Читать книгу Un Meta-Modelo Cristiano católico de la persona - Volumen I - William Nordling J. - Страница 35
XI. Volitiva y libre
ОглавлениеLos humanos son sujetos de acción moral, capaces de volición responsable y libre elección.
1. Responsabilidad. En gran medida, las personas son capaces de responsabilizarse de sus propias acciones en relación con ellas mismas y con los demás (Jn 8:10-11).
2. Autodeterminación. Pueden actuar para formar sus caracteres morales, es decir, las disposiciones duraderas de sus mentes, voluntades y afectos (Rom 12:2).
3. Tipos de amor humano. Son capaces de amar los bienes y a las personas naturales y divinas. Aunque exhibe una estructura básica común, el amor humano se manifiesta claramente en el afecto (storge-), la amistad (philia), el romance, el noviazgo y el matrimonio (eros) y la virtud de la caridad (agape-), que puede purificar y ordenar correctamente los otros amores (1 Cor 13:4-13).
4. Creatividad. Como Dios (por analogía), los humanos son capaces de concebir y traer a la existencia deliberadamente cosas que una vez no fueron, aunque no de la nada, es decir, no ex nihilo (Gn 2:15). Por ejemplo, encontramos la creatividad humana en la procreación y el cuidado de los niños, la creación de arte y literatura, y el desarrollo del conocimiento, la ciencia y la tecnología.
5. Limitación. Hay dos tipos de limitación. En primer lugar, los humanos estamos naturalmente muy limitados en el número y calidad de nuestras relaciones interpersonales. Nuestros cuerpos son bastante limitados, nuestras capacidades racionales son propensas a caer en errores, y nuestra voluntad es a menudo débil. Estamos muy limitados en el tiempo. En segundo lugar, experimentamos limitaciones morales y espirituales debido al pecado original, social y personal (Rom 7:19).
6. Inclinaciones volitivas. Las personas tienen tendencias o inclinaciones volitivas naturales para actualizar los diversos bienes humanos y, mediante la gracia y la fe, los bienes divinos. Incluso en medio de los desafíos, de las influencias negativas de la familia, los amigos y la sociedad, los humanos tienen una tendencia natural a expresar virtudes relacionadas con el amor y la justicia (Mt 6:19-21).
7. Capacidad de crecimiento en libertad. La capacidad humana para la libertad puede desarrollarse de dos maneras. La libertad para la excelencia y para conseguir realizarse implica el crecimiento de las capacidades humanas para conocer la verdad y la realidad, para elegir el bien y evitar el mal y, en última instancia, para amar a Dios y al prójimo. La libertad por excelencia está íntimamente ligada a la verdad, y no puede reducirse a conseguir el segundo tipo de libertad, que consiste en librarse de las cosas que limitan nuestras capacidades humanas, como es el caso de los trastornos psicológicos, o de influencias externas (por ejemplo, las leyes injustas, la pobreza). La libertad se desarrolla a lo largo del tiempo y, obviamente, tiene ciertos límites. Requiere tanto el crecimiento y curación que se obtiene a través de las virtudes intelectuales y morales, especialmente la justicia, el autocontrol, el coraje y el perdón, como mediante las virtudes teológicas, especialmente la fe, la esperanza y la caridad. La verdadera libertad, por lo tanto, es una expresión de la persona en su totalidad (Fil 4:8-9).