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Dónde encontrar adiestramiento

Existen numerosos métodos para adiestrar a su perro, y para que tenga éxito, cada uno de ellos requiere un fuerte compromiso por su parte. Puede hacerlo usted solo con la ayuda de libros y/o vídeos instructivos, asistir a una escuela de obediencia con su perro, trabajar en privado en casa con un adiestrador profesional, o enviar a su perro a una escuela de adiestramiento. Aunque con el paso de los años el número de personas que buscan la ayuda profesional para adiestrar a sus perros ha aumentado de forma continuada, el método más difundido, de lejos, es hacerlo solo, con o sin libros o vídeos. Si está leyendo este libro, lo más probable es que esté interesado en adiestrar de esta forma. Tal vez éste sea el primer libro, o el décimo, que lee sobre adiestramiento canino para buscar ayuda.

Los manuales de adiestramiento pueden ser muy valiosos, y es posible adiestrar usted solo a su perro. Para algunos, el método doméstico es el único posible por razones económicas, geográficas o de tiempo. Pero un mejor método es combinar la lectura y la práctica en casa con otro tipo de adiestramiento, público o privado.

Hacerlo con libros

Si debe adiestrar a su perro usted solo, pruebe este método. Hágase con al menos tres de los libros de adiestramiento que sugerimos en la “Selección de lecturas” y una serie de vídeos, preferentemente relacionada con uno de los libros. Por ejemplo, intente leer este libro (y vea nuestra serie de vídeos) y luego seguir con la lectura de otros dos libros, uno escrito por una adiestradora y otro por un adiestrador. Es probable que los tres libros incluyan los mismos ejercicios básicos, aunque pocos libros de adiestramiento tratan los comportamientos problemáticos como lo hace este libro. No obstante, los matices sutiles (¡y no tan sutiles!) de las técnicas de adiestramiento ampliarán su perspectiva y le ayudarán a ser más flexible frente a las necesidades específicas de su perro.

No intente adiestrar a su perro con un libro abierto en una mano y una correa en la otra. Simplemente no funciona así. En lugar de eso, empiece leyendo un libro de inicio a fin y viendo el vídeo que lo acompaña. El vídeo es un complemento fundamental a la lectura, ya que le permite ver tantas veces como sea necesario los ejercicios de adiestramiento en la práctica con varios perros distintos. A continuación, lea entero el segundo libro. Compare los dos métodos y reflexione sobre ellos a la luz de lo que sabe de su perro. Intente visualizarse a usted mismo trabajando con su perro de modo que se vaya familiarizando cada vez más con el proceso. Si tiene prisa por empezar el adiestramiento lo antes posible, puede leer el tercer libro mientras ya esté adiestrando, pero es mejor leer los tres antes de coger la correa y empezar las sesiones con su perro.

Así es exactamente como empezamos a adiestrar en New Skete. Puesto que no teníamos cerca una asociación de obediencia, cogimos con reservas todos los libros de adiestramiento y los leímos de una forma crítica y aplicando las técnicas de forma selectiva. Mientras tanto, nuestro monasterio lleno de perros sirvió de laboratorio indispensable para probar y perfeccionar las técnicas de adiestramiento.

Así que si no puede asistir a una escuela de adiestramiento, o no puede dejar a su perro con un profesional para que lo adiestre, anímese: aun puede adiestrar a su perro muy bien. No olvide leer más de un libro, y sea consciente de que el vídeo condensa el trabajo de un mes de adiestramiento constante en una presentación de una a dos horas de duración. Los vídeos están destinados a ser vistos una y otra vez, apartado por apartado, tantas veces como sea necesario. No caiga en la trampa de pensar que adiestrará a su perro con la rapidez aparente del vídeo. La paciencia, la repetición y unas expectativas realistas son la clave. Piense en las técnicas y en la filosofía subyacente del planteamiento que vaya a utilizar. También existen algunas revistas que tratan del adiestramiento canino (véase “Selección de lecturas”). Puede ser una buena idea suscribirse a una o más, aunque sólo sea durante el período que esté adiestrando a su perro. El adiestramiento canino es un campo en desarrollo y ningún autor tiene todas las respuestas. Lea, reflexione, y entonces empiece el adiestramiento.

