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Capítulo 4 Aspectos metodológicos

Este capítulo está dedicado a los aspectos metodológicos construidos para llevar adelante un estudio de caso sobre los resultados de un tratamiento psicoterapéutico psicoanalítico con hora de juego. Para su reconocimiento, se trabajó con el contenido de las sesiones clínicas con este paciente que formó parte de su tratamiento entre los 5 y los 8 años y 9 meses de edad.

4.1 Enfoque metodológico

El enfoque metodológico de esta investigación se inscribe en la corriente de los estudios cualitativos, con el propósito de buscar la comprensión de los fenómenos y el sentido que adquieren las experiencias vitales y las interacciones de los individuos desde la perspectiva de los sujetos en estudio.

La investigación cualitativa como conjunto de prácticas interpretativas no pertenece a una sola disciplina ni privilegia ninguna metodología, es decir, que no posee ninguna teoría particular ni conjunto de métodos que le sean estrictamente propios sino que se adapta a la diversidad de los campos disciplinarios y áreas de indagación en las que se llevan adelante los estudios.

Las características del abordaje cualitativo y su apertura a las prácticas interpretativas propias de cada campo disciplinario, ofrece los recursos metodológicos apropiados para realizar la presente investigación.

Vasilachis de Gialdino (2006) caracteriza a la investigación cualitativa, privilegiando la profundidad del conocimiento por sobre la extensión y tratando de captar las experiencias vitales en sus variados y delicados matices. El modelo de investigación cualitativa que se usó en esta investigación es un proceso de interpretación anclado en la tradición metodológica de estudio de caso para indagar acerca de un problema específicamente humano y que trasciende al ámbito social.

4.2 Diseño del estudio

Dentro del enfoque metodológico planteado, el presente estudio corresponde a la modalidad de un diseño exploratorio longitudinal, de base empírica, referida descriptivamente al registro de sesiones de tratamiento psicoanalítico con hora de juego.

A los fines de la sistematización del análisis, se distribuyó el material clínico en tres etapas: sesiones iniciales, sesiones pertenecientes al desarrollo central del tratamiento y sesiones que condujeron al cierre del tratamiento.

4.3 Tipo de Estudio

El estudio de caso único es una herramienta de investigación que ha sido relevante en los modelos de la psicología clínica y a partir de los cuales se elaboraron importantes teorías psicológicas. Los ECU pueden agruparse en tres tipos: los historiales clínicos, los estudios experimentales y los estudios sistemáticos no experimentales. En esta tesis se implementó el estudio de caso único basado en el análisis de un historial clínico. Roussos (2007) siguiendo a Kazdin (2001) plantea una clasificación de los estudios de caso único, basada en el tipo de control de la variable independiente: los diseños experimentales y los diseños observacionales de caso único. Dentro de este último grupo, en esta investigación se implementó el estudio de caso de intervención terapéutica, cuyo objetivo fue describir las vicisitudes del tratamiento de un niño con Síndrome de Down y evaluar sus efectos.

Los estudios de caso único (ECU) establecen un lazo fecundo entre la tarea clínica y la investigación. Si bien no pueden extraerse de ellos generalizaciones mayores (R. Starke, 1988, citado en Wainer, 2012), pueden efectuarse generalizaciones menores basadas en el hallazgo de las regularidades encontradas en el análisis del material clínico. Así mismo, los ECU permiten que las conclusiones que se extraigan de ellos puedan ser puestas a prueba replicando la experiencia. En este caso particular el investigador fue al analista que intervino en este caso.

4.4 Unidad de análisis y fuente de recolección de datos

De acuerdo a la perspectiva metodológica en la que se sustenta esta investigación, se definió como unidad de análisis cada una de las sesiones de tratamiento seleccionadas como material representativo para este estudio.

La presentación del recorrido del trabajo terapéutico hasta llegar al momento de los registros sistemáticos de las sesiones, se organizó desde la etapa denominada fase de línea de base (Roussos, 2007, p. 265-266) que señala la evolución del proceso terapéutico estudiado en esta investigación desde el inicio de su trayectoria. Esta etapa tiene dos funciones centrales: información en proceso sobre la gravedad del paciente y elaborar hipótesis predictivas posibles como respuesta a las intervenciones.

El tratamiento en que se basa este estudio se inició en agosto de 2002, cuando el pequeño paciente tenía 22 meses de edad. En ese momento O, se quedaba acostado en su manta, en el suelo, en una postura laxa, sin entrar en interacción espontánea con la analista y autoestimulándose moviendo la cabecita hacia un lado y hacia el otro.

Comenzó entonces un abordaje familiar para ayudar a la madre a observar y darse cuenta de las débiles señales que O emitía para poder comunicarse. El padre sólo podía asistir ocasionalmente dado que trabajaba en los horarios en que O y su madre concurrían a la consulta.

El proceso terapéutico dio resultados notablemente positivos en O, quien dio sus primeros pasos dentro del consultorio, acompañado por su madre y su analista. A los seis meses del tratamiento habían desparecido sus síntomas de retracción que hacían pensar en el inicio de un cuadro dentro del espectro autista.

Durante el período de tratamiento previo al inicio de la investigación, ambos padres habían podido elaborar la situación traumática que representó el nacimiento de O, lo que condujo a que tuvieran una actitud incondicional con respecto a la continuación del proceso terapéutico. Se los observaba muy afectuosos en su vínculo con O y muy receptivos en cuanto a la propuesta de que O fuera sujeto del estudio de caso de esta investigación.

