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Escoger un cachorro o un perro mayor
¿Qué raza?
Si está pensando en comprar un pura raza, es probable que ya tenga unas preferencias de raza específicas. Cuando se prepare para buscar un perro, debe averiguar si la raza que le gusta es apta para su ambiente y personalidad. La mejor forma de saberlo es hablar con alguien que tenga un perro de esa raza. Casi todas las razas tienen una asociación nacional de raza, y estas organizaciones estarán encantadas de sincerarse con usted acerca de las características de su raza. La asociación estadounidense American Kennel Club puede proporcionarle un listado de organizaciones nacionales de raza.* Algunos populares libros (Paws to consider [Patas para tener en cuenta], de Brian Kilcommons y Sarah Wilson, y The Right Dog for You [El perro adecuado para usted], de Daniel Tortora, son buenos ejemplos) proporcionan descripciones detalladas sobre las razas, y pueden guiarlo para hacer una elección realista según sus propias y únicas circunstancias.
En cuanto a qué raza es mejor para adiestrar, nosotros tenemos unas opiniones evidentes, pero en realidad no existe una respuesta fácil. En los últimos años ha habido una gran discusión sobre la inteligencia relativa de los perros, y se han realizado investigaciones sobre las razas que quedan en mejor posición en la escala de inteligencia canina.* Por desgracia, es sencillo aprovechar de un modo simplista, engañoso y elitista el bombo publicitario de este tipo de estudios. Aunque algunas razas parezcan más fáciles de adiestrar que otras y, por consiguiente, parezcan “más inteligentes”, esta percepción suele aplicarse al adiestramiento de obediencia formal y no debería generalizarse. Las razas que puntúan bajo en las habilidades de obediencia y, por tanto, que se han ganado la reputación de ser “estúpidas”, pueden estar instintivamente más adaptadas a otras funciones y papeles. Por ejemplo, si coloca a un beagle en el contexto de una cacería, ya no parece el animal terco y tonto que presenta tantos problemas en una clase de obediencia.
Asimismo, aunque gran parte de los adiestradores más experimentados admiten que existen diferencias en la capacidad de adiestramiento e inteligencia de distintas razas, también reconocen que existen grandes diferencias y variaciones entre los perros individuales que pertenecen a la misma raza. El ambiente en el que se cría un perro —más la habilidad del propietario/adiestrador— a menudo tiene un efecto profundo (tanto negativo como positivo) en la inteligencia general de un perro. A lo largo de los años hemos trabajado con muchos ejemplares individuales de razas que no quedan en buena posición en el adiestramiento de obediencia, pero demostraron ser fáciles de adiestrar porque sus criadores y propietarios fueron muy sensibles a las cuestiones de socialización y buen manejo. Como cabe esperar, también ocurre lo contrario: no todos los pastores alemanes son los Einstein que a los “chovinistas de los pastores” les gustaría creer. A decir verdad, los prejuicios sutiles, o no tan sutiles, aparecen en cuanto se discute sobre el nivel de inteligencia de las distintas razas.
Para que sea útil como categoría, es necesario matizar la inteligencia canina. Como explica el trabajo de Stanley Coren, la medida total de la inteligencia de un perro se compone de tres dimensiones distintas: la inteligencia adaptativa, que se refiere a las capacidades de aprendizaje y de resolución de problemas con las que los perros se adaptan a su entorno; la inteligencia de trabajo u obediencia, la capacidad de los perros para responder de manera adecuada a órdenes aprendidas y llevar a cabo tareas en el mundo real; y la inteligencia instintiva, aquellos aspectos de la composición mental que se transmiten genéticamente de generación en generación. Si a esto incluimos rasgos de personalidad como el deseo o disposición para trabajar con el propietario, la sumisión o un elevado nivel de dominio, queda claro que es complicado, si no imposible, aplicar criterios absolutos a la hora de determinar la inteligencia de las distintas razas. A lo máximo que podemos aspirar es a unas directrices generales que ayuden a que nuestras expectativas sean realistas. Cualquier opinión que escuche debería matizarse con la experiencia directa en esa raza. A pesar de que algunas razas presentan una tendencia natural a manifestar determinados rasgos conductuales, la conformación genética del perro individual y el entorno específico en el que vive ocultan o exageran estos rasgos.