Clases de obediencia

La escuela de obediencia en el parque es el segundo método de adiestramiento más difundido, y es una opción viable para muchos propietarios de perro, en especial si adoptan a sus perros a una edad temprana. Si tiene un perro joven, intente encontrar un adiestrador especializado en adiestramiento de guardería. Muchos adiestradores le pedirán que espere para inscribir a su perro en la escuela hasta que tenga seis, siete u ocho meses de edad, pero tal vez esto sea demasiado tarde para algunos perros, puesto que por entonces las pautas de comportamiento ya están establecidas. No se deje disuadir por el “lo siento, su perro es demasiado joven” de rutina. Pregunte específicamente por el adiestramiento de guardería. En los últimos veinte años el adiestramiento de guardería se ha vuelto cada vez más reconocido como un valioso programa de adiestramiento preliminar y de socialización para los cachorros más pequeños, y adiestradores de todas partes reconocen que este tipo de adiestramiento compensa a largo plazo. En calidad de criadores y adiestradores sabemos que el adiestramiento puede empezar ya a las dos o tres semanas, puesto que ya existen ondas cerebrales adultas en el cerebro de un cachorro de tres semanas. Los adiestradores de clases de guardería están dispuestos a trabajar con su perro el segundo o tercer mes de vida.

Si tiene un perro mayor, quizá también quiera inscribirlo en una clase de obediencia. Sin embargo, recuerde que aunque las clases de obediencia continúan siendo una forma conveniente y económica de adiestrar perros, existen varios factores que lo desaconsejan y que debe tener en cuenta. Nuestra experiencia es que en las primeras etapas del adiestramiento de obediencia formal, las clases no son tan útiles como adiestrar usted solo al perro o trabajar con un adiestrador privado, puesto que es inevitable que el ambiente de una clase presente muchas distracciones. Sólo imagínese a quince propietarios, cada uno con un perro animado fuera de control al extremo de la correa, intentando valientemente prestar atención a las instrucciones del adiestrador, y podrá ver lo difícil que puede ser. Por lo común, los perros están tan centrados unos en otros que es muy difícil recuperar su atención sin mucha fuerza y chillidos. Eso puede hacer que el adiestramiento sea desagradable y poco productivo.


Para el perro que ha disfrutado de un adiestramiento de obediencia básico, las distracciones suelen ser muy beneficiosas para reforzar el adiestramiento.

Los perros aprenden mejor cuando pueden centrar su atención completamente en el adiestrador, en un ambiente tranquilo y sin distracciones. Sin nada que compita por la atención del perro, es mucho más fácil hacer que el perro obtenga una comprensión básica de los ejercicios de obediencia convencionales. Entonces, cuando ya haya llegado a este punto, las clases son en especial útiles. Para un perro con unas habilidades de obediencia básica de rudimentarias a avanzadas, es en verdad valioso trabajar en medio de muchas distracciones: puede aumentar las capacidades de adiestramiento del perro, la socialización y el nivel de atención. Las clases de obediencia ayudan a reforzar los ejercicios que su perro ya conoce (generalización) y prepararlo para las muchas distracciones espontáneas que surgirán en la vida cotidiana.

Sea como fuere, si decide inscribirse en una clase, asegúrese de que puede asistir a todas las sesiones. Normalmente esto implica un compromiso de ocho a doce semanas, y se entiende que entre cada clase practicará usted solo cada día con su perro. En particular si acaba de empezar con su perro, una ausencia puede retrasar a su perro respecto a los demás de la clase, así que afronte cada clase con seriedad e intente ser puntual y estar preparado para la instrucción. Debe estar atento y alerta. Dado que el instructor está trabajando con muchas personas, tal vez no siempre pueda repetir la información o contestar todas las preguntas. Si puede, procure encontrar una clase pequeña de cinco a diez personas. La mayoría de las clases empiezan con una sesión introductoria sin los perros. Esta sesión prepara a los propietarios para las clases siguientes e incluye la inscripción y otro papeleo necesario, como los registros de vacunas. Quizá le pidan que firme una dispensa referente a cualquier accidente que pueda implicarlo a usted o a su perro. Durante la sesión inicial, algunos adiestradores suelen comentar la filosofía de sus ideas de adiestramiento. No olvide tomar nota y leer y reflexionar en casa sobre las mismas. La clase inicial no es menos importante que las sesiones con los perros, sino que a veces lo es incluso más. Si un adiestrador no dice nada que indique la filosofía subyacente o no da ninguna indicación de que su programa tiene una base ética, piénseselo dos veces antes de empezar con ese instructor en particular.

