Читать книгу Pacientes con síndrome de Down - Alicia Fagliano - Страница 5
ОглавлениеIntroducción
…no sienten que existen por derecho propio como seres humanos íntegros.
Winnicott
I. Presentación temática y objeto de análisis
Esta investigación tuvo como tema central analizar la posibilidad de aplicar el tratamiento psicoanalítico con hora de juego, en niños con deficiencia cognitiva originada en causa genética, en este caso síndrome de Down.
Uno de los síntomas que comprometen el desarrollo integral de la personalidad de estos niños es la deficiencia cognitiva. Esta deficiencia no sólo limita el desarrollo general de la personalidad sino que, además, por las reacciones sociales adversas que suscita, favorece la aparición de problemas psicopatológicos agregados.
El nacimiento de un infante afectado por este síndrome es vivido como una situación traumática por los padres, especialmente por la madre. (Emde y Brown, 1978). En una cultura donde la inteligencia se encuentra altamente valorada, nacer con una disminución irrecuperable de esta capacidad, se convierte en una inhabilitación de por vida para recibir una plena aceptación social. La disminución se convierte en un estigma. Este término fue acuñado por los griegos, para referirse a rasgos corporales con los cuales se intentaba exhibir algo malo y poco habitual en la condición moral de quien los presentaba. (Goffman, 2003).
Desde principios del siglo XX, con el desarrollo del Psicoanálisis, apareció la aplicación del método psicoanalítico en pacientes niños. Anna Freud (1977) fue pionera en esta línea de trabajo, pero el psicoanálisis infantil adquirió su carta de naturaleza definitiva con los desarrollos de Melanie Klein, quien fue la iniciadora del dispositivo psicoanalítico de hora de juego con niños pequeños afectados por patologías severas.
El campo de aplicación se fue extendiendo, pero no se tuvo en cuenta que sólo se incluían en tratamiento psicoanalítico a los niños dotados de un bagaje intelectual supuestamente normal. En esos casos no habría patologías orgánicas o genéticas de base en la causación del trastorno, aunque se encontraran severamente limitados en su capacidad de comunicación, expresión y pensamiento, como ocurre en el caso de niños psicóticos. Se supuso que ellos contaban con un potencial intelectual normal o superior a pesar de presentar severos déficits de simbolización y de comunicación que terminaban generando discapacidades intelectuales.
Por otra parte, dentro de la comunidad psicoanalítica, muchos especialistas de niños y adolescentes tratan en psicoterapia individual a niños y adolescentes con Síndrome de Down cuando adquieren lenguaje, pero no se han encontrado investigaciones acerca de estos tratamientos.
Dentro de la Psiquiatría infantil y el Psicoanálisis en Francia, se han presentado los trabajos pioneros de tratamiento de la problemática de los niños con retraso mental. Maud Mannoni (1990), Roger Misès (1977), Bernard Gibello (1984), han hecho significativos aportes a la comprensión, desarrollos teóricos, la nosografía, la clínica y terapéutica de los deficientes mentales.
Misès fue quien tuvo a su cargo en 1992 la redacción de las categorías diagnósticas en el área de la psiquiatría infanto-juvenil para el sistema de Salud Mental de Francia. En un reportaje publicado en 2001, afirma que en los casos donde la deficiencia intelectual encuentra su origen en factores genéticos, no sólo son importantes los factores neurobiológicos sino que entrañan trastornos vinculares tempranos que generan errores en las experiencias estructurantes de la relación madre-hijo y consecuentemente en el desarrollo del psiquismo. Afirma que es necesario analizar las consecuencias que estos factores imprimen en la evolución pulsional, los procesos de individuación, el desarrollo de la función simbólica y el inicio del registro del lenguaje.
Maud Mannoni pionera en plantear la problemática psicopatológica de los deficientes mentales, advierte que es un tercer campo de aplicación que el psicoanálisis no había intentado. Trató de mostrar cómo la insuficiencia intelectual se transforma en un diagnóstico de intratabilidad para los trastornos emocionales que estos niños padecen y que agregan patología psíquica. Maud Mannoni (1990), había comprobado que el abordaje psicoanalítico abría posibilidades de desarrollo en los niños afectados por deficiencias de origen genético, dándoles una dimensión de sujeto, en vez de ser objeto de la alienación del medio familiar y sociocultural.
Los trabajos de Bernard Gibello (1984) insisten en la íntima relación que existe entre el desarrollo cognitivo y el desarrollo afectivo. Su interés por los niños con problemas intelectuales por causas orgánicas, se basa en la comprensión del modo en que la organicidad determina el desarrollo y el equilibrio dinámico del sujeto y en qué medida conducen a problemáticas mayores. Advierte que el psicoanálisis se ha ocupado predominantemente del desarrollo emocional y ha dejado de lado el desarrollo cognitivo. Su posición teórica integra la psicología de Jean Piaget con los aportes psicoanalíticos de Melanie Klein y especialmente de Wilfred Bion.
