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El concepto de Bildung

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Un aspecto de gran interés relativo al Bildungsroman no es sólo el modelo del Meister, sino también el concepto de Bildung que está en la raíz del término literario inspirado en la obra goetheana. Esto podría conducir a un mejor entendimiento de lo que es un Bildungsroman. Pero para poder hacerlo, es importante entender a qué se refiere el concepto en cuestión. Arnold Labrie, haciéndose eco de Norbert Elias, señala que la palabra Bildung fue uno de ciertos términos que empezaron a circular entre la intelectualidad alemana de clase media a partir de la década de 1770 (98, 102, 103). Al no tener significados fijos, hubo intentos de definir estos términos. Por ejemplo, Moses Mendelssohn escribe en 1784 que “[l];as palabras Ilustración [Aufklärung], cultura [Kultur], educación [Bildung] son todavía en nuestro idioma unas recién llegadas” (11). W. H. Bruford aclara en Culture and Society in Classical Weimar 1775–1806 (1962) que el vocablo Kultur tiene tres significados. El primero se refiere al proceso de cultivo (formación, desarrollo) individual, el segundo al resultado del proceso y el tercero al cultivo de ←11 | 12→un pueblo, como una nación (4). Bruford también dilucida que era habitual usar el sustantivo Bildung de acuerdo con los primeros dos sentidos de Kultur, este último término siendo un posible sinónimo (4). Sin embargo, cuando se trata de un grupo, la palabra utilizada es Kultur (4). Cabe destacar, por un lado, que Johann Gottfried von Herder, que ejerció una gran influencia sobre la obra y pensamiento de Goethe, fue el primero en popularizar el uso de estos términos (Labrie 98), los cuales usó junto con un tercero –Humanität– casi de manera intercambiable (98–99). Por otro lado, Herder se centraba en las personas que conformaban a un pueblo o a una nación, mientras que Goethe dirigía su atención hacia el individuo (Barnard 145–146).

Continuando este rastreo lingüístico-conceptual, es importante comentar el matiz político que tiene la palabra que guarda mayor parentesco con Bildung: Kultur. En El proceso de la civilización (1939), Norbert Elias revela que este vocablo –del que se apropia la intelectualidad alemana dieciochesca– se contrapone a Zivilisation, palabra que se relaciona con la “nobleza cortesana fundamentalmente francoparlante y ‘civilizada’ según pautas francesas”, en cambio Kultur está vinculada a la “capa intelectual germanoparlante de clase media … que ocasionalmente incluye a algunos elementos de la nobleza rural” (61). Al consolidar una identidad propia, la clase media alemana utiliza el término Kultur para identificarse con las ideas de profundidad, sinceridad y virtud auténtica, diferenciándose de la nobleza alemana cuya superficialidad, falsedad y convencionalismos externos se sintetizan bajo la voz Zivilisation (74). Esta oposición se cristaliza en el ensayo “Ideas para una historia universal en clave cosmopolita” (1784) de Immanuel Kant (61).

Con el tiempo las palabras Kultur y Bildung serán las privilegiadas entre la clase media intelectual. Por ejemplo, el vocablo Aufklärung, que llega a asociarse exclusivamente con el racionalismo y la política radical, llegará a ser un término polémico en la década de 1790 (Labrie 103). Tanto este término como el de Zivilisation llegarán a ocupar un segundo plano (103). Pero si bien los significantes Kultur y Bildung coexisten en el mismo plano de importancia simbólica desde fines del XVIII en Alemania, de los dos términos el que parece prevalecer a la larga es el segundo. Hans-Georg Gadamer sugiere esto en el primer volumen de Verdad y método (1960) al afirmar que

[f];ue sobre todo Herder el que intentó vencer el perfeccionismo de la Ilustración mediante el nuevo ideal de una “formación [Bildung] del hombre”, preparando así el suelo sobre el que podrían desarrollarse en el siglo XIX las ciencias del espíritu históricas. El concepto de la formación [Bildung] que entonces adquirió su preponderante validez fue sin duda el más grande pensamiento del siglo XVIII, y es ←12 | 13→este concepto el que designa el elemento en el que viven las ciencias del espíritu en el XIX aunque ellas no acierten a justificar esto epistemológicamente. (37)

Así que tanto el vocablo Bildungsroman como el de Bildung son términos relacionados entre sí que, sin embargo, exceden cierta especificidad histórica y conceptual. De todas formas, cuando se refiere aquí a Bildung se seguirá la justificación planteada por María de los Ángeles Rodríguez Fontela respecto al término Bildungsroman cuando se usa para referirse a “análogas producciones novelísticas de otras literaturas nacionales”, es decir, como un “eficaz instrumento epistemológico” (2). Aquí también se mantendrá la postura de Rodríguez Fontela en cuanto al uso de la palabra Bildungsroman, aunque se parta de una concepción algo distinta de lo que significa.

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