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IX. EMPLEO DE MARCADORES DEL DISCURSO

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Como señala Cassany (2011: 154), los marcadores del discurso señalan los accidentes de la prosa, la estructura del texto y la organización de las ideas.

Existen diversos marcadores que indican las diversas relaciones que se pueden establecer entre los párrafos y entre ideas.

Veamos una posible clasificación de marcadores (CUADRO 1).

Marcadores que señalan la organización del texto
MARCADORES CONECTORES ORGANIZADORES - (de apertura) en primer lugar, para empezar, primeramente, por un lado, por una parte, de una parte, ante todo, de entrada
- (de continuidad) en segundo (tercer, cuarto) lugar; por otra parte, por otro lado, de otra parte, de igual forma/manera/modo, también, después, por su parte (también incluimos aquí los siguientes que introducen un nuevo aspecto sin valorarlo: igualmente, asimismo, además)
- (de cierre) por último, finalmente, en último término/lugar, en fin, por fin, por lo demás, para terminar, en definitiva, en conclusión, para concluir/terminar/acabar/finalizar
Marcadores que expresan relaciones lógico argumentativas entre ideas
MARCADORES CONECTORES
(indican relaciones lógicas entre las partes que unen)
(algunos son parentéticos -esto es, se intercalan en una frase como si fueran un inciso- y otros integrados en la oración)
Conectores condicionales
si, con tal que, mientras, como, en caso que, siempre y cuando
Conectores de causalidad
como, porque, ya que, visto que, dado que, puesto que, debido a que, por ello, por eso, por esa razón, de ahí que, por lo que
Conectores consecutivos
(parentéticos) por tanto, por consiguiente, en consecuencia, pues, así pues, por ende
(integrados en la oración) de manera que, así que, con lo que, conque
Conectores contraargumentativos
(el texto cambia de orientación -total o parcialmente- en sentido contrario a lo que se acaba de mencionar, el siguiente argumento se llamará antiorientado) Introducen argumentos débiles: aunque, si bien, a pesar de (que), pese a (que)
Introducen argumentos fuertes: pero, no obstante, sin embargo, con todo, ahora bien, aun así, de todas formas, de todos modos (estos dos conectores también marcan distancia sobre una conclusión de un enunciado previo y se podrían considerar «conectores reformuladores no explicativos»)
Contrastivos: mientras que, en tanto que, sino que, en cambio, por el contrario, antes bien
Canceladores (también con argumentos coorientados): de cualquier manera, en cualquier caso
Conectores aditivos: (introducen argumentos de igual fuerza argumentativa)y, asimismo, igualmente, del mismo modo, también, por su parte, a su vez, por otra parte, por otro lado
Conectores aditivos (introducen argumentos de MAYOR fuerza argumentativa): además, por si fuera poco, es más, incluso, más aún, es más, encima
Marcadores de refuerzo argumentativo: (robustece la fuerza argumentativa de la información que introduce) de hecho, en realidad
Marcadores de debilitamiento argumentativo: (indican que el segmento del discurso al que señalan es inconsistente desde el punto de vista argumentativo) en principio, en teoría
Marcadores que matizan o corrigen (reformuladores)
MARCADORES REFORMULADORES
Reformuladores para explicar: es decir, en otras palabras, esto es, mejor dicho, a saber, en otros términos
Reformuladores no explicativos: (recapitulación) en suma, en resumen, en conclusión, en síntesis, en pocas palabras
(rectificación) más bien, mejor dicho
(nuevo punto de vista) en definitiva
(invalidación punto de vista) de todas formas/maneras/modos, de cualquier forma/manera/modo, en cualquier caso, en todo caso

Observa los marcadores del discurso, señalados en negrita, del siguiente fragmento de artículo periodístico:

(...) La pregunta es: ¿qué falla en el sistema para que haya tantas deserciones interesadas? Se me ocurren muchas cosas, pero subrayaré dos. Primero, en las elecciones no se vota al alcalde sino a unas listas de regidores que son los que luego escogen al alcalde. Si se eligiera a la persona directamente, le sería mucho más difícil «regalar» el Ayuntamiento a sus amigos sin pasar antes por las urnas.

Segundo, el sistema no impone un límite de mandatos. Es fácil «desperdiciar» dos años si se ha mandado durante 22. La tentación sería menor si sólo se pudiera gobernar un máximo de ocho años. Existen muchas razones para limitar los mandatos, tanto en los ayuntamientos como en los otros estratos de la Administración pública. El dificultar los recurrentes abusos de los alcaldes es una de ellas.

No sé si reformar la ley electoral es muy complicado. Supongo que sí. Pero a veces el ejemplo es más importante que la letra escrita. George Washington renunció a presentarse a las elecciones después de dos mandatos. Durante los siguientes 150 años, todos los presidentes norteamericanos hicieron lo mismo sin que ello fuera un requisito legal. En este sentido, si el presidente Aznar cumple su promesa y se retira al final de su segunda legislatura, sentará un valioso ejemplo para sanear la democracia de todo el Estado y para empezar a poner fin al peculiar fenómeno de los alcaldes desertores.