Más allá de los aportes teóricos y clínicos sobre el abordaje terapéutico psicoanalítico con niños, lo que se constituye como un área de vacancia significativa en nuestros días, es la escasa publicación de historiales clínicos con niños que presentan deficiencias cognitivas por causa genética o lesional.
Problematizar las posibilidades de aplicación del Psicoanálisis con niños que presentan estas patologías constituyó el eje temático sobre el que se basa la investigación presentada en esta tesis.
II. Aspectos metodológicos
En función de las características del objetivo de estudio, esta investigación se realizó a través del análisis de un caso único. Este diseño de investigación se inscribe en la corriente de los estudios cualitativos. La perspectiva metodológica elegida ha permitido seguir los cambios y el desarrollo psíquico de un niño afectado por Síndrome de Down durante el tratamiento psicoanalítico con hora de juego. Se registraron veinte sesiones en el período transcurrido entre diciembre de 2005 y julio de 2008.
La búsqueda se centró en el análisis de las posibilidades de vincularse, de jugar, de simbolizar y de comunicarse, que dieron cuenta de un modo particular del proceso de estructuración psíquica del paciente estudiado.
III. Resumen de algunos hallazgos centrales
A través del trabajo psicoanalítico fue posible para este paciente lograr una integración subjetiva de mayor nivel de organización. A medida que se observaba una consolidación del sentido del sí mismo nuclear, se asistió al desarrollo y ampliación de los dominios del sí mismo subjetivo y del sí mismo verbal. (Stern, 2003, p. 52).
El niño fue incluido en el encuadre de trabajo propuesto habitualmente para el tratamiento de niños sin causas orgánicas que determinaran sus problemáticas psíquicas. Como ocurriría con cualquier otro caso en tratamiento, se realizaron adaptaciones técnicas que ajustaron las intervenciones de la analista a la idiosincrasia del paciente.
Durante el tratamiento no se observaron detenciones o regresiones en el desarrollo. Al contrario, su evolución fue constante. Amplió sus recursos comunicativos, desarrolló la capacidad de interactuar con la analista así como la de integrarse en grupos de jardín de infantes en escuela común.
El desarrollo simbólico se instaló en el juego de ficción. Sus actividades lúdicas se complejizaron en las dramatizaciones con personificaciones que manifestaban los conflictos propios de su edad.
Los síntomas de retracción, aislamiento emocional y autoestimulación, por los que había sido traído a la consulta, desaparecieron a los seis meses de iniciado el trabajo terapéutico vincular con los padres. Los asomos de desarrollo de carácter obstinado y agresivo fueron cediendo. Sus recursos se flexibilizaron y la agresión pudo ser sublimada en el juego.
La aplicación del tratamiento psicoanalítico con hora de juego fue muy positiva para el niño y para la modificación favorable a su desarrollo en la dinámica familiar. Los conflictos que presentaba correspondían a la etapa psicoafectiva que estaba transitando. Habían dejado de ser conflictos fijados en síntomas, referidos a fallas de autorregulación de sus impulsos o retracción y aislamiento.
IV. Plan de la obra
La primera parte de esta investigación comprendió la matriz epistémica. Se inició con:
Los capítulos dedicados la presentación del tema.
El estado del arte.
El marco teórico desde el cual se encuadró el tratamiento y el posterior análisis de los datos.
La presentación del problema de la investigación y los objetivos, general y específicos.
El capítulo metodológico.
La segunda parte, dedicada a la matriz empírica, comienza con la presentación del historial clínico del paciente. En este caso, el tratamiento del niño fue llevado a cabo por la autora de la investigación. Las veinte sesiones tomadas de una muestra de ochenta y cuatro, fueron agrupadas en tres etapas: cinco sesiones del inicio, diez sesiones intermedias y cinco sesiones finales. En cada uno de estos grupos de sesiones fueron establecidas cuatro categorías de análisis, de acuerdo con los objetivos específicos de la tesis:
Vínculo con la analista.
Juego.
Simbolización.
Comunicación.
El final de esta investigación se ocupa de la discusión y conclusiones. En función de los resultados obtenidos en el tratamiento del niño, se mostró la posibilidad de aplicar el método psicoanalítico en niños con deficiencia cognitiva por Síndrome de Down. El resultado más importante es el de lograr un proceso de subjetivación y evitar la alienación, producida por la aparición de otros trastornos psicopatológicos agregados y que no son idiosincrásicos del Síndrome de base.