Читать книгу El último sapo que besé - Rosetta Forner - Страница 19
4
ОглавлениеPRIMERAS CITAS
Rosemary había decidido tomar la iniciativa y ser ella la que enviase e-mails de contacto. Su amiga Patricia le había enseñado cómo funcionaban esas webs de singles —solteros—, y cómo había que proceder. Realmente era muy divertido: en vez de hacer prospección de mercado, aquí los productos tenían cara y ojos, y todo un texto de presentación de lo más sugerente. Éstos eran algunos de los hombres cibernéticos que habían respondido a su perfil de presentación, que sería algo así como decir «la tipología de peces que habían mordido su anzuelo»:
NIKOLASS, 36 años.
Mis amigos me consideran buena gente, tímido, y suelen decir que tengo carácter frío, pero quien me conoce sabe que es justo lo contrario, sólo hay que pasar la barrera. ¿Te atreves? Busco encontrar (...)
UNCLE TOM, 33 años.
Como no sé qué poner de mí, espero que la persona (chica jejejeje) a la que le interese conocer algo más de mí me lo haga saber.
MARKITOS, 39 años.
Hola, me han hablado bien de este sistema y por eso estoy aquí. Mis intereses no son demasiado concretos, sí me gusta conocer nuevas amigas, soy sociable, tolerante y viajero: tengo intención de ir a (...)
PENTAGRAMA, 33 años.
Mmm... (en blanco varios minutos)... ¿Esto del anuncio tiene trampa o es que estoy muy espeso hoy? A ver, mal no me voy a poner, así que mejor que me describan los que me quieran conocer. Lo que me gusta (...)
ZAYAN, 36 años.
¡Uf! La verdad, no sé qué decir, pero bueno, a ver si me sale algo. Ok, soy muy tímido me gusta poco hablar pero cuando tengo confianza ya no hay nadie que me pare y sé escuchar, no lo sé, qué hago (...)
LUNERO, 35 años.
Esto parece como si uno se tuviera que anunciar vendiendo algo... y no conozco a nadie que se venda mal... prefiero profundizar más que hacer una descripción de mí mismo. Aunque la verdad es que he (...)
DIAMOND, 34 años.
Me considero una persona normal, simpático y que sabe escuchar... Me gustan las personas sinceras y que sepan disfrutar de la vida, pero si queréis conocerme mejor, la mejor forma de contactar conmigo (...)
SEEKINGWOMEN, 36 años.
Hola a todos los que os haya interesado esta página. Si eres una persona alegre, simpática y divertida, ya estás tardando en conocerme, ya que seguro que nos llevaremos estupendamente. Me despido con un (...)
FIRSTHALCON, 39 años.
Es curioso, yo antes estaba convencido de ser una persona muy fácil de describir, pero según parece soy más extraño de lo que pensaba... Muchos años tan pendiente del trabajo y con tanto descontrol de (...)
PRIAPUS, 38 años.
Bueno, sólo puedo decir que soy nuevo en esto, y que, como todo lo nuevo, me fascina y me infunde respeto. Soy una persona normal, me encanta esquiar, salir, reír, viajar y creo profundamente en el (...)
JOEJOHNNY, 42 años.
Bueno, te diré que soy una persona dinámica, trabajadora, un buen amigo, romántico... Me gustaría por este medio encontrar a una mujer que tenga deseos de conservar una buena amistad, compartir el día (...)
BRIDGE56, 48 años.
Hola. Decir algo de mí, no sé, no sé... ¿Por qué no eres tú la que me preguntas y yo te diré todo lo que quieras saber de mí? Es lo mejor, seguro, prueba y verás (...)
NOSUGAR, 42 años.
No me gusta hablar de mí así, en frío; pero como es lógico tendré que hacer una presentación, al fin y al cabo, esto se trata de entrar en un grupo de amigos que sencillamente no se conocen todavía (...)
SAGITARIUS, 33 años.
Alguien escribió: «La vida es lo que nos pasa mientras soñamos otras cosas». Me acojo a esto, pero no me quejo. Mezclo vida y sueño, rutina y «especias» de la vida. Me gustan los momentos, los instantes que se escapan a lo rutinario, especiales... ¿Cómo...? Bailando, flamenco, latino... (me gusta mucho), escribiendo, viajando (improvisadamente a veces), una cena especial, la luz, los sabores, los olores... la montaña, el mar... una película... Creo que en realidad todo depende del espíritu con que se viva un momento. Mi actividad profesional es pura ingeniería, mi actividad personal, salvo los inevitables momentos típicos que cualquiera tiene, intento teñirla con imaginación. También tengo una vertiente muy física, me gusta cuidarme, estar en forma. Natación, artes marciales, baile... Por cierto, los gustos que he seleccionado son de verdad, también dicen de mí.
