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ОглавлениеEl hombre «light»
El hombre «light» es el hombre descafeinado, sin sustancia, sin valores, sin convicciones, sin firmeza, sin brújula. Es el hombre superficial y frívolo, pragmatista, incapaz de mantener compromisos serios.
Se alimenta de noticias, sigue la moda, vive la «cultura kleenex», la «cultura del usar y tirar, me gusta-me interesa». Tiene un gran vacío moral y no es feliz aunque tenga materialmente de todo. San Agustín planteó el vacío de su vida con esta plegaria anhelante:
Señor, nos hiciste para ti,
nuestro corazón está inquieto
hasta que descanse en ti.
Un día, san Agustín pudo decirle a Cristo:
«Luz de mi corazón,
no dejes que mis tinieblas me hablen».
Y Saint-Exupéry, el autor de El principito, muestra su lamento en esta frase:
«Estoy profundamente triste porque mi generación está vacía de ideales. El hombre se muere de sed. No hay más que un problema, uno solo en todo el mudo: dar de nuevo a los hombres sin sentido espiritual, inquietudes espirituales. Hacer llover sobre ellos algo que se parezca al canto gregoriano».
Y Malraux lo dijo más proféticamente:
«El siglo XXI será religioso o no será, porque una sociedad de consumo a la ultranza no basta para saciar las aspiraciones humanas y más nobles del hombre».