiento, lo que justifica el carácter intermitente del juego.
Hoffman y Maresh (2000) contabilizaron que en 48 min (4 x 12) de partido se hicieron 997 ± 183 cambios de dirección, es decir, aproximadamente 1 cada 2 s.
Tabla 1.6. Porcentaje de acciones en baloncesto durante el partido (H. Moreno, 1988).
Carreño et al., (1998), en su estudio realizado sobre dos ligas de baloncesto españolas (ACB y EBA), observaron que en la liga ACB se producen un mayor número de jugadas con más de una acción; sin embargo, en la liga EBA se dan más situaciones de jugadas de punto directo.
Recientemente, Rojas et al. (2000) presentaron un trabajo con jugadores de la liga ACB. La conclusión principal que obtuvieron fue que la acción de salto era la que más influye en el resultado final del juego, en un 41% de los puntos totales.
Hasta la fecha no se han publicado estudios científicos que cotejen estos datos con la nueva reglamentación FIBA, en la que los tiempos son de 10 min.
5. DURACIÓN DE DESPLAZAMIENTOS
La duración de los diferentes desplazamientos realizados durante la competición es otro de los parámetros estudiados en el control de lo que se denomina la carga externa de trabajo.
En el estudio presentado por H. Moreno (1988), para poder evaluar el ritmo con el que se recorren las diversas distancias, se diferencian cuatro niveles de intensidad. Los datos obtenidos se exponen en la tabla 1.7.
6. VELOCIDAD DE ACCIONES y DESPLAZAMIENTOS
Según Verma et al. (1978), el baloncesto es un juego en el que el requerimiento de velocidad, de acciones de velocidad, velocidad de esprín y resistencia a la velocidad es evidente.
Autores como Martín Acero (1998) definen la velocidad en deportes de equipo como la capacidad necesaria para que la acción se realice a la máxima intensidad (esprines, salidas, arrancadas, paradas), siendo la duración de las acciones muy corta, y sin la que la fatiga sea un aspecto determinante.
Tabla 1.7. Distancias recorridas y tiempo empleado en baloncesto durante el partido (H. Moreno, 1988).
NIVELES DE RITMO | % METROS RECORRIDOS | % DEL TIEMPO EMPLEADO |
1 | 14.36 | 49.63 |
2 | 53.64 | 39.53 |
3 | 27.36 | 9.75 |
4 | 4.64 | 1.09 |
Tabla 1.8. Distancia recorrida en metros, en función de la velocidad de desplazamiento (Refoyo, 2001).
Lorenzo (2000) introduce el concepto de eficacia en una disciplina en la que las resoluciones de las diferentes acciones del juego se producen a la máxima velocidad con un grado elevado de precisión y control del móvil.
En un estudio de Riera (1986) se comprobó que durante el 50% del tiempo que duraba la competición la velocidad de desplazamiento era inferior a 1 m/s y el 39% del tiempo era entre 1 y 3 m/s. En general afirmó que el 90% del tiempo total de juego las acciones de los jugadores oscilaban entre 0 y 3 m/s.
Sin embargo, Fox y Mathews (1976) encontraron que durante el 50% del tiempo el jugador se desplaza a una velocidad inferior (3m/s), el 15% entre 3 y 5 m/s y tan sólo durante un 1,25% del tiempo el jugador realiza acciones a 5 m/s.
Por último, Grosgeorge y Buteau (1998) no encontraron nunca velocidades superiores a los 25 km/h con deportistas de la liga francesa.
En función de los puestos, otros autores como Colli y Faina (1985), observaron que el base presenta el total de su recorrido durante el partido a tres ritmos diferentes: ritmo medio (1-3 m/s), ritmo rápido (3-5 m/s) y ritmo máximo (5 m/s) de forma equitativa.
En cambio, Riera (1986) concluyó en su estudio que el base el 50% de su recorrido lo hace a un ritmo medio (1-3 m/s), un 11% a ritmo de recuperación (1 m/s), recorriendo el 39% restante del tiempo a una velocidad de (1-3 m/s).
