Читать книгу Redes asociativas culturales. SSCB0110 - Luciano Vázquez Moraga - Страница 18

5.1. Características de la red asociativa

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La red asociativa se identifica con las características que se describen a continuación.

Horizontalidad

En las redes asociativas, con características similares y compartiendo objetivos, sus relaciones no están sujetas por una jerarquía. Todas las funciones, desde las más sencillas hasta las que resultan más complejas, son responsabilidad de todos, de forma horizontal, para alcanzar un objetivo común a todas ellas.

Trabajo en equipo

Las entidades asociativas que dan forma a la red se identifican a sí mismas como una parte esencial del entramado, como un nodo que forma parte de una red extensa que se necesita de forma mutua. La complementariedad adquiere una importancia relevante a la hora de identificar a una red asociativa, lo que permite multiplicar las capacidades, sacar el máximo partido a conocimientos, recursos materiales y financieros, contactos, experiencias y buenas prácticas.

Carácter autónomo

Pese a todo lo dicho, las asociaciones que trabajan en red tienen plena capacidad para poder decidir sobre el desarrollo de sus funciones y tareas particulares. No puede ser de otra forma: si tuvieran que consultar para todo a cada una de las demás partes, el funcionamiento sería lento e inoperante. La red es una forma de trabajo y de acción que se caracteriza por su descentralización, en la que cada una de las partes funciona como si se tratara de un equipo, gozando de la mayor autonomía posible en el marco de actuación, eso sí, de los compromisos que se adquieren al formar parte de la red.

Capacidad para establecer compromisos

Asumir responsabilidades y riesgos es una parte fundamental a la hora de adquirir un compromiso. Ello permite hacer más solidario y colaborativo, más corresponsable, el trabajo en el ámbito de la red asociativa. Si se es capaz, en dicho ámbito, de hacer más claro y concreto el compromiso, más identificable y realizable, más fuerte será el grado de compromiso.

Resulta imprescindible en este contexto ir más allá de la mera declaración de buenas intenciones y propósitos.


El compromiso es el cimiento fundamental en la organización, desarrollo, corresponsabilidad y pervivencia de una red.

Establecer objetivos comunes

Trabajar en una red asociativa se identifica con tener en común algunos objetivos. No puede haber contradicción ni entre los objetivos particulares de cada asociación ni entre los comunes. Es una pura cuestión de coherencia, afinidad y metas compartidas.

Pero, eso sí, los objetivos comunes no pueden ser ajenos a los objetivos particulares de cada una de las entidades que identifican la red.

Construir y gestionar el conocimiento

La gestión del conocimiento, en el ámbito de las asociaciones que conforman una red, hace posible un aprovechamiento máximo de las capacidades, conocimientos, actitudes, aptitudes y experiencias -tanto individuales como colectivas, tanto personales como institucionales-. La comprensión y la visión de la realidad que ello hace posible mejoran y acrecientan la capacidad de respuesta de la red a todo lo que tiene que ver con el ámbito de la cultura en la que se desarrolla su labor.


Nota

En el funcionamiento de la red asociativa la gestión del conocimiento ocupa un lugar central. Compartir, colaborar y trabajar de forma conjunta solo es posible cuando se ponen en común estrategias, conocimientos y aptitudes. Sin gestión del conocimiento se merma la fuerza y la capacidad tanto de la asociación -individualmente considerada- como de la red asociativa.

Actuación común

Comunicación multilateral, cooperación y corresponsabilidad son elementos imprescindibles para la acción, para la actuación común de la red. Es justamente esta acción común la que enriquece, mantiene y sostiene a la red. La forma de organización de una red asociativa, y sobre todo su actuación conjunta, dependerá en gran medida de las necesidades concretas que surgen de esa acción común.

Otras características básicas para entender la red asociativa

Vistas algunas de las características fundamentales que identifican a la red asociativa, a continuación se ofrecen otros elementos que ayudan a completar el perfil de dichas redes.

