Читать книгу ¿Psicólogo o no psicólogo? Cuándo y a quién consultar - Patrick Delaroche - Страница 15

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¿Cuándo consultar?
Malas razones para no consultar
♦ Banalizar el sufrimiento del niño

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Apelar a la voluntad, recurrir al deporte o a la intimidación son remedios de otra época que ya mostraron su ineficacia. Sin embargo, es lo que proponían los padres que venían por un problema de enuresis, una timidez enfermiza o un comportamiento provocador, por ejemplo. De hecho, no hace mucho tiempo ciertas consultas de psiquiatría infantil eran llevadas por médicos neuropsiquiatras formados exclusivamente en unidades para adultos. El modo de asignación de las unidades hospitalarias en la asistencia pública podía llevar a situaciones en que los neuropsiquiatras podían ser jefes de unidad y profesores de psiquiatría infantil. No todos sentían aversión por la psicología, pero su visión se limitaba a la detección de una enfermedad orgánica y, para el resto, a consejos. El sentido común médico (del que desgraciadamente carecen a veces algunos psicoanalistas) no basta. La enuresis, por ejemplo, teóricamente psicogenética,[4] puede curarse milagrosamente en algunas sesiones o, al contrario, resistirse singularmente a la psicoterapia. Es un «misterio» que relativiza mucho el «poder» de los psiquiatras. La timidez, que puede estar relacionada con muchos otros problemas (falta de seguridad, fobia, inhibición), no puede desaparecer sin comprensión. El comportamiento provocador, sea cual sea la forma que revista, suele ser un llamamiento a la autoridad del padre real, y la amenaza de castigo, aunque sea de un «profesor», no podrá ponerle fin. Es cierto, sin embargo, que la desdramatización de todos estos síntomas puede comportar de por sí una mejora, sin ningún tratamiento; sabemos incluso que el simple hecho de que los padres pidan una cita puede contribuir a aflojar muchas situaciones tensas.

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De génesis (origen) y psico (psicológico).

¿Psicólogo o no psicólogo? Cuándo y a quién consultar

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