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3. LA BÚSQUEDA DE LA ILUMINACIÓN (1) Buscando el Estado supremo de la paz sublime

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5. «Monjes, existen estos dos tipos de búsqueda: la búsqueda noble y la búsqueda innoble. ¿Y cuál es la búsqueda innoble? He aquí, monjes, un hombre que estando él mismo sujeto al nacimiento busca lo que está sujeto al nacimiento; estando él mismo sujeto al envejecimiento, busca lo que también está sujeto al envejecimiento; estando él mismo sujeto a la enfermedad, busca lo que también está sujeto a la enfermedad; estando él mismo sujeto a la muerte, busca lo que también está sujeto a la muerte; estando él mismo sujeto al sufrimiento, busca lo que está también sujeto al sufrimiento; estando él mismo sujeto a las impurezas, busca él mismo lo que está también sujeto a las impurezas.

6-11. »¿Y qué diríais, monjes, que está sujeto al nacimiento, al envejecimiento, a la enfermedad y a la muerte; sujeto al sufrimiento y a la impureza? Esposa e hijos, esclavos y esclavas, cabras y ovejas, gallinas y cerdos, elefantes, rebaños, caballos y yeguas, oro y plata: estos objetos del asimiento están sujetos al nacimiento, al envejecimiento, a la enfermedad, a la muerte; al sufrimiento y a la impureza, y alguien que se apegue a estas cosas, se encapriche con ellas y se obsesione con ellas, estando él mismo sujeto al nacimiento… al sufrimiento y a la impureza, busca lo que está también sujeto al nacimiento… al sufrimiento y a la impureza.10

12. »¿Y cuál es la búsqueda noble? He aquí alguien que estando él mismo sujeto al nacimiento, advierte el peligro en lo que está sujeto al nacimiento, busca lo que no nace, la paz de la liberación, el Nibbāna; estando él mismo sujeto al envejecimiento, advierte el peligro en lo que está sujeto al envejecimiento, busca lo que nunca envejece, la paz de la liberación, el Nibbāna; estando él mismo sujeto a la enfermedad, advierte el peligro en lo que está sujeto a la enfermedad, busca lo que no enferma, la paz de la liberación, el Nibbāna; estando él mismo sujeto a la muerte, advierte el peligro en lo que está sujeto a la muerte, busca lo que no muere, la paz de la liberación, el Nibbāna; estando él mismo sujeto al sufrimiento, advierte el peligro en lo que está sujeto al sufrimiento, busca lo que no es sufrimiento, la paz de la liberación, el Nibbāna; estando él mismo sujeto a la impureza, advierte el peligro en lo que está sujeto a la impureza, busca lo que es puro, la paz de la liberación, el Nibbāna. Ésta es la búsqueda noble.

13. »Monjes, antes de mi iluminación, cuando era todavía un simple Bodhisatta sin iluminar, estando yo mismo sujeto al nacimiento, busqué lo que también estaba sujeto al nacimiento; estando yo mismo sujeto al envejecimiento, a la enfermedad, a la muerte, al sufrimiento y a la impureza, busqué lo que estaba también sujeto al envejecimiento, a la enfermedad, a la muerte, al sufrimiento, a la impureza. Entonces consideré lo siguiente: “¿Por qué, estando yo mismo sujeto al nacimiento, busco lo que también está sujeto al nacimiento? ¿Por qué, estando yo mismo sujeto al envejecimiento, a la enfermedad, a la muerte, al sufrimiento y a la impureza, busco lo que está sujeto al envejecimiento, a la enfermedad, a la muerte, al sufrimiento y a la impureza? Supongamos que estando yo mismo sujeto al nacimiento, advirtiera el peligro en lo que está sujeto al nacimiento y buscara lo que no nace, la paz de la liberación, el Nibbāna. Supongamos que, estando yo mismo sujeto al envejecimiento, a la enfermedad, a la muerte, al sufrimiento, a la impureza, advirtiera el peligro en lo que está sujeto al envejecimiento, a la enfermedad, a la muerte, al sufrimiento y a la impureza, buscara lo que no envejece, lo que no enferma, lo que no muere, lo que no sufre, lo que es puro, la paz de la liberación, el Nibbāna”.

14. »Más tarde, cuando era todavía un joven pelinegro, dotado del divino tesoro de la juventud, en la flor de la vida, aun contraviniendo la voluntad de madre y padre que lloraban y gemían, me afeité pelo y barba, me puse el hábito anaranjado y di el paso de la vida del hogar a la vida sin hogar.