Quiénes la forman

Teniendo en cuenta quiénes la forman, podemos distinguir entre: redes de organizaciones, redes mixtas, redes temáticas y redes territoriales.

Redes de organizaciones

Están formadas solo por organizaciones -asociaciones, entidades públicas, empresas, universidades, etc.- que pertenecen al mismo o distinto tipo -redes asociativas, redes de municipios y provincias, redes de empresas-.

En igual medida, puede diferenciarse entre redes gubernamentales, no gubernamentales e interinstitucionales. Su característica fundamental reside en la capacidad para aunar recursos y esfuerzos que contribuyan a consolidar sus funciones como red asociativa. Ese trabajo conjunto hace posible acometer proyectos de más envergadura que estén, eso sí, en coherencia con sus objetivos comunes.

Redes mixtas

Integradas por organizaciones y entidades -públicas, privadas, sociales, etc.- y por individuos a título personal -foros sociales, movimientos ciudadanos, asociaciones de desarrollo local, etc.-. Este tipo de redes surge como respuesta a situaciones muy concretas o reivindicaciones muy específicas, y cuyos componentes actúan de una forma muy coordinada para llevar a cabo acciones muy concretas y planificadas. En otros casos, y en un ámbito territorial muy determinado, se constituyen para facilitar procesos comunitarios -relacionados con la cultura- con un carácter más continuado en el tiempo.

Redes temáticas

Comparten intereses, campo de actuación, actividades, proyecto, equipos de trabajo, aunque no compartan el mismo ámbito territorial. En ocasiones existe una combinación, una mezcla entre el elemento territorial y geográfico con los temas y objetivos que identifican a la red. De esta forma, se pueden crear redes asociativas o redes de personas y profesionales con intereses, objetivos e inquietudes comunes.

Para este caso concreto de “redes temáticas”, presentan un potencial enorme para extrapolar y replicar los conocimientos y experiencias que se ponen en común. Así, desde el punto de vista de la rentabilidad de su actuación, presentan una especial capacidad para establecer y reforzar su participación en la sociedad, trabajando con las diferentes administraciones públicas o con otros actores sociales en el territorio, algo que permite acometer proyectos globales, de mayor alcance en objetivos y destinatarios.

Redes territoriales

En las redes de tipo “territorial” pueden encontrarse a personas, individualmente consideradas, o entidades u organizaciones que llevan a cabo su desarrollo profesional en el mismo espacio geográfico, aunque sus destinatarios o beneficiarios coincidan o no.

El auténtico valor añadido de este tipo de redes reside en su capacidad para aunar esfuerzos que redunden en mejorar la perspectiva integral de la cultura, para proporcionar una incidencia especial en el entorno, llegando a sectores muy diversos, a un gran número de beneficiarios.

Ha de destacarse, en estas redes asociativas, el papel crucial que la comunicación, el conocimiento mutuo y las sinergias ocupa para optar por las decisiones más adecuadas, siempre desde la perspectiva del ámbito geográfico que comparten.


Actividades

7. Exponga un ejemplo de cada una las redes expuestas (de organizaciones, mixtas, temáticas y territoriales). Según su criterio o experiencia, ¿cuál de ellas funciona mejor?

Forma de organización y funcionamiento

Teniendo en cuenta su forma de organización y funcionamiento, se puede distinguir entre redes de carácter vertical y redes horizontales.

Redes de carácter vertical

Poseen un centro de decisión y gestión muy acentuado en el que participan los representantes de todas las entidades que componen la red y, con mucha frecuencia, tienen una estructura propia de coordinación o dirección que determina la centralidad de las relaciones que se establecen, de carácter bilateral, entre y con las diferentes entidades o asociaciones que forman la red.

En este sentido, pueden gozar de su propio sistema presupuestario, independientemente del presupuesto de las organizaciones que las componen.

Sus características propias son las siguientes:

1 Responden a una estructura jerárquica, con diferentes niveles de participación y decisión muy definidos, con representantes que deciden los programas y negocian en nombre de la red. Se trata de redes que otorgan un papel protagonista a las propias estructuras de decisión.