Xavier Sala I Martín2)

En el texto anterior, dos marcadores organizadores ("primero"y "segundo") introducen dos fallos del sistema electoral español. Posteriormente, el marcador contraargumentivo "pero" ofrece el ejemplo de la costumbre en los Estados Unidos como solución a las argucias electorales de España.

Ejercicio 6

Escribe los marcadores del discurso que faltan en el siguiente artículo:

Los infranqueables límites de la huelga3).

La huelga desarrollada el pasado viernes 28 de julio por un sector del personal de tierra de la compañía Iberia del aeropuerto de Barcelona, y que ha tenido gravísimas consecuencias directas e indirectas en cientos de miles de viajeros, ha puesto una vez más de manifiesto la muy precaria situación en la que se encuentra en la actualidad no sólo la regulación del derecho de huelga, sino también su aplicación efectiva, especialmente en servicios esenciales tales como el transporte aéreo.

No ha sido la primera vez en la que hemos visto que un conflicto laboral origina un impacto absolutamente desmedido en un servicio público, afectando a derechos fundamentales de los ciudadanos y, si no se remedia, no será, previsiblemente, la última. Además de esta afectación de derechos fundamentales, no pueden olvidarse las enormes consecuencias negativas de carácter económico y de imagen que dicho conflicto tiene a nivel internacional para nuestro sector servicios.

La calificación jurídica de la huelga desarrollada ayer por dicho personal no tiene el menor asomo de duda: ha sido una huelga claramente ilegal, habiéndose violado todos y cada uno de los requisitos que para este tipo de conflictos prevé nuestra normativa vigente.

..., no hubo el preaviso requerido, no hubo la convocatoria pertinente por parte de un comité de huelga convenientemente constituido, no hubo la notificación necesaria a la empresa y a las autoridades competentes, no ha existido la posibilidad de mediación obligatoria por parte de los órganos adecuados, ..., no se ha dado la oportunidad de que se establecieran por la autoridad competente unos servicios mínimos que permitieran un desarrollo, a su vez mínimo -aunque no normal-, del transporte aéreo afectado.

En nuestro ordenamiento laboral, las así calificadas por los trabajadores huelguistas «movilizaciones espontáneas» no tienen cabida jurídica excepto en muy excepcionales situaciones que no concurren en este caso, máxime tratándose de un servicio tan esencial y en un período tan significativo como es el del comienzo masivo de vacaciones estivales.

..., estamos ante una huelga manifiestamente ilegal por el procedimiento seguido. ..., debería desencadenar sobre los huelguistas las consecuencias disciplinarias previstas en la ley y muy especialmente el despido de aquellos trabajadores que hayan participado activamente en la huelga. En aquellos casos en los que se ha formado, como requiere la ley, un comité de huelga, es sobre sus miembros sobre los que suele recaer esta máxima sanción del despido y no, nos dicen los tribunales laborales, sobre los trabajadores que meramente han seguido pasivamente la abstención en el trabajo, respecto a los cuales pueden recaer sanciones menores.

..., hay que tener en cuenta que es difícil realizar esta distinción entre huelguistas activos y pasivos a efectos disciplinarios en una huelga ilegal como la que nos ocupa, en tanto que, junto a una abstención ilícita del trabajo, se ha producido una ocupación, también ilícita, de lugares esenciales para el desarrollo del tráfico aéreo. No parece posible que una ocupación de estos espacios en los que, por lo repentino de su ejecución, se ha puesto en situación de riesgo la seguridad del tráfico aéreo, pueda ser calificada de otra forma que no sea ilícita.

..., corresponde ahora a la empresa la difícil decisión de ejecutar unas sanciones disciplinarias laborales que nuestro ordenamiento jurídico posibilita. Ello sin contar con las más que probables responsabilidades civiles y, sobre todo, penales (delitos de coacción y contra la seguridad del tráfico aéreo) a las que pueden hacer frente dichos trabajadores.

..., con independencia de la legitimidad o no de las reivindicaciones laborales de los trabajadores, es evidente para todo ciudadano que ha habido un ejercicio radicalmente desproporcionado de la huelga que no puede estar amparado por nuestras leyes.

1

Antoni Coll (2010, 22 abril), «Las dos vidas de Samaranch», La plumilla, Diari de Tarragona.

2

Sala I Martín, Xavier (2002, 29 de enero), «Alcaldes desertores», La Vanguardia, pág. 23.

3

Del Rey, Salvador (2006, 30 de julio), «Los infranqueables límites de la huelga», La Vanguardia, suplemento Vivir, pág. 7.

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