Un ejemplo espectacular de crecimiento canino. Antes de llevar un cachorro a casa, asegúrese de saber el tamaño que puede alcanzar.
¿Macho o hembra?
Igual que el propietario potencial suele tener unas preferencias definidas respecto a la raza, a menudo tiende hacia un sexo u otro, a veces por buenas razones, a veces no. Si es difícil expresar una opinión absoluta acerca de las distintas razas y sus características, resulta más complicado aún hacer afirmaciones indiscutibles sobre las características de machos y hembras. En todas las razas hay machos y hembras que son dóciles y flexibles, y otros que son dominantes y difíciles de controlar. Recuerde lo que hemos dicho sobre el macho y la hembra alfa. En muchas razas, no existe una diferencia apreciable entre el potencial de protección de un macho y el de una hembra; en otras, los machos son protectores, pero las hembras tienden a desanimarse cuando se enfrentan a un peligro. Los especialistas en las distintas razas disponen de información más detallada. En general, aconsejamos a los propietarios de perro inexpertos que empiecen con una hembra, ya que lo habitual es que las hembras sean más fuertes y pequeñas que los machos, más limpias y fáciles de adiestrar en una etapa más temprana. Sin embargo, si con honestidad el criador sugiere un cachorro individual de un sexo determinado por encima de otro y parece haber evaluado su situación de manera correcta, entonces quizá sea una buena idea seguir su consejo. Es probable que el criador sepa más que usted sobre la raza que ha escogido y de esta camada en particular, y está interesado en emparejarlo con el cachorro adecuado. Dicho esto, ningún buen criador debería otorgar un cachorro sólo sobre la base del sexo. Depende muchísimo del animal individual.
La posibilidad de esterilizar a una hembra no debería ser un factor determinante para escoger el sexo. Para la inmensa mayoría de los propietarios de perro, castrar o esterilizar a sus mascotas, tanto machos como hembras, es muy recomendable tanto por razones conductuales como médicas. Además de prevenir embarazos no deseados en un momento en el que la población de mascotas se está disparando en detrimento de las propias mascotas, esterilizar a una hembra evita la molestia de los ciclos regulares de celo (dos veces al año durante aproximadamente tres semanas cada vez, más la presencia no deseada de muchos machos “pretendientes” locales en la puerta de su casa), detiene el piometrio (una infección uterina) y reduce el riesgo de cáncer de pecho. La esterilización también puede presentar unos efectos colaterales conductuales muy deseables. La leyenda del aumento de peso de las perras esterilizadas se debe principalmente a comer demasiado y a la falta de ejercicio (y, por tanto, puede evitarse con facilidad), pero muchos propietarios de perro sí informan de que su perra esterilizada es más apacible y receptiva, y retiene mejor las órdenes.
En los machos, los beneficios de la castración son igualmente importantes. Desde un punto de vista médico, el perro castrado no puede contraer cáncer testicular y presenta una menor tasa de incidencia de enfermedades de próstata y de crecimientos anales cancerígenos. Desde el punto de vista del comportamiento, puesto que muchos comportamientos no deseables de los perros macho se basan en el sexo, la esterilización tiende a reducir la agresividad, el vagabundeo, el marcaje de objetos con orina y montar a otros perros y piernas humanas, y, en general, hace que el perro esté más calmado y pueda adiestrarse mejor. Los temores (que suelen ser por parte de hombres) de que la esterilización hará que sus perros se vuelvan débiles o que el perro se deprima por la incapacidad de mantener sexo son proyecciones antropomórficas. En el apareamiento canino no existe ningún romanticismo: se trata de algo biológico, desencadenado por hormonas del macho sólo cuando una hembra (si hay alguna por los alrededores) entra en celo. En las demás ocasiones, el macho no muestra ningún interés. Además, los machos castrados apenas se vuelven tímidos. Aunque en general tienden a estar más relajados en las situaciones domésticas, son tan vitales y atléticos como sus homólogos intactos y se les puede enseñar con facilidad formas aceptables de actitud protectora. A lo largo de estos años de trabajo con perros, nunca hemos visto un efecto negativo en el comportamiento de un perro: o bien ha mejorado, o en esencia se ha mantenido igual. En vista de los hechos, la única excusa razonable para no esterilizar o castrar a su mascota es que tenga la seria intención de reproducirlo y, por tanto, los criterios para adquirir un macho o una hembra deberían basarse en otros factores.
