Читать книгу Retos jurídicos y económicos emergentes en la economía de plataformas - Álvaro Antón Antón - Страница 14

En los últimos tiempos se ha producido un gran desarrollo de la llamada economía colaborativa. Se han desarrollado actividades/sectores muy diferentes, desde las más comunes como son las de compartir trayectos en coches o la vivienda, a otras actividades como son el crowdfunding, intercambiar productos, comparar y vender muebles de segunda mano, logística, etc. Este desarrollo ha sido posible gracias a la aparición de nuevas tecnologías que han favorecido las economías de plataforma permitiendo conectar de esta manera a millones de personas del todo el mundo de manera rápida y ágil. Vamos a intentar explicar por qué el desarrollo de las economías de plataforma ha favorecido el desarrollo de la economía colaborativa.

En las actividades enmarcadas en la economía colaborativa (compartir una vivienda, por ejemplo) podemos observar la presencia de problemas derivados de las asimetrías informativas más graves que las que puedan aparecer en sectores tradicionales (compra de un producto de primera mano en cualquier establecimiento). En ambos casos, los dos lados del mercado no tienen acceso a la misma información sobre el bien objeto de intercambio. Sin embargo, en las actividades colaborativas esta asimetría es mayor. Podemos detectar diferentes tipos de asimetrías. Por ejemplo, el propietario de una vivienda que se comparte a través de Airbnb conoce mejor la calidad, la ubicación y el entorno del inmueble ofertado que un potencial huésped/usuario. El propietario del inmueble tiene más información sobre las características del inmueble que el posible huésped, y éste solo puede averiguar las verdaderas características del inmueble una vez utilizado/conocido el inmueble. Otro tipo de asimetría aparece por el hecho de que los dos lados pueden influir/reducir la incertidumbre sobre el éxito del intercambio a través de sus acciones. Esto es, el propietario del inmueble puede decidir el esfuerzo que dedica a mantener en condiciones el inmueble (limpieza, orden, etc.) y el usuario puede ser respetuoso en el uso del inmueble o no. Estas asimetrías informativas provocan dos tipos de problemas: la selección adversa y el riesgo moral.

El problema de selección adversa aparece cuando se intercambian productos de diferente calidad a un mismo precio debido a la imposibilidad de diferenciar a priori la calidad del producto (la asimetría informativa). Los que intervienen en la transacción tienen diferente información sobre la calidad intrínseca del producto o servicio. El propietario de un inmueble conoce las características del mismo (ubicación, antigüedad, reforma, calidades,) mientras que el huésped desconoce las características del inmueble antes de la transacción. Por esa razón el precio que la parte menos informada está dispuesto a pagar es un promedio de la calidad esperada (no estás dispuesto a pagar un precio alto porque no conoces la calidad real del inmueble). Ese precio promedio es inferior al precio que espera obtener el propietario de los inmuebles de alta calidad. Por esa razón los propietarios de los inmuebles de alta calidad no ofertaran sus productos (son expulsados del mercado) y solo los propietarios de los inmuebles de baja calidad estarán dispuestos a ofrecer sus inmuebles (a mantenerse en ese mercado). La consecuencia de este tipo de problema es que se acaban intercambiando solo los inmuebles de baja calidad. Esto es, se intercambiará una cantidad excesiva de productos de baja calidad y una cantidad mínima de productos de alta calidad (los bienes de mala calidad expulsan del mercado a los bienes de buena calidad). Por esa razón nadie esperaba encontrar un inmueble de alta calidad en el mercado del alquiler de temporada/ esporádico. Sin embargo, las plataformas digitales han logrado paliar este problema. Las plataformas permiten trasladar información de calidad al utilizar los sistemas de evaluación en sus plataformas. De esta manera, los huéspedes pueden valorar los inmuebles y contrastar de esta manera si la información que proporciona el dueño del inmueble coincide con la realidad. Utilizando este mecanismo se logra que los oferentes de bienes de alta calidad estén interesados en ofertar sus productos. De esta manera, los oferentes de alta calidad tienen interés en generarse una buena reputación que garantice la calidad de sus productos y le permita fijar unos precios por encima de la media. Las plataformas digitales consiguen eliminar el problema de selección adversa, permitiendo que los oferentes se generen su propia reputación al utilizar los sistemas de evaluación. De esta manera, se consigue mantener la venta de productos de alta calidad junto a los de baja calidad.

En otras ocasiones, la calidad del intercambio depende del esfuerzo, y la atención que las dos partes realizan en él. Por ejemplo, el propietario del inmueble puede asegurar que el inmueble estará limpio (el propietario tendría que esforzarse en mantener limpio el inmueble) y una vez que se realiza la transacción el huésped observa que la limpieza del inmueble es escasa (esto es, el propietario no se ha esforzado lo suficiente). En estos casos, el intercambio a menudo se decide antes de la elección el esfuerzo y de la atención realizada, por esa razón, ambas partes pueden estar tentadas a no realizar el esfuerzo y/o la atención adecuada una vez que el intercambio (la transferencia) se ha realizado. Como los usuarios raramente interactúan más de una vez y su conducta no puede ser castigada en el futuro, el propietario tiene incentivos a no esforzarse e incumplir con su promesa de limpieza. Lo que podría alterar el número de intercambios respecto de la cantidad eficiente (generando ineficiencia económica). Este tipo de incertidumbre acerca del adecuado comportamiento del propietario del inmueble es lo que se llama Riesgo moral. En este caso las plataformas digitales al permitir configurar un historial de evaluaciones generan una reputación en aquellos propietarios que se esfuerzan continuadamente permitiendo castigar a aquellos que no lo hacen. De esta manera se reduce la ineficiencia aumentando en este caso el número de intercambios.

Por lo tanto, las plataformas digitales permiten reducir los problemas asociados a las asimetrías informativas con una solución innovadora: los sistemas de evaluación. Estos sistemas, garantizan que los usuarios tengan acceso a una información objetiva sobre diferentes aspectos de la transacción, al mismo tiempo que permite introducir información sobre la satisfacción de los clientes con los servicios generando incentivos a la calidad. Los sistemas de evaluación permiten a los usuarios valorar públicamente su experiencia a través de una puntuación numérica o un comentario. Por ejemplo, los usuarios de eBay pueden valorar su experiencia con –1, 0, 14 , los usuarios de Uber valorar su experiencia con una horquilla (rango) de 1 a 5 estrellas, mientras que los huéspedes de Airbnb pueden evaluar su experiencia evaluando distintos aspectos (localización, limpieza, comunicación, etc.) no solamente la experiencia en sí. ROSSI (2018) presenta de manera pormenorizada diferentes sistemas de evaluación5 y analiza su impacto en los problemas de selección adversa y riesgo moral.