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Tras las vacaciones, ha comenzado, ante numerosos invitados, con el relato de un cuento. Hizo que resultara maravilloso con el relato del sueño de los siete lobos68 y con la historia del enano saltarín partida en dos. Me supo mal no haber traído conmigo a Ellen. A continuación, Freud nos envió a Ferenczi y a mí al Ronacher, donde esperamos en vano la llegada de los demás, por lo cual mantuvimos una profunda conversación sobre sus ideas de trabajo (Ferenczi). Al emprender mi camino de regreso pude ver (a través de sus grandes cristales) a los demás sentados en el Alserhof; entré y fui testigo del debate que se produjo entre Tausk y el Dr. Seif,69 de Múnich, y al que asistían como oyentes Rank, Hitschmann y otros, con actitud más bien neutral. Es cierto que Tausk cuando mejor habla es cuanto responde: se trata nuevamente de esa gran capacidad y viveza incluso en el terreno de las abstracciones intelectuales. No hubo ni una sola palabra que hubiera debido ser modificada, ninguna hubiera podido ser más clara o reflexiva. Pero empieza a resultar claro que la querella, puramente objetiva, en torno a Jung se complica mucho con la cuestión de evitar las divisiones por razones de unidad. Un asunto peligroso. Las excelentes respuestas de Tausk lo han hecho sospechoso a ojos de Rank.