Sea realista. Para la inmensa mayoría de los propietarios de perro no es sensato escoger uno u otro sexo por un deseo de reproducir el primer perro con un segundo posterior. No sólo quizá estos planes no se materialicen nunca, sino que gran parte de las personas no saben lo que implica la reproducción y cría de cachorros. Hacerlo bien es exigente y estresante, requiere mucho tiempo, un conocimiento serio de las razas y los linajes, y posiblemente unas facturas veterinarias elevadas. Ni siquiera piense en la reproducción como una empresa con ánimo de lucro. El dinero que gaste en criar una camada supera en mucho al que obtendrá de la venta de los cachorros. Los criadores lo hacen por amor a la raza, no por dinero. Sería mucho mejor que los padres bienintencionados que quieren exponer a sus hijos el milagro del nacimiento alquilen o compren algo similar a nuestra serie de vídeos, en los que incluimos una presentación espectacular del nacimiento canino y el desarrollo temprano de los cachorros. Asimismo, no recomendamos la reproducción si su perro no es un pura raza con pedigrí y está registrado, se ha certificado que no presenta trastornos genéticos como displasia de cadera u hombro y que tiene un temperamento cuerdo. Por diversas razones, de ninguna manera es una apuesta segura que cualquier cachorro que escoja se convierta en un ejemplar reproductor. A menos que sea un criador serio y experto, escoja a su cachorro basándose sólo en sus méritos, y no como parte de un futuro equipo de reproducción.
Todos los perros crean unos vínculos estrechos con sus propietarios, y se relacionan de un modo físico, psicológico y emocional. El macho bien adiestrado muestra cualidades de dedicación y devoción que han impresionado a muchos seres humanos sensibles. El hermano Thomas, que promovió los programas de reproducción y adiestramiento en New Skete, escribió una vez: “Debemos escuchar al perro hasta descubrir qué necesita, y no imponernos en nombre del adiestramiento”. Los perros tienen mucho que les relaciona con el propietario que destina tiempo a escucharlos.
No obstante, a menudo las personas expresan una preferencia personal a la hora de seleccionar un macho o una hembra, lo cual es respetable. Aunque siempre hay la excepción que confirma la regla, existen algunas características muy destacadas en ambos sexos de la especie. Como ya hemos mencionado, por lo general las hembras son más pequeñas y fáciles de manejar, son más cariñosas y se adiestran con más rapidez. En su conjunto, los machos tienden a ser más animados y dominantes, más al mando de la situación. A pesar de su tamaño —desde el caniche más pequeño al pastor alemán más majestuoso— la mayoría pueden alojarse en un piso o una mansión en el campo.
A continuación presentamos un fragmento de una carta que escribió un médico a su familia, que tuvieron un pastor alemán de New Skete llamado Azzo. Esta carta es posterior a la muerte del perro, pero capta la esencia y el espíritu del macho de la raza de forma perfecta.
Su devoción fue un ejemplo, y su control. Conversaba continuamente en silencio y mostraba un sentido del humor y una jocosidad sin los que el hombre sería inaguantable. Su imaginación era una joya; la defensa de “sus” hijos era tan feroz que convertía petirrojos y bolsas de papel en dragones. Las abejas eran monstruos que atacar y las consumía en mayor cantidad de lo que era bueno para él. Y durante su corta vida, nunca tuvo conocimiento de su tamaño. Su inteligencia y altruismo y sensibilidad eran un desafío. Esperaba que nosotros fuéramos más sabios que él, y quizá nuestro razonamiento fuera superior, pero en todo lo demás nos guió y nos hizo mejores. La forma en que aceptaba nuestros fallos y debilidades nos hizo humildes.
Dónde adquirir un perro
Hay numerosos buenos lugares para adquirir una mascota maravillosa, cada uno de ellos tiene ventajas e inconvenientes. También existen varios sitios posibles que debería evitar.
