Читать книгу Buscando una esperanza - Valmy Ardila - Страница 22
Оглавление“No puedo respirar…”
Al cuarto día de mi operación, dos médicos cirujanos me informaron que quedaban cálculos en el colédoco, y que estos cálculos amenazaban con una pancreatitis. Al ver el riesgo que corría, los doctores decidieron realizar una pancreatografía para determinar la presencia de cálculos, la cual fue positiva en mi caso y por lo cual tuve que ser trasladada a otro centro de salud en una ambulancia para ser intervenida nuevamente y retirar los cálculos que habían quedado. Mi padre nuevamente me acompañó en el quirófano. Todo había salido bien y sería llevada al primer centro donde había estado hospitalizada.
Después de esta operación me sentía completamente diferente. Si bien mi movilidad era limitada, el malestar pasaba lentamente. Los medicamentos se me suministraban por vía endovenosa en mi antebrazo izquierdo, y ahora una segunda vía se había utilizado en mi antebrazo derecho para la anestesia durante la última cirugía. Cuando llegara a la clínica donde me hospitalizaba, ésta debía ser retirada.
Mi padre, quien había estado conmigo todo ese día, iría a casa a descansar un poco. Mi madre viajó conmigo en la ambulancia, mientras que mi esposo y el resto de los familiares llegaron en auto hasta la clínica. En mi habitación, una enfermera de turno, reconectaba las vías endovenosas para pasar mis medicamentos.
—“Esta vía – señalando mi antebrazo derecho – no es de aquí. Deben retirarla. No sé por qué la dejaron si no pertenece a mis tratamientos”.