Читать книгу Pacientes con síndrome de Down - Alicia Fagliano - Страница 19
2.4 Comunicación
ОглавлениеSe tomó como marco de referencia general para el tema de comunicación a la propuesta de H. Eco desarrollada en su libro Teoría de Semiótica General respecto de la producción de signos. Las expresiones del lenguaje verbal y gestual son hechos físicos, accesibles a la percepción, que se ponen en marcha con la permanente intención de comunicarse.
Desde la perspectiva de este autor, en el fenómeno comunicacional se usan signos para referirse a objetos, estados y/o acontecimientos. El signo es una función semiótica, fundamentada en una teoría de los signos que permita diferenciar aquello que es signo y lo que no lo es. En este sentido, Ecco (2000, p. 17-22) señala que la semiótica de la significación está sustentada por una teoría de los códigos, mientras que una semiología de la comunicación se sustenta en la teoría de producción de signos.
De acuerdo a los estudios de A. Rivière, la comunicación, como conducta de relación entre personas a partir del uso de signos, tiene tres propiedades: es intencionada, intencional y metonímica. La comunicación es intencionada porque tiene un fin. Al mismo tiempo es intencional porque está referida a algo y es metonímica (o suspendida) porque se vehiculiza a través de signos, sean gestos, emisiones vocales o palabras. Coincidiendo con Piaget, los infantes entre los ocho y los doce meses comienzan a realizar comunicaciones francas, produciéndose un cambio muy evidente en su manera de relacionarse con el medio externo.
En las acciones comunicativas se diferencian tres componentes: emisor, receptor y objeto al que se refiere el mensaje. Para lograr comunicarse acerca de algo, el infante tiene que dejar en suspenso la acción directa sobre la “cosa” y aludir a ella con alguna clase de gesto. Ese gesto tiene entonces el valor de un signo. Estas capacidades comunicativas forman parte de las habilidades mentalistas que tendrán una evolución junto con otros procesos del desarrollo del niño. Alrededor de los cinco años estas capacidades comunicativas se integrarán en la función de teoría de la mente.