Si bien durante todo el período previo al abordaje individual, O estaba muy complacido —era como si hubiera despertado de un largo sueño— permanecía muy apegado a su mamá. Hasta los cuatro años no se sentía seguro si ella se alejaba del ámbito del consultorio. Poco a poco fue ganando confianza y posteriormente se inició el tratamiento individual con O, en una sala apropiada para el trabajo con niños.

Regularmente se hacían entrevistas con ambos padres y el contacto con ellos era fluido, en constante transferencia positiva con la analista. Oportunamente, cuando comenzó a concurrir a un Jardín de Infantes común, se realizaron entrevistas telefónicas con los maestros. Así mismo a los seis años comenzó a ser atendido por una psicopedagoga quien se ocupaba de sus habilidades motrices en el dibujo y el aprendizaje de nociones básicas para ubicarse en tiempo y espacio. Con esta profesional también se realizaron entrevistas telefónicas.

El registro del tratamiento comenzó en noviembre de 2005, cuando el paciente contaba con cinco años y un mes de edad y concluyó en julio de 2008, cuando contaba con ocho años y nueve meses de edad. En total se registraron ochenta y cinco sesiones, de las cuales se seleccionaron veinte para el análisis longitudinal, distribuidas en tres períodos: inicio, desarrollo y conclusión, correspondiendo cinco sesiones para el inicio y la conclusión, y diez para el desarrollo.

El método de registro fue la grabación en audio de las sesiones, que fueron transcriptas verbatim. El material recuperado de las grabaciones de cada sesión fue completado con las notas tomadas por la terapeuta después la sesión. El objetivo fue añadir detalles que no se detectan en el registro de audio pero que resultan datos importantes para comprender el contexto en que se desarrollaron las sesiones, tales como la expresión del paciente, sus movimientos o el clima emocional que se instalaba en el trascurso de cada sesión.

El período previo de tratamiento familiar y el inicio del tratamiento individual, posibilitó diseñar el plan de tratamiento para O en función de su estado psicológico, su nivel cognitivo y el afianzamiento del vínculo de apego con la analista

4.5 Procedimientos del planteo metodológico

4.5.1 Criterios de segmentación significativa del material

Los criterios para la segmentación del material analizado fueron de orden empírico, referenciados a las hipótesis interpretativas de orden teórico psicoanalítico. Para el estudio de cada una de las sesiones, se las dividió según diferentes situaciones que delimitaban algún tipo de cambio que permitió generar unidades de observación en cada una de ellas. Los criterios para la segmentación del material clínico fueron:

 Inicio o cambio de actividad espontánea por parte del paciente.

 Intervenciones de la analista tales como propuesta de juego, señalamientos, comentarios acerca del juego e interpretaciones.

 Referencia a alguna parte de su cuerpo o estado corporal.

 Cambio del estado emocional en el niño que condicionaba el cambio de actividad.

 Efectos producidos por el anuncio de fin de sesión.

4.5.2 Modalidad de análisis de los datos

El análisis del material clínico se inició con un primer barrido de datos que se fueron volcando en una planilla Excel. Allí se registraron frecuencias con las que se presentaron los indicadores de las categorías básicas propuestas en los objetivos específicos. En esa planilla cada uno de los objetivos fue desglosado en diferentes categorías observables. Por ejemplo, “Observar las características del juego desarrollado en las sesiones” se desplegó en “Tipos de juego”, “Características del juego” y “Avatares del juego”. Cada una de esas categorías a su vez estaba desglosada en diferentes sub-categorías. Por ejemplo en “Avatares del juego” se diferenciaron las cualidades del inicio, del desarrollo y de la conclusión del juego. Cada una de estas a su vez tenía diferentes indicadores En el “Desarrollo de los avatares del juego”, se registraban la actividad funcional, la asignación de roles, la creación de personajes, la creación de una historia. De este modo se procedió con todos los objetivos específicos.

El siguiente paso fue la reducción por códigos y se redefinieron las categorías centrales: se hicieron conclusiones generales donde se sintetizaron los eventos ocurridos en cada una de las veinte sesiones. Se construyeron grillas descriptivas organizadas por las categorías centrales de análisis y enunciadas en los objetivos específicos en función de la sistematización de los datos.

El conjunto de estos datos y la formulación de categorías fueron sometidos a una consulta de interjueces para evaluar el nivel de concordancia interpretativa en los indicadores y su grado de confiabilidad. Como resultado de estas evaluaciones se realizaron las modificaciones sugeridas por los jueces consultados.

El planteo longitudinal de este análisis llevó a considerar la aplicación de las mismas cuatro categorías centrales referidas a los objetivos específicos, en las tres etapas en las que se dividió el material clínico. De este modo se facilitó la observación de los procesos de evolución del tratamiento con mayor precisión y funcionalidad.

Completada la codificación final y el análisis del material se pasó a la etapa de interpretación de los resultados, que se apoyó en los conceptos centrales del marco teórico referencial considerados para esta investigación.

Gráfico Nº 2

Categorías centrales del análisis y objetivos específicos

CATEGORÍAOBJETIVO ESPECÍFICO
VÍNCULO CONLA ANALISTADescribir el desarrollo emocional del niño en el vínculo con la analista
JUEGOObservar las características del juego en las sesiones.
SIMBOLIZACIÓNDescribir los cambios cognitivos del niño identificando los procesos de simbolización.
COMUNICACIÓNDescribir el intercambio comunicativo entre paciente y analista.
Pacientes con síndrome de Down

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