Читать книгу Del Conocimiento Jurídico a la Gestión y Dirección de Despacho de Abogados - Luis López de Castro Alonso - Страница 3

Prologar una obra supone el placer de realizar una inmersión en su contenido y espíritu, a la vez, que la obligación de ser objetivo y ecuánime, así respecto de ella como de su autor. En relación con la primera tarea, el resultado de la lectura profunda del presente trabajo, me permite afirmar, ante todo, su utilidad: en efecto, nos hallamos ante un estudio riguroso, a la vez que ameno, del momento actual, del ejercicio de la noble profesión de abogado, entendida en su doble faceta de jurista que ofrece, profesionalmente, asesoramiento jurídico y que ejerce la defensa de las partes en los procesos judiciales, o en los procedimientos administrativos (primera acepción del vocablo en el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española). A lo largo de las páginas que ahora se inician se exponen ordenadamente ideas, aportaciones, experiencias, recomendaciones e iniciativas para afrontar con éxito esa doble faceta del abogado, esto es, en calidad de asesor del Derecho y en la práctica forense. Uno de los más relevantes méritos de la obra estriba, precisamente, en la ausencia de una pretensión dogmática o académica en los planteamientos en beneficio de una explicación pragmática, vivida, de los temas abordados en ella.

No en vano, y con ello se aborda la segunda tarea del prologuista, el autor de este estudio acumula, en su persona, una serie de cualidades —fortalezas, en lenguaje postmoderno— que lo ubican en la posición ideal para afrontar un empeño de esta índole. A su profunda formación académica, de grado y postgrado, en las mejores universidades y escuelas de negocios, añade una dilatada experiencia profesional pese a su juventud; a lo largo de sus años de ejercicio profesional, ha bebido de la fuente de un maestro ejemplar (su padre), ha adquirido una forma de ser y de estar en la abogacía, y la ha proyectado sobre el despacho familiar, al que ha transformado, para adaptarlo a las exigencias de nuestro tiempo.

Convergen, pues, en estas páginas, dos elementos —el objetivo de lo escrito y el subjetivo de quien lo escribe— que dan como resultado una obra imprescindible para el ejercicio moderno de la abogacía. Una profesión milenaria que se renueva, merced a aportaciones, como la presente, lo que garantiza al Derecho seguir siendo lo que el dramaturgo francés Jean Giraudoux escribiera, en el acto segundo, de su obra La guerre de Troie n’aura pas lieu (1935): la más poderosa de las escuelas de la imaginación, pues, jamás poeta alguno ha interpretado tan libremente la naturaleza como un jurista la realidad.

Andrés Rodríguez Benot

Catedrático de Derecho internacional privado

Universidad Pablo de Olavide de Sevilla