Encontrar un buen adiestrador

Encontrar un buen adiestrador puede ser una búsqueda complicada pero gratificante. La primera clase debería ofrecerle una idea del calibre del instructor con el que trata, pero para entonces tal vez ya haya pagado la matrícula. Es mejor investigar los adiestradores de su zona con las asociaciones locales de adiestramiento, veterinarios y amigos que ya hayan adiestrado a sus perros. Quizá también desee consultar recursos en Internet en búsqueda de adiestradores cercanos que sean miembros de asociaciones éticas, como la Asociación de Adiestradores de Perros Mascota o la Asociación Internacional de Profesionales Caninos o los que están certificados por la Asociación Nacional de Instructores de Obediencia Canina (NADOI). A continuación, antes de empezar la primera clase conozca personalmente al adiestrador; no obstante, no olvide concertar una cita antes de ir. Puede llevar a su perro, pero no pida una evaluación real ni una sesión de adiestramiento a menos que esté dispuesto a pagar por clases particulares. La visita inicial debería ser corta. Preséntese usted y a su perro. Explique al adiestrador sus necesidades y lo que espera conseguir con el adiestramiento. Intente determinar si la clase satisfará estas expectativas; evalúe la reacción del instructor y el nivel de interés. Aunque sea breve, este encuentro inicial debería decirle muchas cosas. Otra posibilidad es asistir a una clase que el instructor esté realizando y observar el desarrollo desde la banda, sin su perro. Observe cómo trabaja el adiestrador tanto con los perros como con los guías. ¿Anima a los guías? ¿Cómo interacciona con los perros? ¿Parece excesivamente duro o punitivo? ¿Se detiene para contestar preguntas? ¿Las instrucciones que da son fuertes, claras y fáciles de entender? ¿Parecen aburridos los perros y los guías? ¿Habla demasiado deprisa?

Tenga cuidado con los instructores que proclaman la cantidad de perros que han adiestrado, que mencionan clientes que son famosos o que intentan gestionar ellos solos una gran clase de más de veinte perros. Es importante buscar un poco de humildad en un adiestrador. Un buen instructor tendrá como mínimo un aprendiz o ayudante en una clase grande. Si le parece que un instructor emplea demasiado el contacto físico a la hora de manejar a los perros, pregúntele por qué. Los métodos de adiestramiento pueden incluir en ocasiones el contacto físico o la fuerza, pero nunca debe tolerarse en exceso. No reaccione de manera exagerada si el instructor aplica disciplina física en casos de agresividad o desobediencia extrema, en especial si el adiestrador no puede ni podría controlar al perro. El instructor es el responsable de la seguridad de los guías y los perros de la clase. Si no entiende algo que hace el instructor, pregúnteselo.

En algunos casos, simplemente debería dejar la clase e irse. Si un instructor “cuelga” a un perro (excepto si es como último recurso para evitar que un perro en actitud de ataque muerda en serio al instructor), hace retorcerse al perro del extremo de la correa, da un puntapié al perro (excepto si es para detener una pelea real entre perros), insulta a un guía, se niega de forma constante a responder preguntas o se burla de los perros, déjelo. Pero no saque conclusiones precipitadas, y pida explicaciones antes de tomar una decisión.

Atención personal

No espere una atención personal a raudales en una escuela de obediencia canina. Si tiene la suerte de encontrar un instructor que se empeña en tener clases reducidas, tal vez obtenga mucha ayuda personal. Pero en la mayoría de las clases grandes con un determinado límite de tiempo, el instructor simplemente no puede pararse para estar de cinco a diez minutos con cada persona. Usted y su perro son un equipo que está trabajando en una clase, pero para ver los frutos reales, tiene que planificar un trabajo diario de forma sistemática usted solo en casa. Nuestros clientes nos explican que la falta de atención individual es el principal inconveniente de los cursos de obediencia tipo parque. Los clientes que necesitan o desean más asesoramiento no deberían inscribirse en una clase grande. A pesar de ser bastante expertos en enseñar ejercicios básicos, algunos instructores tienen muy poca o nula experiencia en el diagnóstico de comportamientos caninos más complicados, y a veces emplean remedios inadecuados.