En 1996, Galiano trabajó con diferentes velocidades de desplazamiento en función de los puestos ocupados en la pista. Encontró diferencias significativas entre los distintos puestos y las diferentes velocidades. El autor justificó estas diferencias por la evolución de la tendencia del juego, puesto que las muestras fueron realizadas en diferentes años.
Hoffman y Maresh (2000) determinaron que del tiempo total de juego el 34,6% es de movimientos de arrastre de los pies, el 31,2% de carrera, que va de leve a intensa, el 4,6% del juego saltando y el 29,6% andando. El estudio se realizó con jugadores de las ligas de España e Italia.
En una investigación presentada por Sampedro y Cañizares (1993), los autores realizaron un análisis sobre las distancias recorridas por un base durante partidos de categoría nacional e internacional.
Al finalizar el estudio observaron qué el 43% de las acciones eran defensivas y que el 66% de los desplazamientos (2.495 m), de un total de 3.755 m, se realizaron a una velocidad superior a 3 m/s.
Analizando los datos publicados hasta la fecha, se observan diferencias significativas entre las diferentes acciones realizadas durante el juego, así como entre los diferentes puestos ocupados en la pista.
En cualquier caso, faltan estudios que verifiquen si existen las mismas diferencias de velocidad cuando el juego se realiza con la nueva reglamentación de (4 tiempos de 10 min/FIBA) y cuando hay diferencias entre las defensas utilizadas a lo largo del partido.
Tabla 1.9. Distancia recorrida (m) en función de la velocidad de desplazamiento y puestos. (Galiano, 1987).
7. DISTANCIA RECORRIDA
El baloncesto por tradición es uno de los deportes más estudiados desde el punto de vista cinemático. Durante los últimos años, algunos autores (Cohen, 1980; H. Moreno, 1988; Riera, 1986; Cañizares y Sampedro, 1993) han evaluado la distancia recorrida durante un partido de baloncesto, definiéndola en función de los puestos, utilizando diversas metodologías de recogida de datos (vídeo, planillas).
La medición del volumen se puede realizar en función de distancias o tiempo. Según datos sin publicar de la FEB (Federación Española de Baloncesto), encontramos que las duraciones en competición suelen situarse entre 90 y 105 min, mientras que los metros recorridos están entre 3.800 y 5.800.
A continuación se pueden observar los metros recorridos utilizando diferentes poblaciones de estudio y diferentes metodologías de recogida de datos.
Tabla 1.10. Distancia recorrida en (m) durante la competición en baloncesto.
Sin embargo, analizando los datos aportados en los estudios publicados hasta la fecha, observamos diferencias sustanciales debido principalmente a la metodología realizada en el registro. Según Grosgeorge (1990), estas diferencias son evidentes en dos aspectos:
En función del sexo, los hombres recorren cerca de 150 m, mientras que las féminas realizan algo menos de 100 m.
En función del puesto, también se observan diferencias significativas. Según Colli y Faina (1985), el base recorre un total de 3.500 m como comentábamos anteriormente. Otros autores como Riera (1986) y Galiano (1987), vieron en sus registros que los bases recorrían 5.913 m de media, 2.500 m más que los datos aportados por Colli y Faina. En 1988, los mimos autores en otro estudio también observaron diferencias significativas, concluyendo que el base es capaz de recorrer cerca de 6.104 m por partido. Con relación al alero, en el mismo trabajo presentado por H. Moreno (1988) se determinaron 5.632 m, y Colli y Faina (1985), por su parte, afirmaron que los metros recorridos fueron 4.000 m por partido en la misma posición de juego. Respecto al pívot, H. Moreno (1988) observó que recorría 3.000 m aproximadamente con un grupo de jugadores de la liga ACB de baloncesto española. Colli y Faina (1987) concluyeron en sus estudios que los metros recorridos eran 2.275 m por partido.
Observamos diferencias significativas entre los valores de distancias recorridas presentadas por los diferentes autores. Especialmente los valores aportados por Galiano en 1986 y H. Moreno, con respecto a los datos de Colli y Faina (1987). Pensamos que puede ser debido principalmente a la metodología de registro, las diferentes ligas, el nivel de los jugadores y el sexo, además de la evolución evidente que se ha experimentado en los últimos años, especialmente en el aspecto relacionado con la condición física de los deportistas.
