Читать книгу ¿Psicólogo o no psicólogo? Cuándo y a quién consultar - Patrick Delaroche - Страница 17
2
¿Cuándo consultar?
Malas razones para no consultar
♦ Prejuicios imaginarios
ОглавлениеEntre todos los prejuicios, algunos se distinguen por su carácter irracional. De hecho, aunque se basen en una cierta realidad, la superan ampliamente y la transforman porque se apoyan en un imaginario subjetivo y muy inconsciente. Son productos de la imaginación que para algunos pueden convertirse en verdaderas convicciones.
El primero es el temor a la locura. Este prejuicio está en vías de desaparición gracias a la difusión del psicoanálisis, pero sigue estando de manera subyacente: como toda construcción imaginaria y en parte inconsciente, tiene una parte de razón. Las «profundidades» inconscientes suscitan, como todo lo desconocido, un temor parecido a esos terrores infantiles que algunos no han olvidado.
Los prejuicios de la psiquiatrización o de la psicologización son más modernos. Se resumen así: van a convertir a mi hijo en un caso; peor, van a catalogarlo y a la vez le harán seguir el programa dictado por tal entidad psicopatológica. De nuevo, este prejuicio tiene un origen real, y este mismo libro puede alimentarlo si se espera de él que establezca una norma. Es cierto, además, que existen diferentes enfoques y que ciertas unidades hospitalarias esconden detrás del halo de la ciencia un interés innegable por las estadísticas y los tratamientos con medicamentos.
Más actual aún es el prejuicio del análisis interminable. Se teme que el tratamiento con el psiquiatra dure mucho tiempo y que sea horriblemente caro. De nuevo, voy a ser el abogado del diablo, es decir, del prejuicio: es difícil decir a los padres cuánto tiempo va a durar, pero debemos precisar lo siguiente:
– estos prejuicios están calcados del psicoanálisis para adultos;
– en ocasiones, pocas visitas bastan;
– una psicoterapia eficaz puede ser breve, siempre y cuando no se la considere un subproducto de la escolaridad que se termina con el curso académico;
– el tratamiento puede estar cubierto por la Seguridad Social, en parte o totalmente; su coste, por lo privado, no supera los recursos de los padres. Los psicoanalistas más competentes no son los más caros y no son necesariamente los más conocidos.
Estos prejuicios aparecen antes de ir a la consulta; otros, todavía más numerosos, se mostrarán después, y sobre todo durante la terapia.