Читать книгу Manual práctico de criminología aplicada - Beatriz de Vicente de Castro - Страница 57

La SACD, como ya se ha comentado, ha desarrollado su labor con la firme determinación de adaptar las capacidades y utilidades de la Criminología y la Psicología a la investigación criminal al objeto de servir de apoyo y asesoramiento real a las unidades de investigación del Cuerpo, basando sus actuaciones en el rigor científico y haciendo uso de técnicas y metodologías de base empírica. Con este espíritu, anticipando la necesidad de un modelo que recogiera las diferentes herramientas y describiera detalladamente el procedimiento a seguir por los expertos para la realización de un perfil criminológico, se desarrolló un protocolo de perfilación ecléctico (SOTOCA, A., GONZÁLEZ, J. L. y HALTY, L., 2019)20 que integra los hallazgos empíricos y los beneficios aplicados de las distintas aproximaciones estudiadas: deductiva, inductiva e indirecta (GONZÁLEZ, SOTOCA y GARRIDO, 2015)21.

Sistema SEPEC utilizado por la SACD. Adaptado de Sotoca, González y Halty (2019).

El Sistema Ecléctico de Perfilado Criminal (SEPEC) se ha desarrollado y perfeccionado durante años en el seno de la Sección de Análisis del Comportamiento Delictivo de la Guardia Civil. Se trata de un conjunto integrado de metodologías de perfilado de diferente naturaleza que se han tratado de conciliar al objeto de obtener conclusiones e hipótesis más ajustadas a la realizad de la cuestión. Precisamente el hecho de integrar diferentes metodologías permite al perfilador aproximarse al evento (crimen) desde diferentes perspectivas, lo que facilita que el procedimiento hipotético deductivo sea lo más objetivo posible.

El SEPEC consta de cuatro etapas que se llevan a cabo en los diferentes momentos de la investigación de un crimen. En primer lugar, se ha de proceder a la recogida y análisis de toda la información relacionada con el hecho en cuestión, entre ella, los informes policiales e inspecciones técnico-oculares de la escena o escenas, los informes criminalísticos y forenses, informes de autopsia y primeras diligencias practicadas. En una segunda etapa, se tratará de organizar toda la información para proceder a su análisis y así comenzar a establecer cuantas hipótesis pudieran explicar el hecho a raíz de la evidencia objetiva analizada y priorizarlas por niveles de probabilidad. Posteriormente, a través de un proceso de análisis inductivo se tratará de obtener la base empírica necesaria para refutar las inferencias realizadas. Con todo ello, se elaborará el correspondiente informe criminológico en el que se tratará de ofrecer al investigado o a los agentes jurídicos una especie de retrato robot conductual del posible autor de los hechos. El proceso se cerraría en una cuarta etapa, una vez que el posible autor del hecho haya sido identificado o se haya obtenido una lista de candidatos. En este caso, a través de un análisis de compatibilidad entre los resultados obtenidos en el perfil y las características reales de los candidatos, se procedería a priorizarlos al objeto de que la investigación policial fuera los más ecológica posible. El procedimiento que se lleva a cabo en cada una de estas etapas está basado en un modelo teórico concreto y se identifican con un enfoque diferente, bien sea deductivo, inductivo o indirecto.