Читать книгу Dimensiones y desafíos del seguro de responsabilidad civil - Abel B. Veiga Copo - Страница 161

Conforme a lo apuntado en el apartado anterior, el seguro de manifestaciones y garantías permite transferir a la aseguradora el riesgo derivado del incumplimiento de las manifestaciones y garantías. En teoría, tanto el comprador como el vendedor podrían tener un interés asegurable18 en la transferencia de ese riesgo y su cobertura por un tercero –la aseguradora–. Por una parte, el comprador podría sufrir un daño por el incumplimiento de las manifestaciones y garantías y, por consiguiente, tendría un interés legítimo en protegerse de ese daño. Por su parte, el vendedor podría tener que indemnizar al comprador por los daños que éste sufra como consecuencia del incumplimiento de las manifestaciones y garantías y, por tanto, también tendría un interés legítimo en cubrir su responsabilidad frente al comprador en ese caso.

A la vista de lo anterior, tanto el comprador como el vendedor tendrían, desde perspectivas distintas, un interés asegurable susceptible de cobertura mediante un seguro de manifestaciones y garantías. Sobre esta base, el seguro de manifestaciones y garantías podría formalizarse en pólizas de vendedor (también denominadas seller-side) o, por el contrario, en pólizas de comprador (también denominadas buyer-side), en función de quién de los dos actúe como tomador de la póliza. Según la identidad del tomador, el seguro de manifestaciones y garantías podría calificarse de responsabilidad civil (si el tomador fuese el vendedor) o de daños (si el tomador fuese el comprador).

La principal diferencia entre ambas modalidades de seguro radica en la eventual cobertura de los daños derivados del dolo o la mala fe del vendedor19. En las pólizas de vendedor, los daños derivados del dolo o la mala fe del vendedor no resultarían asegurables, por aplicación del principio de no aseguramiento del dolo o la mala fe del asegurado20. Por el contrario, los daños derivados del eventual dolo del vendedor podrían ser objeto de cobertura bajo una póliza de comprador ya que, en esta modalidad, el siniestro no habría sido causado por la mala fe del asegurado (que, en este caso, sería el comprador y no el vendedor).

En la práctica de mercado existe una clara prevalencia de las pólizas de comprador frente a las pólizas de vendedor y más del 90% de los seguros de manifestaciones y garantías suscritos en Europa se formalizan mediante pólizas de comprador21. A la vista de ello, la modalidad de seguro analizada en este trabajo será únicamente aquella en la que el comprador actúa como tomador de la póliza (es decir, las pólizas de comprador o buyer-side). Por tanto, en lo que sigue, las referencias al seguro de manifestaciones y garantías deben entenderse realizadas a la modalidad de comprador.