Читать книгу Antología de prosistas castellanos - Ramón Menéndez Pidal - Страница 13
De como la muger parlera siempre fabla de fechos agenos.
ОглавлениеLa muger ser mucho parlera, regla general es dello:[114] que non es[115] muger que non quisiese siempre fablar e ser escuchada. E non es de su costumbre dar logar a que otra fable delante della; e si el dia un año durase, nunca se fartaría de fablar e non se enojaría día nin noche. E por ende verás muchas mugeres que de tener mucha continuaçión de fablar, quando non han con quien fablar, están fablando consigo mesmas entre sí. Por ende verás una muger que es usada de fablar las bocas de diez ombres atapar e vençerlas fablando e maldiziendo. Quando razón non le vale ¡bia[116] a porfiar! e con esto nunca los secretos de otro a otra podríe çelar. Antes te digo que te deves guardar de aver palabras con muger que algund secreto tuyo sepa, como del fuego: que sabe, como suso dixe, non guarda lo que dize con ira la muger; aunque el tal secreto de muerte fuese, o venial, o lo que más secreto le encomendares, aquello está reptando o escarvando por lo dezir e publicar, en tanto[117] que todavia fallarás las mugeres por reconçillos, por renconadas e apartados diziendo, fablando de sus vezinas e de sus comadres e de sus fechos, e mayormente de los agenos. Siempre están fablando, librando[118] cosas agenas: aquélla cómo bive, qué tiene, cómo anda, cómo casó e cómo la quiere su marido mal, cómo ella se lo meresçe: cómo en la iglesia oyó dezir tal cosa; e la otra responde tal cosa; e así pasan su tiempo dependiéndolo en locuras e cosas vanas, que aquí espaçificarlas seríe imposible. Por ende general regla es que donde quier que ay mugeres ay de muchas nuevas.[119]
Alléganse las benditas en un tropel, muchas matronas, otras moças de menor e mayor hedad, e comiençan e no acaban, diziendo de fijas agenas, de mugeres estrañas; en el invierno al fuego, en el verano a la frescura, dos o tres horas, sin mas estar diziendo: «tal, la muger de tal, la fija de tal, ¡a osadas, quién sé la vee?, ¿quién non la conosce! ovejuela de Sant Blas, corderuela de Sant Antón ¡quien en ella se fiase!» etc... Responde luego la otra: «¡o bien si lo sopiésedes, como es de mala luenga! ¡ravia Señor, allá irá! ¡por Nuestro Señor Dios, embaçada estaríades comadre! ¡quien se la vee, simplezilla!» etc..., todo el dia estarán detrás mal fablando.
E si quieres saber de mugeres nuevas, vete al forno, a las bodas, a la iglesia, que allí nunca verás sinon fablar la una a la oreja de la otra, e tomar las unas compañías con las mal querientes de las otras; e afeitarse e arrearse a porfía, aunque sopiesen fazer malbarato de su cuerpo por aver joyas, e ir las unas mas arreadas que las otras, diziendo: «pues mal gozo vean de mí si el otro domingo que viene tú me pasas el pié delante». Ayúntanse las unas loçanas de un barrio contra las otras galanas de la otra vezindad: «Pues agora veamos a quáles mirarán más, e quáles serán las más fabladas e presçiadas; ¿quiçá si[120] piensan que non somos para plaça?[121] ¡mejor que non ellas! aunque les pese e mal pese, sí somos, en verdad. ¡Yuy, amiga! ¿non vedes como nos miran de desgaire? ¿Quieres que les demos una corredura e una ladradura? Riámonos la una con la otra e fablemos así a la oreja, mirando fazia ellas, e vereis como se correrán; o antes que ellas se levanten pasemos aina delante dellas, porque los que miraren a ellas, en pasando nosotras, fagan primero a nosotras reverençia antes que non a ellas, e esta les daremos en barva aunque les pese, quanto a lo primero.» E estas e otras infinitas cosas largas de escrevir estudian las mugeres e urden, en tanto[122] que nunca donde van e se ayuntan fazen sino fablar e murmurar e de agenos fechos contractar. Do podemos dezir la muger ser muy parlera e de secretos muy mal guardadora. Pon ende quien dellas non se fia non sabe qué prenda tiene e quien de sus fechos se apartase e más las olvidare, bivirá más en seguro: desto yo le aseguro.
NOTAS
[92] Orígenes de la novela, I, 1905, pág. CXIX.
[93] Construcción vacilante. El complemento se anticipa en nominativo, con una oración de relativo: las mugeres que... y luego se reproduce acerca del verbo mediante el pronombre dellas, provisto de la preposición conveniente. Sin tal anticipación del complemento se diría: «Por cuanto no puede ser escrito de las mugeres que malas son la mitad...»
[94] El hombre tiene aquí el sentido pronominal indefinido de ‘uno’. Mas abajo señalamos otro ejemplo de este uso.
[95] Dubda significa ‘temor’; ‘es de temer que no derriben a la mas fuerte’, usando el no afirmativo con los verbos de temor: ‘es de temer que la derriben’.