Abandonar la escuela de obediencia

No se desanime si “abandona”. Es probable que no lo haga, pero si ocurre, tómeselo con calma. Sin duda no significa que usted o su perro no puedan adiestrarse. Igual que muchos niños, algunos perros simplemente no entienden el planteamiento estructurado de la escuela, o tal vez necesiten un adiestramiento individual. Diríjase a un adiestrador que trabaje con su perro solo. O empiece de nuevo: estudie con seriedad los manuales de adiestramiento y enseñe a su perro usted solo. El 10 por ciento de los perros que vemos en New Skete son perros que han abandonado las clases de obediencia. Casi todos responden a un planteamiento más individual e intenso.

Adiestramiento privado

El adiestramiento privado en el que un adiestrador va a su casa es un tercer método de adiestramiento. Aunque es más caro que una clase local de obediencia, a menudo vale la pena por la atención personalizada que reciben usted y su perro. En general, es más sencillo adaptar el adiestramiento privado a las necesidades y los problemas específicos de un propietario, y durante un período esto puede convenirle.

Con un adiestrador privado cualificado tiene la ventaja de tener toda su atención durante la sesión, y el adiestramiento puede llevarse a cabo de una forma más acorde con su ritmo. Usted no sólo puede observar de primera mano sus técnicas, sino que, aún más importante, el adiestrador privado hábil le ayuda continuamente a aprender cómo adiestrar a su perro. Recuerde que en realidad se trata de esto. Es necesario que usted se sienta cómodo al trabajar con su perro en la vida real, y esto se consigue con más facilidad bajo la tutela de un profesional que de manera constante le ayude a usted y a su perro a superar los desafíos de su entorno doméstico específico. Esto es en especial cierto con respecto a preparar y tratar distracciones que han resultado difíciles de resolver para usted, y que es necesario que sea capaz de sobrellevar en la vida cotidiana.

Siga las directrices que hemos mencionado con anterioridad para encontrar un adiestrador y espere que un adiestrador privado cualificado le proporcione referencias profesionales creíbles de veterinarios y asociaciones humanitarias, así como de clientes satisfechos. Si es posible, pídale observar una sesión y evalúe la forma en que se comunica con el perro y también con el cliente.

Asesoramiento y adiestramiento individuales

El adiestramiento interno es otro método de adiestramiento que en los últimos veinte años se ha difundido cada vez más. Dejar a su perro con un adiestrador a menudo puede combinarse con unas vacaciones largas u otra ausencia en la que de todas formas debería internar a su perro. Asegúrese de no tener dudas acerca de las instalaciones del adiestrador. Aunque muchas perreras no puedan ofrecerle una visita por el interior del espacio de las perreras por consideraciones de seguridad y salud (por ejemplo: los clientes pueden portar virus sin saberlo), sí pueden brindarle una descripción detallada de las instalaciones de la perrera, el tamaño de los corrales caninos individuales y del programa diario de cuidado de su perro, y deberían estar dispuestas a mostrarle la perrera desde el exterior. ¿Las perreras exteriores disponen de la sombra adecuada? Pida ver el trabajo de adiestramiento con un perro experimentado y pregunte específicamente sobre lo que su perro aprenderá.

Muchos propietarios se preguntan sobre el problema de la transferencia del adiestramiento. Una pregunta legítima es: “Si dejo a mi perro con un adiestrador, ¿me prestará atención cuando vuelva a casa?”. Por lo general, la respuesta es sí, si sigue con fidelidad lo que el adiestrador hace con su perro. La mayoría de los adiestradores le proporcionan una bibliografía para leer mientras su perro está interno. Merece la pena leerla.

Cuando vaya a buscar a su perro, el adiestrador debería proporcionarle un informe y una explicación completos del adiestramiento, incluida una demostración práctica en una situación en la que su perro no sepa que usted está ahí. Esto suele ser útil de dos formas. Primero, ilustra los libros que ha leído y le permite observar a otra persona trabajar con su perro, lo que ofrece un magnífico espejo. Si tiene ganas, pida al adiestrador que grave la demostración para utilizarla como una referencia en el futuro. Segundo, puesto que cuando se reúna con usted el perro estará ansioso, este tipo de demostración le permite observar a su perro en una sesión normal, sin la dificultad que representa el estrés de pasear a su lado tras un reencuentro feliz. En cuanto el perro se haya tranquilizado después del reencuentro, debería ser capaz de practicar un rato bajo la orientación atenta del adiestrador. Si es necesario, la mayoría de los adiestradores le ofrecen que vuelvan más adelante para refrescar el adiestramiento.

