Читать книгу Y va a caer... como decíamos ayer. Tomo 1: Informes mensuales de coyuntura política 1980-1984 - Rodrigo Baño Ahumada - Страница 43

SEÑORITA RESPETABLE BUSCA UBICACIÓN

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De los grupos políticos de oposición, la Democracia Cristiana es la única que puede ensayar alternativas políticas definidas en la institucionalidad propuesta por el régimen. Sin embargo sigue mostrándose vacilante.

Mientras, por una parte, algunos personeros caen en el pecado de la soberbia de cuestionar la validez del plebiscito y la legitimidad del camino institucional planteado (siendo castigados por esto), por otra parte, se exige al gobierno se le señalen los límites para su oposición aceptable.

En todo caso, parece primar la idea de la DC de insistir en su respetabilidad, alejándose cada vez más de la oposición de izquierda y preparándose para asumir un papel dentro de la nueva institucionalidad.

La dificultad básica está constituida por el hecho de que sectores duros del gobierno rechazan totalmente a la DC. No sólo porque les parezca inconveniente dentro su concepción de régimen político, sino porque eventualmente podría lograr algún tipo de acuerdo con sectores «blandos» del Gobierno. Sin embargo, a partir del plebiscito, estos sectores «blandos» también se alejan de la DC ante el temor de ser definidos como oposición por el Gobierno, perdiendo, así, posiciones de poder.

La postura de la DC aparece, en este momento, como de extrema debilidad, aislada de los grupos en el poder y del resto de los sectores opositores, enfrentada al reflujo generalizado de la DC en América Latina, (en Venezuela se desgasta rápidamente, mientras en El Salvador su respaldo y participación en la Junta Cívico-Militar la compromete con el fracaso de ésta), sin apoyo norteamericano debido a la elección de Reagan. Por último, diluyéndose su otrora férrea unidad con la Iglesia que se vuelca en los misterios de la eucaristía.

Este último punto tiene una importancia especial. La Iglesia ha demostrado en este último tiempo poseer una gran capacidad de movilización y convocación. Pero tal convocación se hace en nombre de la unidad y la conciliación, limándose las aristas críticas que la jerarquía eclesiástica mostró con respecto al Gobierno. La Iglesia habla cada vez más en nombre de la unidad invocando la paz y la conciliación. El multitudinario acto con que se cerró el Congreso Eucarístico es demostrativo de este nuevo espíritu.

Y va a caer... como decíamos ayer. Tomo 1: Informes mensuales de coyuntura política 1980-1984

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