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POSIBLES GANANCIAS DE LA PAZ

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Finalmente, el objetivo es mencionar una serie de elementos, efectos y retos, los cuales asumiría el país en el devenir de la consolidación de la paz acordada con las FARC.

Dividendos económicos de la paz

En el 2015, el DNP planteó un estudio, el cual arrojó como principal conclusión que tras el cierre del conflicto colombiano existiría un aumento en la inversión interna y externa potencializada por la aparición de una mayor confianza111, específicamente, el documento diferenció los países que terminaron su conflicto por medio de la firma de un proceso de paz frente a los países que bien pudieron llegar a este mismo resultado por causas múltiples y no solo por la firma de un acuerdo entre las partes, por ende, se destacan dieciocho países con similares características al caso colombiano112.

El estudio presenta un marco general de la situación económica de los países posterior al advenimiento de la paz, también revela que los mejores resultados en términos de crecimiento económico son reflejados durante los primeros tres años posteriores al inicio de cierre del conflicto. En similares términos especifica que existe un efecto práctico sobre la tasa de inversión de un 79 % de los países que hacen parte de la muestra y un aumento paralelo de la confianza que se valora de manera externa al medir una mayor inversión extranjera en cada Estado estudiado, lo anterior resulta respaldado por una notoria mejoría del comercio gracias al aumento de las exportaciones. Por otra parte, se puede apreciar que de manera interna la confianza crece expresándose en el incremento del consumo de los hogares en un 40 % de los países y en el aumento de la ya mencionada tasa de inversión. Todo lo anterior sustentado en cifras positivas para los indicadores de empleo e ingresos de cada gobierno113.

El estudio también señala que en un 74 % de los casos estudiados, la tasa de ahorro de la economía aumentó notoriamente respaldándose en una mejoría por parte del ingreso disponible y en el mayor crecimiento general. Asimismo, en un 69 % de los países, se acrecentó su oferta exportadora basada en la progresión de la demanda interna junto con la búsqueda de satisfacción de las necesidades propias de modernización en la economía y un desarrollo de las importaciones. Por último, se pronostica por parte del estudio un fortalecimiento en el largo plazo de ciertos sectores de la economía como agricultura, industria y construcción, lo cual hizo presencia en el 100 % de los países estudiados114.

Sobre los resultados directos que se prevén y que pueden acaecer en el caso colombiano, el estudio indica que es posible se logre obtener un crecimiento adicional del 40 % para el sector de la construcción, un 22 % de mayor crecimiento agregado para el sector agricultura y del 20 % de crecimiento adicional para el sector industrial. Al mismo tiempo se espera un considerable aumento en la IED, conquistando cifras récord de (USD) 36 000 millones (IED) frente a la cifra de aproximadamente (USD) 12 000 (IED) que obtuvo la economía colombiana durante el último año y se podría contar con un incremento en las exportaciones que nos permitiría lograr unos (USD) 65 000 millones en el largo plazo. En síntesis, las cifras del estudio resultan muy optimistas e indican que estaríamos frente a un incremento potencial del PIB del país del 5,9, acompañado de un crecimiento sostenido del consumo de los hogares del 5 %. Esto exterioriza un comportamiento ideal de la economía para los años posteriores a la consolidación de un acuerdo115.

Dividendos laborales de la paz

Un reto que el país estaría abocado a solucionar posterior a la consolidación de algún tipo de acuerdo es el de la informalidad laboral, la cual se presenta notoriamente en ciertos sectores como la extracción de oro (80 %), la explotación de madera (60 %) y las construcciones en general (50 %)116. Definitivamente, se debe cambiar la cultura de la informalidad en el país, si lo que se busca es ofrecer mejores oportunidades y aumentar la presencia y gestión gubernamental para los territorios afectados por el conflicto.

Más aún, la oportunidad por la paz es tan solo una posibilidad, como tal tendremos que afrontar una etapa de transición que nos lleve a la estabilidad, según esto hay que pensar en una nueva forma de transformar el ámbito empresarial y es nuestro deber reconocer las diferentes habilidades y experiencias que poseen los desmovilizados que no se compadecen con lo exigido por el mercado laboral tradicional, se deberán evitar los sesgos urbanos y muy seguramente de la estabilidad social y de la obtención de una mayor seguridad en el campo dependerá el éxito de una política de empleo rural en el largo plazo117.

Las etiquetas de víctima o desmovilizado que versan sobre las personas deberán constituirse como situaciones transitorias en las que rápidamente se logre pasar a un estado de normalidad, la categoría de víctima no puede ser aplicada sin límite de tiempo y se debe propender por la creación de presupuestos y planes de desarrollos especiales que apoyen la mencionada transición. Igualmente la visión del empresariado deberá ser en términos de rentabilidad social y no en términos de rentabilidad económica118.

Dividendos ambientales de la paz

Del mismo modo, encontramos que el DNP también ha identificado una serie de beneficios de carácter ambiental que aparecerían en los años posteriores al cierre de un acuerdo, pues bien, la entidad mencionada creó ciertos valores de carácter parcial y total que funcionarían como referencia para ponderar este aspecto. Es así como en un escenario de país donde se reduzca la deforestación, se controlen parcialmente los derrames de crudo y se disminuya el uso del mercurio, Colombia se estaría ahorrando por año 2,7 billones en términos de degradación ambiental; análogamente, se plantea el DNP que, frente a un escenario más trascendental en el que cesen de manera absoluta los derrames de petróleo, se elimine totalmente el uso del mercurio y desaparezca la deforestación, el país presentaría un ahorro anual de 7,1 billones de pesos en términos de degradación ambiental119.

De todas formas, no se debe desconocer que estos importantes escenarios serán más probables siempre y cuando se ejecuten de manera correcta planes nacionales con enfoque regional en temas específicos, como desarrollo forestal, reconversión agropecuaria, consolidación del SINAP y negocios verdes, entre otros, y, al mismo tiempo, se consiga hacer exitosos los planes nacionales de ordenación y formalización minera que deben ir de la mano con los planes nacionales para desincentivar la minería ilegal. En todo caso, el DNP estima que el financiamiento de ambos aspectos de la política nacional minera a 2030 puede llegar a costar 525,6 mil millones de pesos120. Los planes de formalización se han venido tratando de implementar a lo largo del tiempo con resultados erráticos, por lo que debemos aprender de las experiencias pasadas bajo el entendido de que de su buena gestión dependerá el futuro de la actividad minera en las regiones121.

Finalmente, vale la pena recordar que para el país resultaría ideal lograr acometer los ahorros ambientales descritos, puesto que Colombia debe cumplir con una serie de compromisos ambientales adquiridos ante la comunidad internacional que se vinculan con el cambio climático y el cumplimiento de los ODS122.

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