Criador acreditado
Un lugar excelente para adquirir un cachorro o un perro mayor es en un criadero acreditado. Los buenos criadores poseen un conocimiento exhaustivo de las razas que crían, y a menudo hace muchos años que se dedican a producir representantes de calidad como cachorros. Suelen tener al menos a uno de los padres a mano para que el cliente pueda conocerlo, y tienden a ser sinceros cuando evalúan si un cachorro en particular (es más, la raza misma) es adecuado, puesto que tienen en cuenta lo que es mejor para los cachorros. Un mal emparejamiento deja a todo el mundo descontento. Cuando parece que hay un buen emparejamiento a la vista, comprar un cachorro de un criador establece una conexión personal entre cliente y criador que en el futuro se convierte en una valiosa fuente de información y consejo. No obstante, no todos los que crían merecen la designación de “acreditados”. Es sensato evitar los criadores que utilizan un patio trasero, cuyo interés principal en la reproducción es o bien financiero, o bien sentimental, y se interesan poco por los parámetros de raza. Puesto que usted pagará una cantidad considerablemente más elevada por un perro de pura raza que por un perro fruto de un apareamiento fortuito, el criador debería ser lo bastante responsable para ofrecerle una garantía de temperamento y salud, así como para proporcionarle la información médica adecuada, un pedigrí detallado de al menos tres generaciones y un documento de registro de la AKC. Las instalaciones deben estar limpias, y el criador también debe estar asociado a la asociación local o nacional de raza dedicada al conocimiento y la mejora de la raza. Para encontrar un criador acreditado, el mejor lugar para empezar es la página web de la AKC y llevar a cabo una búsqueda de referencias de criadores. Lo conducirán a la asociación de progenitores más cercana, la cual podrá dirigirlo a criadores acreditados de su estado o región. Otra posibilidad es hablar con su veterinario, que quizá le recomiende buenos criadores de cuya honestidad pueda dar fe.
Una madre cariñosa. Si es posible, intente ver al padre y a la madre de la camada.
Adoptar un perro de un refugio de animales
Un refugio de animales es otra buena fuente donde encontrar un perro, en especial un perro de raza mixta. Existen numerosas razones por las que los perros terminan en refugios de animales. Algunos (por lo general cachorros) están ahí como resultado de un apareamiento accidental (y no deseado); otros, por un traslado de la familia, un divorcio o una enfermedad. E incluso hay otros que llegan porque el propietario ignoraba el tiempo y la dedicación que requiere el cuidado de un perro. Una vez que se desvanece la novedad, muchos propietarios optan por el camino más fácil y simplemente depositan a sus perros en la protectora de animales local. Aunque no estén adiestrados, muchos de estos perros tienen la posibilidad de convertirse en maravillosas mascotas cuando se les proporciona el amor y el adiestramiento adecuados. Los perros de refugio son baratos y con frecuencia bastante fáciles de adiestrar. Los propietarios que los adoptan proporcionan una alternativa humanitaria frente al oscuro destino de la eutanasia.
Sin embargo, un futuro propietario asume ciertos riesgos cuando adopta un cachorro o un perro mayor de un refugio. A menudo la negligencia y la incompetencia de los propietarios explican la presencia del perro en el refugio, pero no siempre. A veces los perros han manifestado problemas que a pesar de que el propietario haya destinado todos sus esfuerzos, no se pudieron solucionar y quizá rehabilitarlos requiera mucho tiempo, energía y dinero. Además, aunque un cachorro pequeño debería haber estado con la madre y los hermanos de camada hasta las siete semanas de edad y haberse socializado apropiadamente con seres humanos, es frecuente que los cachorros se dejen en refugios demasiado pequeños (antes de las seis semanas), mucho antes de que hayan tenido la oportunidad de interaccionar con su madre y hermanos y seres humanos. Esto puede provocar problemas de comportamiento graves en el futuro. Incluso si se ha socializado bien y se ha criado a conciencia, cuanto más tiempo pase el cachorro en el refugio, más probabilidades hay de que desarrolle comportamientos de miedo o huida que son el resultado de no recibir la socialización necesaria durante el período de miedo (de las ocho a las diez semanas de edad). Dado que a veces no hay forma alguna de que el personal de la protectora de animales pueda socializar adecuadamente al gran número de cachorros que reciben, los más pequeños suelen quedar desatendidos en un momento crítico para ellos. Por consiguiente, si decide adoptar un cachorro de un refugio, normalmente es mejor hacerlo cuando tiene de seis a ocho semanas de edad.
