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Algunos términos importantes

Relación

A lo largo de los siglos se ha reproducido a los perros para una gran variedad de propósitos, pero cuanto más se basen esos objetivos en una relación respetuosa y sensata con el cuidador humano, más se desarrollará la naturaleza única de cada perro. Básicamente, los perros son animales sociales que crecen bien cuando son dirigidos de forma positiva. Por esta razón, nuestra técnica hace hincapié en la relación social como el factor más importante de la vida con su perro.

Ante todo, desarrollar una relación positiva con su perro depende de establecer un clima de confianza y respeto mutuos. Esto empieza en el momento de la adopción y continúa durante toda la vida que pase con su perro. Presupone que usted está dispuesto a entender al perro como perro, siendo lo bastante humilde para aprender cómo es él de forma natural. Aunque bienintencionado, el antropomorfismo vulgar hace suposiciones injustas sobre el perro que entorpecen la relación y, en última instancia, el desarrollo de todo su potencial.

La manada

En este libro, cuando hablamos de “la manada” nos referimos, por lo general, a los miembros inmediatos del círculo social del perro, tanto humanos como caninos, es decir, al propietario del perro y los que viven con el perro. A veces nos referimos a este grupo como la “manada familiar”. Como hemos mencionado antes, todos los perros —desde el diminuto maltés hasta el gran danés— tienen al lobo como uno de sus antepasados, y los lobos son animales de manada. Mediante la domesticación, el perro se ha adaptado a vivir con los humanos y nos ha adoptado como su nueva manada. Un perro percibe a las personas con las que vive como miembros compañeros de una manada. Una vez que el propietario de perro entiende esto, puede emplear métodos de adiestramiento que incluyan intencionadamente al perro en la manada, al mismo tiempo que bajan de modo inteligente y humanitario al perro en el orden jerárquico.

El alfa

En sentido estricto, en toda manada de lobos hay una pareja alfa, el macho alfa y la hembra alfa, que mantienen el orden en las ramas masculina y femenina de la manada, respectivamente. Aunque es probable que el macho alfa sea el miembro individual más dominante de la manada y el más responsable de su liderazgo, se sabe que existen hembras alfa que lideran manadas y también tienen una gran influencia en las actividades de la manada. Los alfas resuelven disputas entre otros lobos, y pueden incluso intervenir a favor de los miembros más jóvenes de la manada. Según cada manada, el papel del macho alfa puede ser de dictador o de guía, o quizá adopte ambos en distintos momentos. Todos los lobos subordinados recurren para que los dirija al lobo alfa adecuado. Las manadas de lobos son estables y prósperas en la medida en que la jerarquía está definida con claridad.

La domesticación del perro no ha anulado este instinto de liderar o ser liderado. Esto representa un problema cuando un perro individual no recibe la orientación adecuada, mediante el adiestramiento, y cree ser el líder, o alfa. En la mente de un perro no debería haber la mínima duda de quién es la figura alfa de su vida: usted, solo o con su pareja. El propietario debe actuar como el líder (si dos personas asumen el liderazgo, deberían utilizar el mismo planteamiento de adiestramiento). No se trata del dominio vulgar de una criatura subordinada, sino de proporcionar al perro orientación sobre cuál es su lugar y papel adecuados en la manada.

Contacto visual

Una forma que utiliza el lobo alfa para comunicarse y mantener el orden dentro de la manada es mediante el contacto visual con los demás miembros. Una mirada penetrante a menudo puede evitar una pelea y resolver disputas. Una mirada amable puede significar aceptación. En este libro hacemos hincapié en el contacto visual porque creemos que es una parte fundamental del modo en que perro y propietario deberían relacionarse naturalmente. Puede evitar problemas de comportamiento y ayuda a ponerles fin si ocurren. Las miradas amables (miradas no amenazadoras) sirven para estrechar la relación, comunican aceptación y establecen confianza. Una mirada dura, penetrante y prolongada puede ayudar a detener en seco un mal comportamiento; expresa dominio y ayuda a obtener atención y respeto. Pero antes de que el perro pueda entender sus miradas, debe mirarle. Las técnicas de este libro animan al perro a mirarle, por lo que el contacto visual puede realizarse por cualquier razón.


El contacto visual y mirar la cara del adiestrador es fundamental para el proceso de adiestramiento.

Adiestramiento

El concepto de adiestramiento que definimos en este libro empieza cuando nace el cachorro. El adiestramiento no es simplemente un conjunto de ejercicios (a mi lado-siéntate, siéntate-quieto, échate, échate-quieto, etcétera) que el perro debe aprender cuando llega a determinada edad. Nosotros planteamos el adiestramiento de un modo holístico, como un proceso integrado que abarca toda la vida del perro e incluye las distintas facetas de la relación entre perro y humano. Aunque siempre insistimos en la importancia de los ejercicios tradicionales, tratamos además muchos otros tipos de actividades como una parte intrínseca del adiestramiento. El adiestramiento ocurre en los muchos niveles de la vida de un perro, no sólo en la escuela de obediencia. J. Allen Boone lo expresa bien en Kinship with All Life [Amistad con toda la vida] cuando distingue una definición limitada del adiestramiento de otra holística:

Para entender este secreto, primero debe entender la diferencia entre adiestrar a un animal y educarlo. Es relativamente fácil adiestrar a un animal: todo lo necesario es un libro de instrucciones, una cierta cantidad de faroles y fanfarronería, algo para amenazar y castigar y, por supuesto, el animal. Por otro lado, educar a un animal requiere una inteligencia sagaz, integridad, imaginación y amabilidad, mental, vocal y física.*

* J. Allen Boone, Kinship with All Life [Amistad con toda la vida] (Nueva York: Harper and Row, 1954), pág. 44.

Cómo ser el mejor amigo de su perro

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