2 El núcleo directivo es una estructura muy definida y reconocible que se encarga de imprimir el impulso imprescindible para llevar a cabo los proyectos o actividades que forman parte del conjunto de sus objetivos, y que pueden o deben ser desarrollados por las entidades o profesionales que dan forma a la red. En este caso, dichos proyectos conjuntos deben estar presididos por un claro principio de homogeneidad. La información suele circular “de arriba a abajo”.

3 Suelen contar con un sistema de funcionamiento muy reglamentado y rígido, con normas previamente establecidas y decididas por todos los miembros y que regulan las relaciones y el funcionamiento de la red con detalle, y que obligan a todas ellas.

Redes horizontales

Su principal característica reside en la relación directa -y de horizontalidad- que se establece entre los miembros de la red. Pueden contar con un equipo central o estructura determinada, pero que siempre responde ante una asamblea general a partir de la cual se eligen a los miembros de ese equipo y en el seno de la cual se toman las decisiones importantes, se regulan los mecanismos de control y evaluación, y se adoptan las estrategias a desarrollar entre todos.

Algunas de sus características son las siguientes:

1 Alto grado de autonomía de sus miembros.

2 Pueden darse relaciones tanto verticales (desde el equipo central con cada miembro) como horizontales (entre los miembros), en función del carácter de las actuaciones o necesidades que se deban abordar.

3 La meta común se construye a partir de las metas de cada entidad o personas componentes de la red. Así pues, se establece una relación muy marcada y cercana para conseguir tanto los objetivos específicos -los de cada asociación-, como los generales y comunes -los propios de la red-.

4 El equipo central tiene como función prioritaria la de unificar criterios, estrategias y acciones.


Actividades

8. Exponga un ejemplo de cada una las redes expuestas (verticales y horizontales). Según su criterio o experiencia, ¿cuál de ellas funciona mejor?


Aplicación práctica

En la provincia de Cáceres existen doce asociaciones dedicadas a la difusión de la cultura popular. Ninguna de ellas, aun compartiendo territorio y potenciales beneficiarios de sus actuaciones, ha sentado las bases para coordinar su trabajo, compartir estrategias o, simplemente, llevar a cabo algún tipo de proyecto o evento -esporádico o periódico-. Para poder poner fin a esa situación y contando con la voluntad de todas las juntas directivas de cada una de las asociaciones, se han celebrado una serie de reuniones previas para poder constituir una red asociativa estable. La comisión que lleva a cabo los trabajos preliminares propone que la nueva red se constituya siguiendo unos criterios que sean capaces de maximizar la potencialidad de cada una de las asociaciones -consideradas de forma individual- y el trabajo conjunto que se puede llegar a establecer. Proponen que dichos criterios sean los de fundar una red horizontal, territorial y temática. Según su criterio, y teniendo en cuenta las características de las entidades que pretenden asociarse en red, ¿son acertados los principios de caracterización propuestos por la comisión? Justifique su respuesta.

SOLUCIÓN (Posible solución)

Efectivamente, son criterios que responden a la realidad de las asociaciones que quieren compartir sus estrategias, objetivos, responsabilidades y proyectos. Sin duda, el compartir territorio y temática, como ejes centrales sobre los que se asentará la fundación de la red, constituyen dos grandes elementos que aportan cohesión y unidad de criterio, además de aspectos más prácticos que facilitan el trabajo “día a día” de la red y aquellos proyectos que de forma conjunta se puedan poner en marcha. El principio o criterio de la horizontalidad depende, sin duda, de la capacidad para descentralizar la toma de decisiones, por lo que se debe someter a la voluntad, en primer lugar, de la base asociativa que compone cada una de las asociaciones, y en segundo lugar, a criterios más técnicos que pueden depender de la decisión de las juntas directivas.

Redes asociativas culturales. SSCB0110

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