Читать книгу Maravillas, peregrinaciones y utopías - AA.VV - Страница 13

4. Conclusión

Оглавление

La Divina commedia es un tejido de préstamos, reminiscencias y alusiones a la literatura, la filosofia y la teología clásicas y medievales. Aunque Dante «conceals his sources as he does his education and the story of his youthful years» (Curtius 1953: 360), los comentaristas desde el siglo XIV hasta nuestros días han logrado identificar las fuentes de gran parte del poema. Huelga decir, sin embargo, que bastante se debe no a la tradición sino a la invención del poeta. «Hoc auctor de industria finxit, et licuit fingere de novo», dijo Benvenuto da Imola (cit. Damon 1965: 30), comentando el episodio de Ulises; y los comentaristas modernos están de acuerdo: «the source of Dante’s account of the death of Ulysses [...] is unknown» (Singleton 1970b: 456-457); «seems to be essentially an invention of our poet» (Grandgent y Singleton 1975: 89); «his own bold, radical revision of the essential structure of the classical version of the myth» (Mazzotta 1998: 348). Esto no significa la ausencia de elementos inspirados en autores clásicos, ni mucho menos: varios investigadores han identificado préstamos y reminiscencias, sobre todo de Virgilio, Cicerón y Lucano.33 Damon registra los doce autores que, según varios comentaristas, han servido a Dante como fuentes de algún que otro elemento de este episodio, pero concluye que «none of these sources takes us very far; they remain a set of disjointed details whose relevance to Dante’s narrative is minor and tenuous» (1965: 40).

Conviene ahora pensar en las semejanzas entre el Libro de Alexandre y el canto

XXVI del Inferno. Hay seis motivos narrativos principales en la búsqueda de las Antípodas por Alejandro y Ulises:

A. Discurso del rey/capitán para persuadir a sus hombres

B. La ambición de descubrir las Antípodas

C. El viaje

D. El descenso a la mar

E. La tormenta

F. El juicio de Dios

En las tablas que siguen, una letra mayúscula significa la presencia del motivo y una letra minúscula indica su presencia en forma implícita y atenuada.

El orden de los motivos es distinto: en el Libro de Alexandre se menciona primero la ambición de Alejandro, luego su discurso, el viaje y la tormenta. La narración se desplaza desde la exploración de las Antípodas hacia el descenso a la mar, y las dos aventuras marítimas convergen luego en el juicio de Dios. Dante, en cambio, empieza con la condena de Ulises y termina con la muerte de éste y de sus compañeros por la voluntad de Dios («com’ altrui piacque», 141). Entre estas dos manifestaciones de la voluntad divina, el orden es el discurso, el viaje, la revelación de la auténtica ambición de Ulises (nos enteramos en este momento de que fue su ambición desde el principio) y la tormenta. Las semejanzas y diferencias se ven con más claridad en una tabla:


Es interesante comparar la distribución de los motivos en el Libro de Alexandre e Inferno xxvi con la que se encuentra en otras obras:


Se ve que la correspondencia entre el Libro de Alexandre y el episodio dantesco es muy estrecha; si eliminamos el descenso a la mar, que proviene de la tradición medieval del Pseudo-Calístenes, es una correspondencia exacta en cuanto a la distribución de motivos, aunque no en cuanto a su orden. ¿Cómo la explicamos? La poligénesis es teóricamente posible, pero inverosímil. La única posibilidad de una fuente común parece ser el Alexandreis. Es la fuente principal del Libro de Alexandre, y es posible que Dante lo haya conocido: Singleton cita X. 312–317 (nota 19, supra) como analogía (no como fuente) para el discurso de Ulises, y menciona a dos autores italianos de fines del siglo XII y primera mitad del XIII que lo conocieron (Dante 1970b: 467). La correspondencia entre el Libro de Alexandre y Dante es, sin embargo, más estrecha, lo que indica más bien una relación directa que una dependencia común del Alexandreis. El único problema es el de la transmisión.

No hay indicio alguno, según creo, de la circulación del Libro de Alexandre en Italia en el último cuarto del siglo XIII o principios del XIV, pero hay un autor famoso que pasó mucho tiempo en la corte de Alfonso el Sabio (donde podría haber conocido el poema castellano sin dificultad) y luego, regresado a Italia, fue maestro de Dante.34 Me refiero, desde luego, a Brunetto Latini. Su estancia en la corte de Alfonso el Sabio, y sus contactos con la ciencia árabe durante dicha estancia, están tan bien documentados que no vale la pena insistir más. Su influencia sobre Dante está aún más documentada.35 No es necesario aceptar totalmente la hipótesis de Miguel Asín Palacios para reconocer la importancia de Brunetto Latini como medio de transmisión de la cultura hispánica a Dante. Tampoco es necesario creer que el poeta italiano hubiera leído el Libro de Alexandre: Brunetto Latini podría haberle contado lo que dice el Libro de las aventuras marítimas de Alejandro (estimulado tal vez por la alusión a Ulises en los versos 2304ab: véase la nota 23, supra). Nunca sabremos con seguridad si el episodio de Ulises en el Inferno se inspiró en el poema castellano, pero me parece más probable que cualquier otra explicación de las semejanzas ya comentadas. E incluso si no se acepta la hipótesis que acabo de bosquejar, la lectura del Libro de Alexandre enriquece nuestra lectura del canto XXVI del Inferno y a la inversa.36

Maravillas, peregrinaciones y utopías

Подняться наверх