Читать книгу Alternativas de aprovechamiento de los residuos en la agroindustria - Luis Octavio González Salcedo - Страница 27
Oleaginosas: palma de aceite (Elaeis guineensis)
ОглавлениеLa palma aceitera es un cultivo perenne que tiene un rendimiento de 10 t/ha (entre 24-36 meses), 18-22 t/ha (8-10 años) y 26-32 t/ha (20-23 años), con un coeficiente de conversión de fruto a aceite crudo del 20.92 %. El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural para el 2016 reportó una siembra de 16 054 ha. Por estimación, el peso de un racimo de frutos de palma de aceite contiene entre el 12 % y el 15 % de fibra, del 6 % al 7 % de aceite y del 21 % al 23 % de frutos vacíos.
En el proceso de extracción de aceite se generan residuos que provienen del raquis (25 %), del cuesco (10 %) y de la cachaza fibrosa (3 %-5 %), así como torta de palmiste (4 %) y aceite crudo (20 %), lo que quiere decir que cerca del 80 % de la producción corresponde a biomasa con potencial de aprovechamiento (Foo y Hameed, 2009; Quintana, Arroyave y Suárez, 2008).
Cabe destacar que los residuos que se generan en mayor abundancia durante la extracción del aceite, según Ho et al. (2014), están compuestos por: el 36.8 % de celulosa (en forma de glucano), el 28.2 % de hemicelulosa (como la suma de xilano [21.5 %] y arabinano [2.2 %]) y el 4.6 % de los grupos acetilo, el 20.3 % de lignina Klason, el 3.0 % de proteína y el 2.9 % de ceniza. El porcentaje restante corresponde a minerales como potasio, nitrógeno, magnesio, calcio, fósforo, proteínas, fenoles, entre otros (Chang, 2014).
En cuanto al follaje obtenido durante las actividades de poda y renovación realizadas en el cultivo, este representa alrededor del 46.7 % del total de los residuos derivados de esta industria (Guangul, Sulaiman y Ramli, 2014), compuestos por materiales lignocelulósicos como celulosa, hemicelulosa y lignina en porcentajes que oscilan entre el 37.68 % y el 41.7 %; el 16.4 % y el 35.34 %, y el 15.5 % y el 25.18 %, respectivamente (Khushauru et al., 2014; Srimachai, Thonglimp y O-Thong, 2014). Estos residuos son usados como fuente de abono y estabilizadores de los suelos en las mismas plantaciones de las que se obtienen (Atnaw, Sulaiman y Yusup, 2013). Sin embargo, estos materiales lignocelulósicos han sido recientemente evaluados para la producción de bioetanol (Ofori-Boateng, Lee y Saad, 2014) y como fuente de azúcares para procesos fermentativos (Zahari et al., 2012).
Por otra parte, durante la extracción, los residuos provenientes de los frutos, troncos, follaje y otros efluentes pueden ser potencialmente transformados en energía y combustibles. Harsono, Grundmann y Soebronto (2014) evaluaron el tratamiento de digestión anaerobia, encontrando que es efectivo para la producción de biogás, energía y calor, contribuyendo así a la disminución de los gases de invernadero derivados de la producción de biodiésel.