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HACIA UNA VISIÓN ¿CUATRIPARTITA? DE LA HISTORIA

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Resumamos: la historia de la humanidad se desarrolla, en el marco de la generosidad de la naturaleza, a partir de la acción de los individuos, convertida en fuerza social desde los clanes, los pueblos y las civilizaciones, con diversas generaciones y dando lugar a una compleja estructura de clases en conflicto que configuran una formación social que dará lugar a diferentes modos de explotación o formas de producción y apropiación del excedente (o parte de la riqueza que no se consume, sino que se destina a crear más riqueza). Se cuentan tres modos a lo largo de la historia, aunque quizás estemos empezando un cuarto...

Si hemos comprendido bien el concepto de clase, llegaremos a la formación de la historia a partir de la base material en que descansa la sociedad, que no es, aunque lo confundamos, lo mismo que base económica; por paradójico que parezca, incluye también los aspectos espirituales, ya que se refiere a la vida real:

Según la concepción materialista de la historia, el elemento determinante de la historia es en última instancia la producción y la reproducción de la vida real. Ni Marx ni yo hemos afirmado nunca más que esto; por consiguiente, si alguien lo tergiversa transformándolo en la afirmación de que el elemento económico es el único determinante, lo transforma en una frase sin sentido, abstracta y absurda. (Engels, 1969).

Hasta hoy ha habido tres bases materiales de organización de la sociedad: una base material biológica que se concreta en los lazos de parentesco, una base material territorial que se concreta en el Estado y una base material económica que se concreta en el capital. De hecho, tres modos de explotación (o formas de apropiación del excedente). Bases materiales separadas, creadas, por las dos grandes revoluciones que han existido en la historia, cambio de la base material de organización de la sociedad: la neolítica y la burguesa.

a) Primero, mientras subsiste la comunidad, no hay división social del trabajo ni Estado, no hay clases sociales, la sociedad está regida (como en cualquier otra especie) por la base biológica, por los lazos de sangre, por las leyes de parentesco, con una organización comunista que es lo que hace precisamente que el comunismo patriarcal sea el modo de explotación de los recursos que más se mantenga a lo largo de la historia: más del 90 % de la historia de la humanidad. Su viabilidad y permanencia también se explican por ser un modelo facilitado por una población numéricamente reducida. El trabajo es colectivo, igual que la apropiación del excedente, aunque no es una realidad totalmente igualitaria, transformándose las claras diferencias biológicas, principalmente el sexo (por su distinto papel en la reproducción, tan importante como la producción), en importantes diferencias sociales que justifican el nombre de patriarcal. Hasta la primera gran revolución, la neolítica...

b) Revolución que culmina en la aparición del Estado como gestor del territorio, en la creación de una base política, base de formación y poder de una clase dominante aristocrática que se va a apropiar, gracias a su poder político, de parte de la riqueza social, del excedente, a partir de un tributo a la clase dominante. Es el modo de explotación tributario, que se desarrolla bajo muy diferentes formaciones sociales (asiática, antigua y feudal). De la confluencia de la Antigüedad (Grecia y Roma) —ya excepcional en el sentido de no habitual— con la también excepcional superación de la comunidad a través de la formación social germánica (véase más adelante), surge la apropiación privada feudal que dará lugar al actual capitalismo. La mayoría de la humanidad sigue la formación social asiática (autoridad central a la que pagan tributo las diferentes comunidades conquistadas), salvo Europa, «accidente histórico» a partir de la creación de la formación social antigua en Grecia, seguida por Roma, que luego se impondrá, sin embargo, como modelo «universal» basado en la propiedad privada. No existe un modelo único de historia a seguir (la occidental), y hasta que se produce la conquista colonial de ninguna manera este modelo era universal. La colonización impidió a las otras culturas seguir su propia evolución (¿hacia dónde se habrían dirigido?). Es el principal robo de la colonización, más importante aún que el de las materias primas.

c) El accidente histórico europeo empieza a generalizarse a partir de la segunda gran revolución, la burguesa, con su creación —el capitalismo— también excepcional, que significará la aparición, ahora sí, de la base económica, la organización de la sociedad a partir de la racionalidad económica, de la máxima rentabilidad privada, único lazo de unión ya entre los hombres, convertidos en individuos aislados, sin comunidad.

En los próximos capítulos de esta parte veremos con más detalle cada una de estas fases de la historia para poder comprender la posibilidad o no de una cuarta base material y sus características.

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