Dicho esto, la Asociación Estadounidense para la Prevención de la Crueldad con los Animales (ASPCA, por sus siglas en inglés, con sede en la ciudad de Nueva York) y asociaciones humanitarias independientes locales realizan un gran esfuerzo para alojar perros con nuevos propietarios de un modo responsable. Muchos refugios han introducido programas de comportamiento para los perros de su refugio para mejorar sus posibilidades de adopción: pasear a los perros, enriquecimiento del entorno y adiestramiento rudimentario. La página web de la ASPCA (www.aspca.org y la relacionada www.petfinder.com) ofrecen perfiles de perros que están listos para la adopción en todo el país. Simplemente porque la protectora local no tenga lo que usted busca, no descarte la posibilidad de encontrar una mascota adecuada en otro refugio de su zona.
Cuando decida buscar a una mascota en un refugio, la siguiente información le permitirá hacerlo con más conocimiento para minimizar la probabilidad de llevar a casa un problema en potencia. Primero, intente descubrir todo lo que pueda acerca del perro que le interesa. Pregunte al personal de la protectora sobre los orígenes del animal. A veces esta información no siempre está disponible; a veces sí. ¿Este perro en particular vivió con una familia? ¿Ha estado en contacto con niños, ruidos, escaleras o la vida urbana? ¿Por qué se llevó al refugio? Cuando observe a los propios perros, intente “interpretar” a cada uno de manera individual sin mirarlos directamente; eche miradas una y otra vez de modo poco amenazador y fórmese una impresión general. Tenga en cuenta que muchos perros reaccionan con agresividad cuando se enfrentan a una barrera como una perrera o una jaula, así que cuando vaya pasando agáchese delante de modo que la jaula le quede a un lado, no de frente. Esta posición no es tan amenazadora. Ofrezca la parte superior de la mano fuera de la jaula para que el perro la pueda investigar y olfatear, y hable al perro de forma suave y dulce. Nunca coloque los dedos a través de los barrotes. Busque aproximaciones calmadas: un saludo alegre por parte del perro, es decir, con las patas en la parte frontal de la perrera meneando el rabo, restregando el cuerpo por el alambre como si pidiera que lo acariciara, o simplemente una observación silenciosa y sin amenazas por parte de usted. Si está interesado en un determinado animal, pida que le dejen sacarlo a pasear con correa en una zona controlada. Sin embargo, incluso entonces quizá no obtenga una interpretación exacta del perro, puesto que se encuentra en un ambiente desconocido con una persona desconocida. Tenga paciencia, y de vez en cuando siéntese y deje que el perro se acostumbre a usted. Si es demasiado agresivo o tímido, piense de nuevo el hecho de adoptar a ese perro. Intente mantenerse fríamente objetivo. No se deje persuadir por unos ojos apenados, un gimoteo afligido o la “vivacidad” por parte del animal. Si está pensando en un cachorro, utilice los criterios que encontrará más adelante en este capítulo como guía para evaluar el temperamento; si es posible, vaya con alguien experto en perros para que lo ayude en la selección y para que le dé una segunda opinión.
Un último consejo: si busca un perro y encuentra a uno atractivo que está castrado o esterilizado, es probable que el perro provenga de una situación en la que los propietarios sintieron la suficiente responsabilidad y preocupación por el animal como para esterilizarlo. Por encima de todo, no vaya a un refugio por diversión. En cuanto a amor y camaradería, los perros de refugio merecen un compromiso tan serio como los perros de pura raza. No es para nada justificable la actitud de un arrogante que dice: “No hay ningún problema, sólo se trata de un chucho, si las cosas no van bien, simplemente me desharé de él”.
