Читать книгу Vinculación y autonomía a través de los cuentos - Rafa Guerrero - Страница 8

PRÓLOGO

Оглавление

Un cuento transforma la realidad y hace surgir la magia.

El ser humano necesita magia. Resulta muy difícil vivir feliz sin ella.

La realidad, en general, es dura. A veces, muy muy dura… Cuesta incorporarla y manejarla. Por eso, desde siempre, hemos apelado a la magia. Con una pizca de polvo de hadas todo puede transformarse y adquirir una dimensión asumible. Es lo que les enseña Mary Poppins a Jane y Michael (los niños Banks) en esa inolvidable canción que seguramente todos hemos tarareado alguna vez mientras chasqueábamos los dedos esperando (implorando casi) que los juguetes se recogieran solos y se fueran, ordenadamente, metiendo y apilando en sus cajas. Y todo, ¡por arte de magia! Con un poco de azúcar…

La magia es el azúcar que ayuda a tragar la medicina.

Y resulta que para hacer magia solo hay que aprender a chasquear los dedos. ¿Solo? Compleja tarea esa de frotar adecuadamente pulgar y corazón y que se escuche el esperado sonido. Mucho más complicada de lo que parece en principio. Y bonita la coincidencia de que sean pulgar y corazón los dedos que deberán usarse para producir el mágico sonido que lo transformará todo ante nuestros estupefactos rostros. Hay quien dice que el dedo pulgar se relaciona con el intelecto. Mientras que el corazón conecta con nuestros deseos, con nuestro mundo emocional. ¿No es maravillosa la metáfora que surge si pensamos en que deben aprender a llevarse bien, a compenetrarse, para que surja el sonido y, con él, la magia?

¡Y qué gozada aprender a hacerlo a través de los cuentos! ¿Habrá mejor manera? No lo creo. No obstante, voy a argumentarlo.

Además de la magia para contrarrestar y sostener las dificultades que presenta la realidad, el ser humano necesita narrarse para que lo que le ocurre adquiera significado. Como decía Gustavo Adolfo Bécquer, vestir con el arte de la palabra a los extravagantes hijos de nuestra fantasía. Nos narramos y, con aquello que nos contamos (cargado siempre de la dosis oportuna de magia), nos explicamos. Nos entendemos y entendemos el mundo que nos rodea cuando nos lo cuentan y nos enseñan a contárnoslo. Y es que esa narración debe hacerse en compañía. Sí, la presencia de un otro que nos sirva de espejo y de guía es fundamental. Nuestra mente se desarrolla en conexión con la mente de un otro significativo, que es pieza necesaria para adquirir estructura y generar consciencia. Esto es clave para que se produzca cualquier aprendizaje.

Por eso, la lectura de estos cuentos que nos ofrecen Olga y Rafa produce magia, porque invitan a padres e hijos a compartir momentos muy especiales. Momentos en los que, a través de un relato alegórico, se encuentran excusas para experimentar, en un lugar seguro y en la relación con las figuras apropiadas, todas aquellas emociones que necesitan ser traducidas, etiquetadas, explicadas, contextualizadas y reguladas. La magia surge en la relación. Cuando la niña o el niño descubre que su mundo interno está seguro en la mente de sus padres. Porque está entendido y sostenido. Legitimado y preparado para transformarse en la guía adecuada para la toma de decisiones y la acción.

Cuando mamá y papá se sientan con sus hijos y leen y comentan cuentos como los que han escrito Olga y Rafa, es como si chasqueasen los dedos juntos. Pulgar y corazón se entrelazan en un movimiento que hace surgir la magia, y la comunicación fluida y comprensiva posibilita el crecimiento.

Ofrecerle al niño la posibilidad de identificarse con un héroe, ya sea este otro niño o un gorrión, un geco, una regadera o una golondrina, lo sumerge en un mundo infinito de opciones para realizar viajes importantes en la mejor compañía. Estas pequeñas pero fundamentales epopeyas de pequeños héroes y heroínas los preparan para la vida.

Dicen los manuales que en el guion básico de un cuento deben aparecer un final feliz y una celebración. En el viaje de ayudar a nuestros niños a crecer conociéndose y a desarrollar al máximo su potencial, estamos todos de celebración. Y es que este libro que no cesa de potenciar la comunicación entre niños y mayores.

En él, las emociones que niñas y niños tienen derecho a reconocer, legitimar y nombrar, son explicadas y sentidas de todas las formas posibles. En la semana que pasamos con Eki aprendemos el concepto fundamental de la resiliencia y, en compañía de unas elefantas sabias, mientras emulamos, de noche, esos momentos de compartir y confiar, asistimos a la experiencia del desarrollo de esa gran capacidad adaptativa. Con Rudy, la estrella de mar, experimentamos el incalculable valor de la experiencia compartida. De la mano de Sami descubrimos la “responsina” que nos habita y entendemos mejor por qué nos gustamos mucho o por qué no tanto. Una regadera azul que transforma sus lágrimas en alimento para las plantas nos muestra el valor de la tristeza. Con Mamá Gallina... ¡con Mamá Gallina pasamos un rato maravilloso compartiendo su zozobra porque su bebé no sale del cascarón mientras busca el apoyo y consejo de sus vecinos!

El epílogo se convierte en el más feliz de los finales con sus “tomas falsas” y curiosidades. Olga comparte “cómo se hizo este libro” y no solo no pierden los cuentos al ser desvelados algunos de los “trucos” que se usaron para darles luz, sino que se ven enriquecidos con la experiencia compartida de cuidado, entrega y cariño con el que se pensaron.

Disfrutemos y aprendamos con nuestros niños. Chasqueemos juntos pulgar y corazón a través de la lectura de estos maravillosos cuentos y generemos esa magia blanca tan necesaria que es el amor consciente.

Muchas gracias, Olga y Rafa, por haberme hecho partícipe de esta aventura sabiendo que pocas cosas me gustan más que crear y contar cuentos.

Begoña Aznárez

Presidenta y psicoterapeuta

de la Sociedad Española de Medicina

Psicosomática y Psicoterapia

Vinculación y autonomía a través de los cuentos

Подняться наверх