15. »Así, habiendo dado el paso para ir tras lo beneficioso, buscando el camino supremo hacia la paz sublime, me dirigí hacia donde estaba Ālāra Kālāma y le dije: “Amigo Kālāma, quisiera vivir la vida de santidad en esta enseñanza y disciplina”. Dicho esto, monjes, Ālāra Kālāma respondió: “El venerable puede quedarse. Esta enseñanza es tal que un hombre sabio, siguiendo al maestro, pronto puede realizarla por sí mismo con conocimiento superior, alcanzarla y morar en ella”. Pronto, rápidamente, aprendí aquella enseñanza. Por lo que respecta a la recitación y repetición de las doctrinas, tenía conocimiento y experiencia, pudiendo afirmar, al igual que otros que: “Conocía y veía”».

«Entonces pensé: “Cuando Ālāra Kālāma dice que ‘realizándola por sí mismo con conocimiento superior, uno alcanza esta enseñanza y mora en ella’ no lo dice sólo porque cree en ella, sino porque debe estar seguro de su conocimiento y visión de esta enseñanza”. Entonces fui adonde estaba Ālāra Kālāma, me acerqué a él y le pregunté: “Amigo Kālāma, ¿por qué razón afirmas que realizándola por sí mismo con conocimiento superior, uno alcanza y mora en esta enseñanza?”. Dicho esto, monjes, Ālāra Kālāma contestó que era por la base de la nada.11

»Entonces pensé: “Ālāra Kālāma no es el único que tiene fe, energía, atención, concentración y sabiduría. Yo también tengo fe, energía, atención, concentración y sabiduría. ¿Y si me esforzara por realizar esa enseñanza que afirma Ālāra Kālāma y, realizándola por mí mismo con conocimiento superior, la alcanzara y permaneciera en ella?”.

»Pronto, rápidamente, realizándola por mí mismo con conocimiento superior, alcancé esa enseñanza y permanecí en ella. Entonces fui adonde estaba Ālāra Kālāma, me acerqué a él y le pregunté: “Amigo Kālāma, ¿es basándose en esto que, habiéndola realizado por ti mismo con conocimiento superior, afirmas haber alcanzado esta enseñanza y morar en ella?”. “Así es (contestó Ālāra Kālāma). Pues amigo, es basándose en eso mismo que, habiéndola realizado por mí mismo con conocimiento superior, he alcanzado y permanezco en esta enseñanza”. “Amigo –prosiguió Ālāra Kālāma–, qué bendición y qué gran suerte poder ver entre nosotros a alguien tan venerable en la vida de santidad. La enseñanza que, habiéndola realizado por mí mismo con conocimiento superior, yo afirmo haber alcanzado y morar en ella, es la misma que, habiéndola realizado por ti mismo con conocimiento superior, tú afirmas haber alcanzado y morar en ella. La enseñanza que, habiéndola realizado por ti mismo con conocimiento superior, tú afirmas haber alcanzado y morar en ella, es la misma que, habiéndola realizado por mí mismo con conocimiento superior, yo afirmo haber alcanzado y morar en ella. Es decir, la enseñanza que tú conoces es la que yo conozco y la enseñanza que yo conozco es la que tú conoces. Tú eres como yo y yo soy como tú. Ven amigo y encarguémonos los dos de este grupo de discípulos”.

»Monjes, de este modo, mi maestro Ālāra Kālāma, me ponía a mí, su discípulo, a su mismo nivel y me otorgaba el más alto honor. Pero entonces, monjes, me dije: “Esta enseñanza no conduce al desengaño, al desapego, a la cesación, al sosiego, al conocimiento superior, a la iluminación, al Nibbāna; conduce tan sólo al logro de la base de la nada”.12 Monjes, decepcionado e insatisfecho con esa enseñanza, me marché.

16. »Todavía, monjes, buscando el camino supremo hacia la paz sublime, me dirigí hacia donde estaba Uddaka Rāmaputta y le dije: “Amigo, quisiera vivir la vida de santidad en esta enseñanza y disciplina”. Dicho esto, monjes, Uddaka Rāmaputta respondió: “El venerable puede quedarse. Esta enseñanza es tal que un hombre sabio, siguiendo al maestro, pronto puede realizarla por sí mismo con conocimiento superior, alcanzarla y morar en ella”. Pronto, rápidamente, aprendí aquella enseñanza. Por lo que respecta a la recitación y repetición de las doctrinas, tenía conocimiento y experiencia, pudiendo afirmar, al igual que otros, que: “Conocía y veía”.

»Entonces pensé: “Cuando Rāma dice que ‘realizándola por sí mismo con conocimiento superior, uno alcanza esta enseñanza y mora en ella’ no lo dice sólo porque cree en ella, sino porque debe estar seguro de su conocimiento y visión de esta enseñanza”. Entonces, fui adonde estaba Uddaka Rāmaputta, me acerqué a él y le pregunté: “Amigo Rāma, ¿por qué razón afirmas que realizándola por sí mismo con conocimiento superior, uno alcanza y mora en esta enseñanza?”. Dicho esto, monjes, Uddaka Rāmaputta contestó que era por la base de ni la percepción ni la no-percepción.13

»Entonces pensé: “Rāma no es el único que tiene fe, energía, atención, concentración y sabiduría. Yo también tengo fe, energía, atención, concentración y sabiduría. ¿Y si me esforzara por realizar esa enseñanza que afirma Rāma y, realizándola por mí mismo, con conocimiento superior, la alcanzara y permaneciera en ella?”.

