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Calcificación y remedios a base de calcio
ОглавлениеPredomina de forma generalizada una falsa suposición en relación con los preparados de calcio, la calcificación y, sobre todo, la calcificación de las arterias. A menudo se oye decir a algún paciente: «No puedo tomar ningún preparado de calcio, puesto que padezco calcificaciones en las arterias, por lo que no me iría bien acumular todavía más calcio en ellas». Esta suposición es totalmente falsa. Los preparados biológicos de calcio, como el compuesto de ortiga y calcio, no tienen nada que ver con la calcificación. Al contrario, incluso quienes padecen calcificaciones en sus arterias pueden tomar tranquilamente un preparado biológico como este, ya que este calcio es asimilable. Este será utilizado por nuestro organismo allí donde se necesite, pero nunca será causa de un depósito de calcio. Las llamadas calcificaciones en realidad no son verdaderos depósitos de calcio, como parece expresar la palabra, sino manifestaciones degenerativas de las arterias, en las que disminuye la elasticidad de las paredes arteriales. En primer lugar, es decir, en el ámbito primario, se produce un depósito de lipoides (sustancias similares a las grasas) en las paredes de las arterias afectadas y, solo en segundo lugar, es decir, de forma secundaria, se produce el depósito de calcio. El engrosamiento resultante es considerado por algunos investigadores como una respuesta natural para reforzar las paredes vasculares dañadas; piensan que el cuerpo deposita calcio como medida defensiva cuando los vasos sanguíneos han sufrido una cierta pérdida de elasticidad y estabilidad que altera las relaciones de presión en ellos. Otros investigadores, en cambio, opinan que el depósito en las arterias, la llamada calcificación arterial, es la responsable de su fragilidad. En cualquier caso, se trata de una manifestación del envejecimiento que aparece por un trastorno del metabolismo general y por una alimentación inadecuada, debida principalmente a un consumo excesivo de proteínas. Pero nunca puede hacerse responsable de los procesos de calcificación patológicos a los preparados de calcio que se tomen. Nuestro cuerpo dispone de sus propias reservas de calcio en nuestro sistema óseo (y también en otras células) suficientes para calcificar todo el sistema vascular, lo cual prácticamente nunca sucede. La medicina naturista trata la calcificación arterial, siempre que sea normalmente posible, aportando a los vasos sanguíneos las sustancias que necesitan para que vuelvan a ser algo elásticos. De este modo disminuye también la presión arterial, ya que esta aumenta cuando cede la elasticidad de las arterias, forzando al corazón a enviar la sangre a una mayor presión para mantener en marcha la circulación sanguínea. Contra la calcificación arterial no se administra ningún medicamento que esté relacionado con el calcio. Se da árnica10 y espino blanco (Crataegus), además de muérdago (Viscum album)1 y perlas de ajo; remedios, todos ellos, que actúan de una forma excelente. A esto hay que incluir una alimentación pobre en sal y en proteínas. Uno de los mejores alimentos para prevenir una calcificación arterial o para influir beneficiosamente sobre una ya existente es el arroz integral. En caso de padecer una calcificación arterial es importante tomar un plato de arroz integral (en el desayuno, comida o cena) varias veces por semana, preparado según el gusto particular de cada uno. Con una alimentación rica en frutas y verduras, con mucho arroz integral, la calcificación arterial va retrocediendo lentamente, así como la presión arterial.
Si por alguna razón fuera necesario tomar, durante este tiempo, un preparado de calcio y ortiga, de ningún modo este influiría sobre la calcificación arterial, sino más bien lo contrario, ya que dicho remedio va bien contra dicho trastorno. Todas estas aclaraciones sirven para orientar a los pacientes que, por miedo, se privan de tomar un buen preparado de calcio. Quede pues bien claro que estos preparados no guardan relación alguna con la calcificación arterial y que no solo no la acrecientan, sino que incluso ayudan a reducirla.