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3.3 ¿Qué es la fiebre?
ОглавлениеEl hipotálamo es una parte del encéfalo que mantiene la temperatura corporal constante, disipando el calor y aumentando o disminuyendo la frecuencia respiratoria y la sudoración. Esta estructura cerebral participa también en la organización de ciertas conductas.
En otro orden de cosas, cuando entran en contacto con los glóbulos blancos las sustancias que producen algunas especies microbianas (la mayoría conocidas como endotoxinas), los estimulan para liberar a la sangre productos (pirógenos) que circulan por todo el organismo, y que informan al hipotálamo (que es el termostato central del organismo). Es así que, en presencia de microbios o toxinas microbianas, los monocitos que liberan a la sangre entre otras la interleucina 1, al circular y ser reconocida en el cerebro, provoca fiebre, letargo, sueño, y pérdida de apetito.
Se considera fiebre a la temperatura corporal superior a los 37.8 ºC en la región oral o 38.4 ºC en la rectal. La fiebre puede por sí sola modular la replicación microbiana, sobre todo de los virus (Ver enfermedades virales trasmitidas por murciélagos).
La Fiebre continua o sostenida, se caracteriza por elevaciones persistentes de la temperatura corporal sin variaciones diarias importantes (oscilaciones inferiores a un grado). Fiebre tifoidea, bronconeumonías, sarampión, dengue, gripe, y psitacosis provocan aumento de la temperatura corporal con fiebre continua, sin que en todos los casos haya un incremento sostenido de la frecuencia cardíaca (es decir fiebre con pulso normal). Sin embargo es paradójico que en procesos infecciosos graves, como las infecciones bacterianas de tejidos del corazón (endocarditis lentas con altas tasas de mortalidad) la fiebre sea moderada, y en otros procesos (angina con pronóstico benigno) la fiebre sea generalmente alta.
La Fiebre héctica o séptica es elevada a la tarde y normal o casi normal a la mañana, con sudores nocturnos y mal estado general. Es característica de septicemias graves, de abscesos infecciosos de origen bacteriano y de tuberculosis.
La Fiebre intermitente presenta picos muy altos y bajas de temperatura diarios hasta o por debajo de lo normal. Esta fiebre, frecuente por ejemplo en personas con crisis de paludismo, puede ser cotidiana, terciaria, cuartana o irregular (fiebre terciaria cuando tiene intervalos de dos días afebriles; fiebre cuartana, cuando hay fiebre con intervalos de tres días afebriles, etc.).
La Fiebre recurrente presenta cortos períodos febriles y horas o días sin fiebre. Se manifiesta en ciertas formas de paludismo recurrente con mucha irregularidad, sobre todo si el paludismo es provocado por infestación por el protozoo Plasmodium falciparum.
La Fiebre ondulante se manifiesta en personas afectadas por Brucelosis, linfoma de Hodgkin y endocarditis bacterianas lentas, en las que la temperatura sube y baja periódicamente (ondulaciones) durante el día.