Читать книгу Retos jurídicos y económicos emergentes en la economía de plataformas - Álvaro Antón Antón - Страница 13
II. APROXIMACIÓN A LA ECONOMÍA DE PLATAFORMAS
ОглавлениеLa economía colaborativa está asociada a la idea de compartir bienes infrautilizados, desde un asiento (una plaza) en un vehículo durante un trayecto, a una habitación en un apartamento o a una casa en un momento determinado del tiempo. Pero siendo este un tipo de actividad puesto en práctica desde siempre, en los últimos tiempos se ha observado un importante crecimiento. Su escaso desarrollo a lo largo del tiempo ha estado ligado a los problemas de asimetría informativa que presentan estos tipos de actividad. Y es que los dos lados que intervienen en una transacción no tienen la misma información sobre el bien objeto intercambio. Si quieres ofrecer una habitación de tu casa de forma esporádica, alguien interesado en alquilarla no conoce tu oferta ocasional y tampoco las características de esa habitación (comodidad, antigüedad, etc.), por ejemplo. Por otro lado, alguien interesado en alquilar, aun conociendo la oferta, puede desconfiar de la veracidad de la misma. La reputación online generada por la plataforma también disminuye la asimetría informativa. Sin embargo, el desarrollo de la tecnología y lo que se ha llamado las economías de plataforma1 ayudan a reducir dichas asimetrías y favorecen de esta manera este tipo de economía. En definitiva, el gran desarrollo de las tecnologías de la información y de las plataformas online, han permitido que las empresas del ámbito de la Economía colaborativa hayan desarrollado sus mercados o sus modelos de negocio.
Pero el desarrollo de la economía colaborativa y de las economías de plataforma está íntimamente ligado no sólo al desarrollo tecnológico sino también al entorno generado a consecuencia de la crisis financiera de 2008. En un momento de infrautilización de los recursos económicos, de popularización de las redes sociales y altos niveles de desempleo que originaron gran volumen de necesidades económicas, estos modelos de negocio capaces de conectar oferta y demanda en un entorno de escasez encontraron sus mejores condiciones para expandirse. (BUENADICHA et al. 2017).
En las economías de plataforma podemos observar que las plataformas actúan como intermediarios que reúnen a diferentes grupos de personas (consumidores-vendedores) y promueven intercambios económicos que de otra manera no se producirían. Estas economías se caracterizan por el efecto de red2 (economías en las que un producto es más valioso en función de la cantidad de productos idénticos o compatibles que haya en el mercado, por ejemplo, un teléfono es más valioso en la medida en la que puedo llamar a otros teléfonos) y precisamente el tamaño de la comunidad de usuarios constituye el mayor activo de estas plataformas. Un ejemplo de este tipo de ellas son Airbnb, Amazon, eBay, etc. Estos son portales digitales que conectan a miles de millones de personas favoreciendo el intercambio de productos y servicios. Son plataformas digitales que han experimentado tal desarrollo durante los últimos años que ya afectan de manera significativa el Producto Interior Bruto, activando la producción de los países y su actividad comercial internacional3. Por otra parte, también se prevé un gran crecimiento del volumen de dinero que pueden llegar a mover en Europa (con estimaciones de 300.000 millones de euros para 2025 – HERNÁNDEZ, 2019). Precisamente, la importancia de este tipo de plataformas ha provocado que la Comisión Europea haya creado el “EU observatory on the Online platform Economy” con la intención de supervisar y analizar las economías de plataforma, así como apoyar la elaboración de políticas por parte de la Comisión (EU Observatory on the Online Platform Economy | Shaping Europe’s digital future (europa.eu) visitada el 08/06/2021). Y es que hace necesario estudiar el marco regulatorio en el que debería quedar enmarcado este sector, toda vez que el actual no está diseñado para este tipo de modelo de negocio.
Dada la proliferación de economías de plataforma en determinados sectores económicos, nos encontramos en la actualidad con la convivencia tanto de actividades gestionadas de modo tradicional como otras gestionadas a través de esta nueva tecnología. Por tanto, nos encontramos con sectores económicos en los que no todos los agentes están sujetos a una misma regulación administrativa, fiscal y laboral, pudiendo dar lugar a situaciones de competencia desleal o agravios comparativos tanto en los consumidores, trabajadores o inversores. Por ello se hace necesaria una reflexión sobre la legislación actual respecto a la actividad de estas plataformas, así como la adecuación de una regulación a veces excesiva y obsoleta en el sector tradicional.
En España, estos modelos empiezan a proliferar entre 2012 y 2013, (BUZZMN, 2013), y han extendido su campo de actuación a numerosos sectores económicos: sin ánimo de ser exhaustivos, en el mundo financiero (Kickstarter, Indiegogo, Ulule, Zank, Verkami, Comunitae, Arboribus), en el mundo educativo (Blue Bottle Biz, Sharing Academy, Tutellus, Apprentus) en la entrega de paquetes (Koiki), la contratación de servicios de limpieza (Clintu), sin olvidar los más conocidos: el transporte (Uber, BlaBlaCar, Cabify, Car2Go, Zipcar) o el hotelero (Airbnb, HomeExchange, Vrbo, Alterhome, BeMate –perteneciente a la cadena hotelera Room Mate–, Gamping, Niumba –propiedad de TripAdvisor–, Couchsurfing, o Wimdu). Ahora bien, como indica BELTRAN I CANGRÓS (2018), estamos ante unos sectores en los que, pese al gran número de plataformas existentes, el tráfico está muy concentrado, y parece ser que dicha concentración seguirá aumentando en el futuro, lo que puede provocar problemas de monopolización en algunos sectores.
Estos modelos también han generado cambios sociales (en los que la percepción de la confianza y la reputación son elementos con alto valor para la toma de decisiones por parte de los agentes involucrados (BOTSMAN, 2013) y cambios en la gestión empresarial, demostrándose que el uso de plataformas para el control de recursos descentralizados genera más valor, beneficios y ganancias que los modelos tradicionales basados en la gestión de recursos centralizados (ENCISO et al. 2019, LIBERT et al. 2014 y PARKER et al. 2016).
Un sector económico que es compartido claramente por los dos tipos de economías (tradicional y colaborativo), con una regulación (administrativa y fiscal) completamente diferente y que al mismo tiempo tiene un peso muy significativo en la economía española es el sector de las pernoctaciones. Por esta razón centraremos nuestro estudio en el análisis del sector de las pernoctaciones.
Para ello, primero analizaremos como afecta la aparición de la economía de plataformas a las asimetrías informativas y de esta manera al desarrollo de la economía colaborativa que adopta las plataformas online como elemento de desarrollo. Después analizaremos el impacto de las economías colaborativas en el sector de las pernoctaciones, así como la evolución del sector más tradicional en términos agregados en España. Por último, pondremos de manifiesto las diferencias regulatorias entre el sector más tradicional altamente intervenido por la autoridad económica, frente al sector de la economía colaborativa menos intervenido que generan agravios comparativos entre las distintas actividades económicas que comparten un mismo nicho de mercado.