Asociación de rescate de raza
Otra buena fuente para encontrar un perro de pura raza es una asociación de rescate de raza. Estas asociaciones empezaron a existir en respuesta al alarmante número de perros de pura raza que llegaban a las protectoras de animales. Amantes de los pura raza con una gran generosidad y que están sinceramente comprometidos con sus razas en particular abren sus casas y sus perreras a perros que, por la razón que sea, necesitan un nuevo hogar. Durante su estancia en el hogar de acogida, se comprueba la salud general de los perros y se evalúa su temperamento, las habilidades de obediencia básica y la limpieza en casa. Con frecuencia los voluntarios trabajan con los perros que necesitan mejorar campos específicos para que satisfagan los requisitos para la adopción. Lo último que quieren las personas que trabajan en una asociación de rescate de raza es que un animal vuelva a estar en adopción una y otra vez.
Ponerse de acuerdo con una asociación de rescate de raza es a la vez una elección sensata y excitante para alguien que busca un perro de pura raza pero no pueda permitirse un cachorro de un criador, o prefiere un perro mayor. No obstante, como ocurre cuando adopta un perro de segunda mano, intente descubrir todo lo que pueda acerca del origen del perro. Preste especial atención a las impresiones que el propietario temporal se ha formado del perro mientras ha estado bajo su cuidado. Por lo general, los parámetros de las asociaciones de raza sobre temperamento son exigentes, en particular en lo referente a la agresividad, puesto que no se gana nada al transmitir una mala imagen de la raza a la sociedad.
Las asociaciones de rescate de raza existen para casi todas las razas registradas y pueden localizarse mediante la asociación AKC o las páginas webs de Canine Connections (www.canine-connections.com) y Pro Dog Networks (www.prodogs.com).
Dónde no adquirir un cachorro*
Tiendas de mascotas
Si hay algo en lo que están de acuerdo los criadores, adiestradores, conductistas y veterinarios profesionales con respecto a los perros es: evite las tiendas de mascotas cuando contemple la posibilidad de adoptar un cachorro. No tenemos conocimientos de que ninguna guía respetable acerca de la adopción y cuidado de cachorros escrita en los últimos veinte años recomiende las tiendas de mascotas como un lugar donde encontrar un cachorro, y por muy buenas razones. Las tiendas de mascotas son instituciones con ánimo de lucro, tal vez sean lugares adecuados para adquirir artículos para mascotas, pero son completamente inapropiados para comprar un cachorro. Adquieren la inmensa mayoría de sus cachorros en granjas de cachorros, fábricas de reproducción de mala reputación en las que los perros se crían como ganado, de forma repetida y sin preocuparse por la salud de los perros, en condiciones inhumanas y sucias. La socialización es desconocida y apenas se dan vacunas. De forma rutinaria los cachorros se separan de sus madres y hermanos de camada prematuramente, y se envían a tiendas de mascotas de todo el país, por lo que a menudo llegan a sus destinos débiles, deshidratados y en malas condiciones. Tras un aseo superficial, con frecuencia las tiendas los venden a unos precios que exceden a los de un criador acreditado. Sin ninguna información sobre los temperamentos de los padres ni sobre cómo se ha criado el cachorro, los futuros compradores se la juegan mucho por la comodidad de llevarse de inmediato un perro a casa. ¿Quién sabe qué enfermedad puede estar incubando y que varias semanas después puede conllevar unas elevadas facturas de veterinario, o los problemas de comportamiento que pueden aparecer varios meses más adelante a causa de una socialización inadecuada? Por supuesto, existe la posibilidad de que tenga suerte y adquiera una mascota decente, pero ¿qué sentido tiene apoyar una industria que en general es tan ofensiva para el interés de los perros?
Asimismo, tenga en cuenta que las tiendas de mascotas reconocen cada vez más la desastrosa popularidad que deriva de sus tratos con las fábricas de cachorros. No se deje engañar por tiendas de mascotas que le aseguran que sus cachorros provienen de “criadores locales”. Digámoslo correctamente: se trata de “criadores de patio trasero” que reproducen a sus perros para obtener un beneficio, con poco conocimiento acerca de la ciencia de la reproducción y poca preocupación real por mejorar la raza (por lo cual es obvio que directamente recomendamos no adoptar un cachorro de este tipo de criadores). Incluso admitiendo las buenas intenciones, hemos escuchado tantas historias de terror que nunca recomendaremos tal reproducción. Además, desde nuestro punto de vista, ningún criador acreditado ético vendería sus cachorros a una tienda de mascotas que vende los cachorros a un comprador que sólo debe tener una tarjeta de crédito válida. Y punto.