»Pronto, rápidamente, realizándola por mí mismo con conocimiento superior, alcancé esa enseñanza y permanecí en ella. Entonces, fui adonde estaba Uddaka Rāmaputta, me acerqué a él y le pregunté: “Amigo, ¿era basándote en esto que, habiéndola realizado por ti mismo, con conocimiento superior, afirmabas haber alcanzado esta enseñanza y morar en ella?”. “Así es (contestó Uddaka Rāmaputta)”. “Pues amigo, es basándote en eso mismo que, habiéndola realizado por mí mismo, con conocimiento superior, he alcanzado y permanezco en esta enseñanza”. “Amigo –prosiguió Uddaka Rāmaputta–, qué bendición y qué gran suerte poder ver entre nosotros a alguien tan venerable en la vida de santidad. La enseñanza que, habiéndola realizado por mí mismo con conocimiento superior, Rāma afirmaba haber alcanzado y morar en ella, es la misma que, habiéndola realizado por ti mismo con conocimiento superior, tú afirmas haber alcanzado y morar en ella. La enseñanza que, habiéndola realizado por ti mismo con conocimiento superior, tú afirmas haber alcanzado y morar en ella, es la misma que, habiéndola realizado por mí mismo con conocimiento superior, Rāma afirmaba haber alcanzado y morar en ella. Es decir, la enseñanza que tú conoces es la que Rāma conoce y la enseñanza que Rāma conoce es la que tú conoces. Tú eres como Rāma y Rāma es como tú. Ven amigo y encarguémonos los dos de este grupo de discípulos”.

»Monjes, de este modo, mi compañero en la vida de santidad, Uddaka Rāmaputta, me puso como maestro y me otorgó el más alto honor. Pero entonces monjes me dije: “Esta enseñanza no conduce al desengaño, al desapego, a la cesación, al sosiego, al conocimiento superior, a la iluminación, al Nibbāna; conduce tan sólo al logro de la base de ni la percepción ni la no-percepción”. Monjes, decepcionado e insatisfecho con esa enseñanza, me marché.

17. »Prosiguiendo la búsqueda de lo beneficioso, buscando el camino supremo hacia la paz sublime, fui caminando poco a poco por Magadha hasta que llegué a Uruvelā, cerca de la ciudad de Senā. Allí vi un paraje encantador, una preciosa arboleda a la bella vera de un río de aguas cristalinas, y no muy lejos, una aldea para recolectar comida. Entonces pensé: “Encantador es este paraje, preciosa la arboleda, bella la ribera, el agua del río está limpia y cerca hay una aldea para proveerme de comida. En verdad que el lugar es idóneo para el esfuerzo de un hijo de familia decidido a esforzarse”. De manera que, monjes, allí me senté pensando: “En verdad que el lugar es idóneo para el esfuerzo”.14

18. »Entonces, monjes, estando yo mismo sujeto al nacimiento, advirtiendo el peligro en lo que está sujeto al nacimiento, busqué lo que no nace, la paz de la liberación, el Nibbāna, y alcancé lo que no nace, la paz de la liberación, el Nibbāna; estando yo mismo sujeto al envejecimiento, advirtiendo el peligro en lo que está sujeto al envejecimiento, busqué lo que no envejece, la paz de la liberación, el Nibbāna, y alcancé lo que no envejece, la paz de la liberación, el Nibbāna; estando yo mismo sujeto a la enfermedad, advirtiendo el peligro de lo que está sujeto a la enfermedad, busqué lo que no enferma, la paz de la liberación, el Nibbāna, y alcancé lo que no enferma, la paz de la liberación, el Nibbāna; estando yo mismo sujeto a la muerte, advirtiendo el peligro en lo que está sujeto a la muerte, busqué lo que no muere, la paz de la liberación, el Nibbāna, y alcancé lo que no muere, la paz de la liberación, el Nibbāna; estando yo mismo sujeto al sufrimiento, advirtiendo el peligro en lo que está sujeto al sufrimiento, busqué el no sufrimiento, la paz de la liberación, el Nibbāna, y alcancé el no sufrimiento, la paz de la liberación, el Nibbāna; estando yo mismo sujeto a las impurezas, advirtiendo el peligro en lo que está sujeto a las impurezas, busqué lo puro, la paz de la liberación, el Nibbāna, y alcancé lo puro, la paz de la liberación, el Nibbāna. El conocimiento y la visión surgieron en mi: “Mi liberación es inconmovible, éste es mi último nacimiento, ya no hay más devenir”».

(de MN 26: Ariyapariyesanā Sutta; I 160-167)

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