Читать книгу El último sapo que besé - Rosetta Forner - Страница 7
Las damiselas les han pillado la medida a los hombres
ОглавлениеEsto es, saben cómo hacer que se sientan miserables, culpables e inferiores, amén de arrojarles al infierno de la ineptitud emocional. Según las damiselas, ellos son malos, incompetentes en lo relativo al tema del amor y de la expresión de las emociones, lo cual no es impedimento para que ellas, damiselas cautivas de la flojera de su diadema, sigan insistiendo y persistiendo en tratar de echarles el lazo y hacerles socios del club de la pareja amorosa. No sé muy bien con qué noble fin ya que, según ellas, están incapacitados, esto es, son unos borricos emocionales, insensibles y machistas que no las entienden ni aman como ellas quieren (aunque no tengan ni la más remota idea de cómo les gusta que las amen y de lo que significa amar...). Por consiguiente, ¿por qué insisten en ligar con ellos? ¿Acaso son memas? No lo creo. Asumo que les asiste una suerte de cruzada emocional mediante la cual tratan de redimir a los hombres de una suerte de hechizo malvado que les condenó a no expresar sus emociones.
¿Cómo es que no lo han conseguido hasta ahora? Puede que se deba a que están siguiendo una estrategia equivocada. No se puede convencer, ni convertir, al supuesto infiel a base de insultos, menosprecios, ninguneos, amenazas y manipulaciones de cualquier índole. Las damiselas han equivocado el camino de la reconversión emocional de los hombres. Sin ellas darse cuenta, están fomentando tanto la proliferación como el recrudecimiento de la existencia de hombres «sapos que nunca se convertirán en príncipes». Aunque, en honor a la verdad, los príncipes azules no existen y, además, destiñen.