Escoger un cachorro de una camada
Como criadores, tenemos años de experiencia en el alojamiento de cachorros. Hemos descubierto que no es una buena idea dejar que los futuros propietarios vean una camada entera y escojan ellos mismos un cachorro. Muchas veces eligen el cachorro equivocado. En todas las camadas hay solitarios, agresores y sumisos. Gran parte de la gente piensa que el cachorro que sale de inmediato de la camada y corre hacia ellos, saltando contra la verja o la barrera, es el “perro para mí”. A menudo escuchamos a personas que dicen: “Yo no lo escogí, fue él quien me escogió: se acercó corriendo directamente y por eso lo escogí”. El problema es que con frecuencia el cachorro que se “acerca corriendo” es el más dominante, y es posible que el más propenso a tener problemas de comportamiento en una mala situación. Los clientes que son fáciles de manipular emocionalmente y se sienten cautivados por las travesuras de cachorros siempre caen en este planteamiento. Mientras tanto, ignoran a los demás cachorros que tardan más en acercarse o que se detienen un momento. Aunque, en realidad, uno de ellos puede ser el cachorro adecuado para ellos.
Cuando vaya a ver a los cachorros, intente verlos uno por uno, en una sala separada. Ésta es la única forma de hacerse una idea de la personalidad de cada uno. No intente evaluar al cachorro dentro de la camada. Es casi imposible. Si usted es un novato en este proceso de selección, investíguelo antes de visitar a un criador. El examen que utilizamos nosotros como ayuda para evaluar la personalidad y el temperamento de los cachorros fue desarrollado por Jack y Wendy Volhard y está extensamente descrito tanto en nuestro libro sobre cachorros como en la serie de vídeos. También presentan exámenes de evaluación básicos de cachorros Understanding Your Dog [Entender a su perro], del doctor Michael Fox, y Behavior Problems in Dogs [Problemas conductuales de los perros], de William E. Campbell.
Pida al criador que lo ayude a seleccionar el cachorro correcto. Puesto que ha observado a los cachorros en la intimidad durante casi dos meses, y también los ha evaluado a las siete semanas, tendrá una idea mucho más exacta de cada cachorro de la que usted pueda formarse en una visita. Si éste es el caso, no deje que la meticulosidad del criador lo disuada. Quizá lo entreviste de manera exhaustiva de antemano para descubrir qué necesita y desea de un perro. Intente responder a estas preguntas con sinceridad y esmero. Para el criador representa un esfuerzo hacerlo así, y, por tanto, es sensato ser precavido con los criadores que no lo hacen. Si le pregunta incluso por sus sentimientos sobre un perro, se trata de una buena señal de que quiere alojar a conciencia a los cachorros. Entonces el criador podrá escoger un cachorro que encaje con usted y con su situación lo más exactamente posible. Si no había seleccionado un cachorro hasta ahora, o si se encuentra en un punto muerto entre dos cachorros, confíe en el criador para tomar la decisión correcta. El criador quiere hacer un buen emparejamiento y no intentará endosarle un cachorro malo o inferior, ya que está completamente interesado en emparejar de forma correcta a clientes y cachorros. La mayoría de los criadores tienen experiencia previa en alojar cachorros, saben cómo evaluar su comportamiento y están dispuestos a compartir los resultados de sus observaciones con usted.
*Apdo. 37902, Raleigh, NC 27627. También puede acceder a esta información a través de la página web de AKC: www.AKC.org.
*El libro de Stanley Coren, The Intelligence of Dogs: A Guide to the Thoughts, Emotions, and Inner Lives of Our Canine Companions [La inteligencia de los perros: una guía a través de los pensamientos, las emociones y las vidas interiores de nuestros compañeros caninos] (Nueva York: Bantman Books, 1995) es un ejemplo particularmente equilibrado y articulado.
*Véase también nuestra exposición sobre este particular en El arte de criar un cachorro, págs. 81-83.