Читать книгу La salud comienza en tu boca - Yvonne Kort - Страница 15
Estilo de vida e inflamaciones crónicas
ОглавлениеUna de las causas principales de los problemas bucales, incluyendo el sangrado de las encías, las úlceras en la boca y la mucositis (inflamación de las membranas mucosas), se debe a un sistema inmunitario deficiente. Existen muchos factores relacionados con el estilo de vida que mantienen, agravan o desencadenan las inflamaciones crónicas. El estrés influye directamente en el sistema inmunitario, por lo que el estrés crónico conduce finalmente a inflamaciones, alergias y enfermedades autoinmunes. Y naturalmente, fumar no es muy bueno para la salud y causa un estado de inflamación crónico. La única ventaja de fumar es que, probablemente, las encías sangran poco. Fumar enmascara el proceso, ya que los vasos sanguíneos se contraen y las encías sangran con menos facilidad.
La relación entre estrés y tabaco tiene su miga. Para muchas personas, fumar tiene un efecto relajante, mientras que es un gran factor de estrés para el cuerpo. Para algunos fumadores, dejar de fumar puede resultar aún más estresante que el hecho mismo de fumar, pero finalmente repercutirá en mejorar la salud.
Otro desencadenante conocido de inflamaciones crónicas es una dieta incompleta y poco variada. Una nutrición inadecuada y monótona puede provocar deficiencias, y lo mismo ocurre con comidas altas en calorías, si es que comemos demasiado.
Todos los alimentos que ingerimos proporcionan una ligera reacción inflamatoria. Cuantas más calorías contenga una comida, mayor será la reacción. ¿Has tenido alguna vez un bajón de energía después de un suculento ágape? Esto se debe, en parte, a la reacción del sistema inmunitario después de una comida abundante. Además, los alimentos tienen que ser digeridos y ello demanda energía. El cuerpo está todo el día ocupado repartiendo energía entre todos los órganos y los procesos que en él tienen lugar. Si se ha comido mucho, la digestión necesitará más energía. En ese momento hay menos energía disponible para otros procesos, lo que puede producir cansancio después de haber comido. También el número de comidas diarias puede tener consecuencias poco deseadas. Más comidas al día representa más actividad inflamatoria. Y, en el caso de alimentos fritos o al horno, la reacción inflamatoria es de más larga duración que en los alimentos cocinados hervidos.
Por cierto, ¿sabes si reaccionas bien a toda la comida que te llevas a la boca? En todo caso, un viejo refrán dice: «No nutre lo que se come, sino lo que se digiere». Los alimentos que no digieres bien también producen una reacción inflamatoria más prolongada. Por ello, tiene mucho sentido averiguar si tenemos intolerancia a algo. Seguimos con las causas de las inflamaciones relacionadas con los alimentos: muy pocos ácidos grasos omega-3, demasiado consumo de azúcar y una escasez de fibra están todos relacionados con las inflamaciones de bajo grado.
Como has podido leer anteriormente, una mala dentadura también puede producir inflamaciones crónicas. Así, el nivel inflamatorio en caso de periodontitis es elevado. Hay muchas señales que nos indican que las bacterias orales no solo desempeñan un papel importante en la boca, sino que también pueden afectar a otras partes del organismo. Las bacterias producen grasas, y recientes investigaciones nos muestran que estas grasas terminan en el cuerpo, causando problemas. Los ácidos grasos encontrados en la placa de las venas parecen proceder de bacterias orales llamadas bacteroidetes. También las encontramos en problemas de encías y periodontitis. Los ácidos grasos producidos por ellas acaban en el torrente sanguíneo. El sistema inmunitario de la pared vascular no los reconoce, dado que son ajenos al cuerpo, de modo que responde con una reacción inflamatoria.