Muchos propietarios creen que este método de adiestramiento es un alivio y un gusto. Para propietarios que no tienen el tiempo o la habilidad de adiestrar con libros o en una clase, este método suele ser una buena alternativa. Los propietarios que han abandonado la escuela de obediencia, o que no han podido encontrar un instructor en grupo aceptable, pueden optar por el adiestramiento individual. Con frecuencia, las personas discapacitadas o mayores valoran el adiestramiento individual porque les ahorra la mayor parte del adiestramiento inicial, que es bastante físico. Finalmente, los perros problemáticos a veces responden mejor al adiestramiento cuando están lejos de su entorno. Pero recuerde que con independencia de lo bien que hayan adiestrado a su perro en esta clase de programas, para asegurar una transferencia de la obediencia sin problemas usted debe practicar con regularidad con su perro durante varias semanas tras su regreso. La diferencia es que ahora será mucho más fácil que usted proporcione esa continuidad.

Teniendo todo esto en cuenta, el adiestramiento individual es una buena alternativa al adiestramiento de obediencia en una clase, y muchos adiestradores lo prefieren al trabajo en una clase. Suele ser más caro por los costes de trabajo y alojamiento y comida, pero a muchos propietarios les compensa.

Asesoramiento a propietarios de perro

Los problemas conductuales caninos muy arraigados, sin embargo, no pueden solucionarse asistiendo sólo a clases de obediencia. Aunque tal vez su perro se vuelva un experto en las órdenes a mi lado, siéntate, quieto y échate, es posible que todavía masque la alfombra del salón, excave en el patio trasero o persiga y mate las gallinas del vecino. En especial en casos de comportamientos agresivos, intente conseguir una atención individual y un asesoramiento a propietarios de perro.

Si es difícil encontrar un buen instructor de una clase de obediencia, un buen asesor de propietarios de perro puede ser todavía más difícil de localizar. Muchos propietarios se dirigen a los veterinarios locales. Esta vía suele ser útil si el veterinario es experto en comportamiento canino y dispone de tiempo para hablar. Pero muchos sencillamente no pueden disponer del tiempo necesario para diagnosticar problemas conductuales complejos. Algunos veterinarios guardan archivos de buenos adiestradores caninos especializados en el asesoramiento a propietarios de perro. Tal vez tenga que llamar a varios veterinarios antes de encontrar a uno que sepa dónde encontrar esta clase de asesor. En New Skete tenemos experiencia en este tipo de adiestramiento, junto con otros tipos de instrucción. El asesoramiento a propietarios de perro es un campo en evolución y auge que requiere tiempo y paciencia. No todos los adiestradores están interesados en él ni son capaces de hacerlo. Por suerte, es cada vez mayor el número de personas que se están formando en el asesoramiento a propietarios de perro. Muchos veterinarios se interesan en los comportamientos problemáticos. Hace diez años era casi imposible encontrar un adiestrador o veterinario que se sentara con usted y discutiera en detalle por qué el perro muerde, masca, cava, gimotea, mata a otros animales, ensucia en casa o persigue coches. Se obtenían consejos sobre estos asuntos fuera de la clínica veterinaria o en una cafetería hablando con amigos. Quizá dentro de diez años el asesoramiento a propietarios de perro sea la norma y no la excepción.

Además, hay que tener en cuenta que los adiestradores no son oráculos ni dioses. Se enfrentan a problemas que los ponen a prueba y los desconciertan. Se encuentran con canes que no entienden. Por suerte, siempre tienen a alguien a quien recurrir para pedir ayuda, como hizo J. Allen Boone en Kinship with All Life. Fue a visitar a Mojave Dan, un sabio y viejo ermitaño del desierto que vivía con una colonia de perros y burros. Le pidió al ermitaño que le ayudara a entender a su perro y a hacerse con la verdad del perro. El sabio pensó un momento y luego contestó: “Existen hechos sobre los perros, y existen opiniones sobre ellos. Los perros tienen los hechos y los humanos tienen las opiniones. Si quiere los hechos sobre su perro, obténgalos siempre directamente del perro. Si quiere opiniones, obténgalas de los humanos”.

Cómo ser el mejor amigo de su perro

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