Tabla 1.11. Distancia recorrida (m) en competición en función de los puestos.
8. TIPO E INTENSIDAD DE LOS DESPLAZAMIENTOS
Además de conocer la distancia media que un jugador de baloncesto es capaz de recorrer durante un partido, en un paso posterior, hay que entender los mecanismos de funcionamiento, por lo que algunos autores han presentado estudios sobre el tipo de desplazamientos y la intensidad a la que se realizan los mismos.
Cohen (1980) realizó un trabajo con jugadores de la primera división francesa. En el trabajo se obtuvieron las siguientes conclusiones con relación al tipo e intensidad de desplazamiento que se da en nuestro deporte.
•El 20% del tiempo con paradas completas de juego.
•El 62% del tiempo se realizan paradas o fases estáticas.
•El 12% del tiempo se hacen desplazamientos de baja intensidad, es decir, carreras lentas y acciones andando de alrededor de 6 s.
•El 6% del tiempo se dedica a acciones de intensidad media y/o elevada.
9. VOLUMEN DE MUSCULATURA IMPLICADA
El baloncesto es un deporte que utiliza un elevado número de músculos en la aplicación de cada uno de los gestos técnicos en la competición. Por tanto, se orienta totalmente al trabajo de resistencia, ya que es capaz de utilizar más de 1/6 - 1/7 de la musculatura total del deportista, entre el miembro superior y el inferior, en función de la clasificación presentada por Zintl (1991). El análisis del baloncesto se puede realizar partiendo de la clasificación de los deportes:
•Deportes dinámicos, en los que se moviliza una gran cantidad de musculatura, pero con poco desarrollo de fuerza.
•Deportes estáticos, en los que intervienen pocos músculos, pero con un gran desarrollo de la fuerza.
10. ACCIONES DE SALTO EN BALONCESTO
Janeira et al. (1998) presentaron una revisión bibliográfica de las acciones de salto realizadas por partido con diferentes poblaciones de estudio. Gradowska et al. (1974) observaron con jugadores de la liga profesional polaca un total de 46 acciones de salto de media por partido. Estos datos son corroborados por Araujo et al. (1982) con jugadores portugueses y por Janeira et al. (1998) también con jugadores profesionales de la misma liga. Sin embargo, H. Moreno et al. (1988) presentaron datos superiores, alrededor de 65 saltos por partido, con jugadores de la ACB.
Recientemente, Rodríguez et al. (2003), en un estudio dirigido por Cárdenas, realizaron un análisis más preciso de las acciones de salto en el juego, utilizando como población a jugadores profesionales de la liga ACB. Los autores concluyeron que sobre una media de 317.68 saltos en 16 partidos, los períodos donde más acciones se produjeron fueron en el 1er y 3er cuarto, siendo el último cuarto donde el número decrece de forma significativa. Por puestos también describieron diferencias, como era de esperar, tal y como corroboraron Soares et al. (1986) en un test de potencia de salto vertical de diferentes jugadores, clasificándolos por puestos (pívotes 55,9 ±8,1 cm, escoltas 61,6±8,5 cm y bases 61,6±8,3 cm) en el equipo nacional brasileño.
En la acción de salto con ambos pies, el pívot realiza el 64% de las acciones, el alero el 30,4%, mientras que el base efectúa el 13,3% (p<0,01). El autor también estableció relaciones entre la acción del salto y aspectos técnicos específicos del juego, concluyendo que el 68,9% de los saltos realizados en ataque se centran en acciones de lanzamiento. Los investigadores franceses Wilmont y Campillo (2004) han presentado un estudio con el objeto de evaluar las capacidades neuromusculares con un test simple y no invasivo, en un grupo de 21 jugadores de baloncesto (10 de minibasket y 11 de categoría cadete). El esfuerzo fue medido durante un período de 2 min en intervalos de 15 s realizando saltos, con otros 15 s de recuperación, utilizando aparatos de medición de última generación Optojump System®. Los autores observaron un tiempo de suspensión en el aire mayor de los jugadores de categoría de minibasket, por otro lado esperable. El resultado fue disminuyendo en ambos grupos a medida que transcurría el tiempo.
