Читать книгу Mi hijo adolescente es vegetariano - Katia Raffarin - Страница 26

¿Has oído hablar de la disonancia cognitiva?

Оглавление

La disonancia cognitiva es una contradicción entre dos ideas.

Por explicarlo de modo simple (muy simple): todos tenemos creencias (las cogniciones) muy fuertes que influyen en nuestros actos. Cuando las circunstancias nos empujan a actuar en desacuerdo con nuestras convicciones, experimentamos un estado de tensión muy desagradable.

Es decir, que como hacemos algo que no aprobamos nos sentimos incómodos. A eso es a lo que llamamos disonancia. En ese preciso momento, interviene nuestro cerebro, que es muy amable y tiene por objetivo hacernos sentir mejor. Así que va a ayudarnos, a posteriori, a adaptar nuestra creencia, de modo que podamos justificar nuestra acción con argumentos que nos parezcan aceptables.

A una de esas disonancias se le ha dado el nombre de paradoja de la carne.

La mayor parte de nosotros deseamos el bien de los animales, pero también nos encantan en forma de filete.

Así pues, para mitigar la incomodidad que nos produce el acto de comer carne, necesitamos excusas. Estas son solo algunas:

 No todos los animales son iguales (comer perro o gato: ¡qué horror!) y, además, en realidad, los animales tampoco sufren.

 Todo el mundo come carne. El ser humano debe comer carne para gozar de buena salud.

 Al comer carne, el ser humano está rindiendo homenaje a los animales. Si no comiera animales, no existiría la crianza ganadera y ya no habría animales en las praderas.

 Las tradiciones culinarias de toda la vida deben transmitirse y respetarse.4

Como dice el dicho popular: «No hay peor sordo que el que no quiere oír».

Mi hijo adolescente es vegetariano

Подняться наверх