Читать книгу Cuerpo, función tónica y movimiento en Psicomotricidad - Miguel Sassano - Страница 6
INTRODUCCIÓN
ОглавлениеQuienes hace mucho tiempo hemos optado por formar psicomotricistas, también hemos decidido que debemos dejar huella por escrito de los pocos saberes que adquirimos.
Sabemos que el dar orden, estructura y sistematización a los propios pensamientos y sobre todos a los ajenos, evitando creer que inventamos la Psicomotricidad, contribuye a dar cuenta del estado de la práctica.
Tal vez nuestra virtud sea contribuir con esta decorosa síntesis, insistiendo además en que estos textos son para iniciar en las lecturas a nuestros alumnos y jóvenes profesionales y no tienen más pretensiones que intentar fomentar su propia apertura del pensamiento.
Es posible que algunos de los potenciales lectores consideren que con este material tendemos un puente como tentativa, un tanto arriesgada, tal vez imposible, frente a las confusiones y extravíos que llevan a muchos enfoques a la pérdida de sus lógicas específicas, en aras de una convergencia más efectiva y necesaria.
Aún conocemos poco sobre los vínculos de enlace y causalidad entre los procesos orgánicos y la vida psíquica, pero esto no impide que sepamos que forman parte del mismo fenómeno, de la misma problemática. Como afirma Moliére en el Don Juan: “¿No es una maravilla que estando yo aquí pueda mi cabeza pensar en cien cosas distintas en el momento y mi cuerpo haga lo que mi cabeza ordena”.
Es hora de romper con las rigideces y permitir que el péndulo de nuestras ideas oscile con libertad y tome lo que necesita para el desarrollo del propio pensamiento. Platón afirma:
“…incluso durante ese período en que se dice que cada ser vivo vive y es el mismo (por ejemplo, se afirma que una persona es la misma desde niño hasta que se hace vieja), se dice, sin embargo, que es el mismo a pesar de que nunca tiene en sí los mismos elementos, sino que continuamente se va renovando y perdiendo otras cosas, en sus cabellos, su carne, sus huesos, su sangre y, en definitiva, en todo el cuerpo. Y no sólo en el cuerpo sino también en los hábitos, los caracteres, opiniones, deseos, placeres, penas, temores, cada una de esas cosas jamás existen idénticas en cada individuo”.
Y de esto se trata, de conservar la esencia de la Psicomotricidad y de observar los multifacéticos aportes en camino a que la ya mencionada convergencia sea posible.
El término “movimiento” tiene su raíz en la palabra emuove, que proviene a su vez de emoción, por lo tanto se observa que el movimiento es una emoción exteriorizada, que trasunta en un gesto. Esta emoción repercute hondamente en el tono muscular, que a la vez es transmisor de esa forma comunicacional emocionada, tan característica de la persona humana.
El estudio del movimiento humano es un medio para conocer al hombre en su globalidad indivisa y no es una pura descripción física y muscular, explicada por tratados de anatomía y fisiologías analíticas.
Con el tiempo hemos podido percibir que la Psicomotricidad puede constituir el medio de prevención adecuado para compensar la multiplicidad de epidemias instrumentales, desde una dimensión antropológica de la unidad del ser humano, o sea, desde la relación dialéctica entre acción, formulación y edificación de la conciencia humana.
Por eso el pensamiento complejo, al que adherimos, respeta las texturas comunes, porque está entretejido, es un todo compuesto por hebras, un modo de religazón. El conocimiento que une es el conocimiento complejo y eso hemos intentado buscar en este texto.