FRANKY, 45 años.
No tengo ni idea de quién soy.
Nací en Santa Monica, estudié en UCLA hasta conseguir un título de Ingeniería Industrial, y ahora trabajo en el mundo de las nuevas tecnologías. He disfrutado mucho de mi trabajo. Conozco media Asia, viajo una vez al mes fuera de los EE UU. Me gusta la fotografía, la bicicleta, el campo, la música, bailar cerquita de alguien especial y me gusta crear momentos especiales. Parece que soy una persona interesante.
LOVESEARCHING, 36 años.
Busco una chica con la que sentir la fuerza de la magia y la ilusión. Necesito que me resulte atractiva, con ganas de vivir la vida y sobre todo con la decisión necesaria para llegar hasta donde las emociones nos indiquen. Busco una relación de igual a igual. No me gustan los floreros ni los perros falderos. Ni soy perfecto ni busco la perfección, ni a nadie que pretenda sacar partido de ella. Creo que no resulta difícil sentirse feliz conmigo. Necesito a alguien que lo desee y tenga la ilusión y la energía necesaria para conseguirlo. No creo en el destino, sino en las personas y en la madurez; en el deseo y la capacidad de ser felices. Si lo que digo te atrae, no dejes de contactar conmigo. Tenemos poco que perder y mucho que ganar.
Rosemary se quedó perpleja ante semejantes especímenes de hombres. No podía creerse que hablasen en serio. Aunque, según su amiga Patricia, así era. Su amiga le dio la bienvenida al mundo real, pues opinaba que vivía en un mundo demasiado chic, esnob y de fantasía. Era propio de los publicistas vivir en torres de marfil.
No era de extrañar que a Rosemary se le antojase imposible que ligasen presentándose así, pero le echó un vistazo a los anuncios de las chicas, y tres cuartos de lo mismo. Se le hacía harto difícil aceptar que esos textos habían sido escritos por gente con una licenciatura universitaria, muchos de ellos ingenieros, algunos empresarios, gente que habla varios idiomas... y hasta con un doctorado en su currículo. ¡Qué cosas había por ahí! La realidad, esa que ella se pasaba la vida investigando, teorizando... pero no viviendo. Y vivir algo es muy diferente a teorizarlo. Desde las torres de marfil de vigilancia todo tiene un color irreal. Hay que bajar a la arena y torear, hay que torear para saber de toros. Tenía que bajarse al ruedo y torear, mezclarse con la gente real para saber de primera mano qué se cocía en el mercado. Las cifras cuantitativas de los sondeos de mercado son demasiado asépticas, mudas y frías.
No podía imaginarse que alguno de esos anuncios lo hubiese escrito alguien que conociese, uno de esos publicistas esnobs y finolis... No le cabía en la cabeza... Pero igual se llevaba una sorpresa... Igual acababa por ligar con uno de otra agencia, alguien con quien se hubiese cruzado en uno de esos cócteles de engreídos y estirados publicistas, pero con quien el destino le tenía preparada una sorpresa.
Su amiga estaba empeñada en que ligase, cuando ella lo único que quería era averiguar qué se estaba cocinando en el mercado... a raíz de esta nueva tendencia bautizada como Hombre metrosexual. Le faltaba estímulo, no ganas. Ninguno de los ejecutivos que conocía era público objetivo para ella, o eran gays, o estaban casados, o eran viejos, o feos, o no les gustaba, o no le gustaban. Se sentía fuera de onda. Según su amigo Mark (muy dado al discurso sobre las vibraciones energéticas y la influencia del pensamiento en la materia), «lo que uno piensa, es lo que expande». Y ella, al parecer, expandía «nada», o «no estoy por la labor». Al parecer, ése era el mensaje energético que estaba haciendo circular. Que uno no viese las ondas de radio no quería decir que no existiesen. A pesar de ello, se le hacía difícil admitir que pudiese influenciar su realidad, destino o similar, con su pensamiento. Mark insistía en que los pensamientos son energía, y esa energía se expande y viaja por el espacio, y llega a la gente. Por lo que, si el alma gemela te está buscando y sólo le llegan mensajes de ese estilo, no esperes que se presente mañana ante tu puerta. Primero tendrás que enviarle mensajes telepáticos de apertura y bienvenida. A ella, la mera idea de que estuviese soltera por enviar el mensaje telepático equivocado le ponía los pelos de punta.
Pragmática hasta decir basta, le sugirió a su amiga Patricia preparar un plan de acción y pasar a las citas a ciegas. Para ello tendría que decidir primero a cuáles de todos los mensajes recibidos respondía.