La síntesis final justifica que la calidad del salto se puede mantener durante un período muy corto de tiempo. Hakinnen (1993) analizó la evolución de la fuerza explosiva durante una temporada utilizando el protocolo descrito por Bosco et al. en 1983 con un grupo de jugadoras de la liga finlandesa. El autor concluye que la potencia anaeróbica mejoró un 7% entre el inicio y el final de temporada. Por su parte, Hoffman et al. (1996) no observaron diferencias en la capacidad de salto vertical después de jugar un partido de baloncesto con restricción de agua durante el mismo en 10 jugadores de baloncesto.
Recientemente, Woolstenhulme et al. (2004) evaluaron el salto vertical mediante la potencia anaeróbica en un test de Wingate y la precisión en el lanzamiento de 2 puntos, 6 horas después de realizar un entrenamiento de fuerza máxima (7 ejercicios, en 3-6 series, con 5-12 repeticiones), en un grupo de jugadoras de baloncesto de 1a división de entre 18 y 22 años, comparando con un grupo control que no realizó dicho entrenamiento. Las conclusiones demuestran que el entrenamiento de fuerza descrito no tiene un efecto negativo sobre las variables estudiadas.
11. FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN
Entendemos que la propia evolución del juego en los últimos años determina que las variables de carga externa se hayan modificado sustancialmente. En cualquier caso, para poder realizar diagnósticos correctos de dichas variables y plantear entrenamientos con mayor rigor, es necesario analizar los partidos mediante nuevas tecnologías de ordenador y digitalización tal y como se desarrollan en otros deportes, con la nueva reglamentación de 4 tiempos de 10 min.
12. SÍNTESIS DE IDEAS FUNDAMENTALES
El baloncesto es un deporte que ha sido estudiado por numerosos autores desde una perspectiva externa al juego durante los últimos 20 años. Para ello, se han analizado todos los parámetros cinemáticos (metros recorridos, acciones realizadas, relación tiempo/pausa, intensidad de acciones), utilizando como instrumental de medida diferentes técnicas (planillas, cámaras digitales, ordenadores, células fotoeléctricas, etc.). De la misma forma, las poblaciones de estudio utilizadas han sido variadas (liga polaca, italiana, francesa, española). La mayoría de estudios realizados hasta la fecha están diseñados con la reglamentación antigua de 2 tiempos de 20 min. Por ello pensamos que es conveniente poder desarrollar nuevos trabajos utilizando la nueva reglamentación de 4 tiempos de 10 min.
En consecuencia se observan diferencias significativas entre los datos aportados por los diversos investigadores.
En cualquier caso podemos concluir a modo de síntesis los siguientes aspectos:
•Se definen cinco posiciones claramente diferenciadas en la pista, observándose diferencias significativas entre ellas.
•El 52% de los tiempos de juego oscilan entre 11-40 s.
•Las pausas oscilan entre 20 y 90 s.
•El jugador que más metros recorre es el base, 6.500 m aproximadamente, seguido del alero, con 6.000 m, y finalmente los jugadores interiores con 5.500 m.
•La media total es de 5.763 m.
•El porcentaje de acciones técnicas tiene las siguiente distribución (7% de tiro, 22% de pases y 66% de bote del balón).
•Con relación al número de acciones de salto por partido, respecto al base no hay muchas diferencias entre los trabajos presentados, oscilando entre 27 y 32 saltos por encuentro. Sin embargo, tanto con los aleros como con los pívots si existen diferencias significativas (alero: 32-71 saltos, pívots: 32-100 saltos).
•El 43% de las acciones se realizan sobre acciones defensivas y el 66% de los desplazamientos a una velocidad superior a 3 m/s.
13. BIBLIOGRAFÍA CITADA
Apostolidis N., G.P. Nazis, T. Bolatoglou, and N.D. Geladas. Physiological and technical characteristics of elite young basketball players. J Sports Med Phys Fitness Jun 44 (2): 157-163, 2004.
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