Читать книгу Del Conocimiento Jurídico a la Gestión y Dirección de Despacho de Abogados - Luis López de Castro Alonso - Страница 4
Preámbulo.
ОглавлениеMucho se ha escrito y se escribirá sobre las nuevas tendencias en el sector jurídico. Es real que la sociedad en la que vivimos, el entorno económico y las nuevas tecnologías, han cambiado la manera de ejercer nuestra profesión, obviar esto sería caer en un gravísimo error. Hoy por hoy muchos abogados cometen este error, pero están a tiempo de cambiar, de reinventarse, volver a ser competitivos en el nuevo mercado legal en el que nos encontramos.
Si bien es cierto que los abogados de hoy debemos entender el ejercicio de nuestra profesión como un modelo más profesionalizado de la misma, aplicando distintos tipos de técnica de gestión empresarial y de marketing. No estoy nada de acuerdo con algunas afirmaciones de especialistas de la materia que dan por agotado el modelo de abogado individual. Entiendo que este abogado se puede servir de las distintas técnicas de gestión, marketing y finanzas para el mejor desarrollo de su profesión y por ende de su negocio, consiguiendo de esta manera que su profesión sea duradera y fructífera en el tiempo.
Siguiendo el hilo de lo anterior, es cierto que el antiguo modelo de despacho personalista, donde el abogado no «sale», no vende y que se quedaba en el despacho esperando a que entrarán los clientes, debemos desterrarlo, dado que se ha agotado. Pero no es menos cierto que este abogado se puede reinventar, aplicando las técnicas que a lo largo de este libro vamos a desarrollar y de esta manera poder, aun de manera individual, gestionar su despacho como una verdadera empresa de servicios. Preocupándonos por prestar y transmitir a los clientes, la mejor propuesta de valor, innovadora, dotada de mayor calidad y valor añadido.
Este libro no pretende ser un manual de gestión y marketing, solo pretende transmitir algunas de las experiencias que me han ayudado a mejorar la forma de gestionar mi despacho. Está destinado a esos abogados que ejercen la profesión de forma individual, que necesitan sentirse identificados con los problemas a los que se enfrentan en la dirección de sus despachos, aquellos que sin saberlo han sentido en más de una ocasión la «soledad del empresario», término que por primera vez se lo escuche a mi suegro -gran empresario y mejor persona-, y que desde entonces utilizo.
Pero el hecho de que haya que transformar el modelo de negocio de nuestros despachos, no supone que debamos abandonar la base del ejercicio de nuestra profesión, que no es otro que el estudio y la dedicación a formarnos constantemente en materia jurídica, este será el sostén del resto de las acciones que emprendamos para llevar a buen fin la transformación y adaptación necesaria al nuevo mercado legal.
Podemos gestionar el mejor despacho de abogados, el más profesionalizado, el que mejor vende sus servicios, pero si los abogados que lo ocupan carecen de la formación jurídica necesaria, a buen seguro que la estrategia de despacho fracasará.
Hoy se habla mucho de marca personal y branding1) jurídico, pero estos conceptos pierden todo su significado si lo que trasmitimos que somos luego no concuerda con lo que realmente somos.
En resumen, hay que adaptarse a los tiempos que corren en el sector legal aplicando técnicas de gestión empresarial, marketing y finanzas, pero todo ello debe estar sustentado sobre una base sólida de conocimientos jurídicos.
No debemos olvidar que somos abogados, el primer mandamiento del decálogo del abogado es ama tu profesión, quien ejerza esta profesión sin amor ni pasión terminará por no ejercerla. El segundo mandamiento es estudia; el derecho se transforma constantemente; si no sigues sus pasos serás cada día menos abogado.
Voy a trascribir un párrafo del primer capítulo de El Alma de la Toga, de D. Angel Ossorio que nos puede servir de reflexión:
«Fijémonos en un ejemplo característico. Habrá en Madrid 10 ó 12.000 Licenciados en Derecho; de ellos figuran incorporados al colegio unos 2.500; ejercen más de 1.000; merecen de verdad el concepto de abogados 200 ó 300; y se ganan la vida exclusivamente como tales dos docenas. ¿Será justo llamar abogados a los 12.000 y distribuir sus glorias o sus crímenes entre los contados centenares que consagran su existencia al ejercicio diario de la profesión? Con análoga proporción, lo mismo ocurre en todas partes.»
Pongamos todo nuestro empeño y dedicación para adaptarnos a los nuevos tiempos y exigencias del nuevo mercado legal pero siempre sobre las bases y valores que durante siglos han sustentado esta maravillosa profesión que es la Abogacía.
Branding es un anglicismo empleado en mercadotecnia que hace referencia al proceso de hacer y construir una marca (en inglés, brand equity) mediante la administración estratégica del conjunto total de activos vinculados en forma directa o indirecta al nombre y/o símbolo (logotipo) que identifican a la marca influyendo en el valor de la marca, tanto para el cliente como para la empresa propietaria de la marca.