[96] Hipérbaton: «la muger asi grande como de estado pequeño.»
[97] Condensar, más comúnmente condesar, significaba ‘guardar’.
[98] Adole y dole, adverbio interrogativo con el pronombre enclítico, expresión elíptica usual aun en el siglo XVI: ‘do le hallaré’ Un romance popular usa juntas la forma elíptica y las completas, que explican este giro:
¿Do los mis amores? ¿dolos?
¿do los andaré a buscar?
[99] Sobrevienta, ‘caso impensado, sorpresa, sobresalto’.
[100] Rascarse en el sentido de ‘arañarse’ o ‘despedazarse’ la carne; ésto y mesarse el cabello eran señal de duelo.
[101] Ya interjección antigua de origen árabe.
[102] Endurar ‘sufrir, padecer’.
[103] Curiosa perífrasis: «fazer a uno menos de una cosa» significaba ‘quitar a uno una cosa’; en latín «minus fecit» ‘quitó, robó’; véase Mio Cid, pág. 3435.
[104] La pena antiguamente impuesta a los traidores era el derribarles la casa, y esta pena quiere la mujer que sea aplicada al traidor que le robó la gallina.
[105] Las ediciones impresas del libro del Arcipreste ponen saltó. Antes el verbo salir tenía también el significado de ‘saltar’.
[106] Entre las estrepitosas señales de dolor que da la mujer, lamentando su gallina, no podía faltar la amenaza de renegar de la fe. No de otro modo, quejándose de una gran deshonra, dice doña Lambra a su marido en el romance: «Si desto no me vengais, mora me quiero tornar.»
[107] Nótense las rimas continuadas. Sin embargo parece que no hay aquí más refrán popular que el que corresponde al que registra el Marqués de Santillana bajo esta forma «¿Cómo te feçiste calvo? Pelo a pelo pelando.»
[108] El ombre con valor pronominal: ‘no es uno dueño de tener una gallina’. Véase arriba la nota segunda de este trozo.
[109] Para y par son preposiciones usadas en las fórmulas de juramentos (comp. «par Dios») y véase Mio Cid, pág. 38736 «para ésta, especie de amenaza que se hace poniendo el dedo índice sobre la naríz, y equivale a ‘tú me la pagarás’» (Dicc. de Autoridades.)
[110] Ese usado como pronombre de identidad, véase arriba, página 42, nota 86; amor ‘gracia, buena voluntad’ y «fazer amor a uno» significaba ‘agasajarle’, y también ‘perdonarle’ (véase Mio Cid, página 4653). La frase del Arcipreste significa, pues, ‘la misma gracia les haré que a mí me hacen’, ‘no perdonaré a ninguna gallina como no perdonan a las mías’. Nótese también la anteposición de quantas en nominativo, en vez de aquantas, y la especificación de su relación con el verbo mediante el dativo les. Compárese la nota primera de este trozo.
[111] Refrán: «allegadora de la ceniza y derramadora de la harina».
[112] Sintaxis descuidada, singular en vez de plural.
[113] Construcción elíptica: ‘o ha de morir’.
[114] Las oraciones de infinitivo son muy usadas por el Arcipreste. Citaremos ejemplos del mismo tipo que el que anotamos: «Envidiosa ser la muger mala, dubdar en ello sería pecar en el Espíritu Santo». «La muger mala en sus fechos e dichos non ser firme nin constante, maravilla non es dello». El pronombre neutro se refiere a toda la oración de infinitivo.
[115] Ser tiene aquí el significado de ‘existir’. Véase Mio Cid, página 84638.
[116] Bia interjección muy usada por el Arcipreste de Talavera «¡bia al atahona!» (pág. 59), y especialmente con el infinitivo narrativo: «E tómase el tal oro en lazeria farta e muchas fadas malas, e después ¡bia a llorar!» (pág. 167). Emplea esta interjección el Libro de Alexandre 473: «¡via, dixieron todos, mas val que moiramos!».
[117] En tanto es usado por el Arcipreste como conjunción consecutiva, ‘pues’, ‘de modo que’. Al final de este trozo señalamos otro ejemplo.
[118] Librar en el sentido de ‘despachar, arreglar un negocio’.
[119] Nótese la preposición del genitivo partitivo (véase arriba, página 15, nota 22) antepuesta al adjetivo. El giro corriente en la Edad Media era «muchas de nuevas» (Mio Cid, pág. 38211), compárese el fr. «beaucoup de nouvelles». El giro que usa el Arcipreste es una desviación de ese.
[120] La conjunción si que tantas veces encabeza interrogación indirecta («dime si piensan que...»), se usaba también encabezando interrogaciones directas «¿si piensan que...?», «¿si es pagado?» Mio Cid, pág. 8524. Hoy se usa en el futuro «¿si pensarán que...?».
[121] Ser para en plaza ‘ser para en público, ser digno de mostrarse en público’. Otra frase algo análoga era: ser para en cámara.
[122] Otro ejemplo de en tanto ‘pues’.